Cargando

Escriba aquí

Dr. Juan Rodrigo Salazar

Grupo de Investigación en Diseño, Aislamiento y Síntesis de moléculas bioactivas

Facultad de Ciencias Químicas, Universidad La Salle México

Dra. Arely Vergara Castañeda

Grupo de Investigación de Ciencias Básicas y la Salud

Facultad de Ciencias Químicas, Universidad La Salle México

México es un país caracterizado por la gran biodiversidad vegetal que se concentra en su territorio. A veces estamos acostumbrados a ver sólo las exuberantes selvas, los magníficos manglares o los bosques que cubren las montañas. Sin embargo, una parte importante de la biodiversidad radica en sus desiertos. El territorio nacional está ubicado en una zona geográfica que ocasiona que el 60%, aproximadamente, sea de zonas áridas o semiáridas donde la vida también crece de manera exuberante; en donde las cactáceas y, en particular, los nopales son de los recursos más empleados desde hace mucho tiempo. Este tipo de productos son relevantes no solo en la parte alimenticia, sino que están involucrados en otros aspectos de la vida de las personas que los utilizan. 

Uno de estos productos infravalorados y quizás poco utilizado es el xoconostle. Fruto de Opuntia joconostle, llamada comúnmente xoconostle, es una planta perteneciente a la familia de los cactus (Cactaceae). Su nombre deriva del náhuatl “Xococ”, que significa agrio y de “Nochtl” que quiere decir tuna, y que en conjunto se traduce como “tuna agria”. Así se designa a diferentes especies de opuntia que producen tunas agrias de color verde claro, rosado e incluso rojo. El xoconostle posee una gran cantidad de semillas, las cuales se desechan, ya que si las muerdes, ¡tus dientes te dolerán!  

Debido a su sabor ácido y astringencia, su consumo se ha limitado a la preparación de salsas, jugos, licores o en platillos de la cocina tradicional mexicana, tales como dulces cristalizados, mermeladas, moles (como el famoso mole pipían (Arias)) e incluso caldos como el mole de olla. Su acidez retrasa y reduce el crecimiento de microorganismos, por lo que se le da uso como condimento y conservador1.

Desde la perspectiva nutricional, destaca su contenido en compuestos bioactivos tales como: fenoles, taninos, flavonoides, betalaínas que le dan su característico color rojo, carotenoides y vitaminas –C, A, B1, B2-, a los que se les confieren beneficios antioxidantesantibacterianosantiinflamatorios y gastro-hepatoprotectores1. Asmismo, se ha sugerido que sus derivados pueden ser empleados en el área farmaceútica, ya que se ha caracterizado por sus propiedades hipocolesterolémicas, hipoglucemiantes, antihiperlipidémicase inclusive inmunoestimulantes1.

A nivel industrial se ha sugerido que el xoconostle en polvo puede ser empleado como ingrediente funcional, ya que, por su alto contenido en fibra, resulta en una alternativa de espesante, estabilizador o emulsionante contribuyendo a mejorar las características organolépticas y obtener los beneficios a nivel gastrointestinal y metabólico propios de la fibra y los compuestos bioactivos que también contiene. Adicionalmente, sus propiedades pueden resultar en productos de mejor valor en la industria de alimentos, en atención a los consumidores que cada vez buscan más alternativas funcionales que les ayuden a conservar o mejorar su estado de salud3

Por otro lado, se puede aprovechar al xoconostle para obtener pectinas o incluirse en procesos de conservación de alimentos, en el desarrollo de películas comestibles. Estas son capaces de reducir el daño físico y microbiológico y aminorar los procesos de oxidación mejorando la calidad nutricional de diversas matrices alimentarias. Además, contribuyen a su preservación y dando como resultado alimentos funcionales1,2,4. Finalmente, una de sus aplicaciones podría ser como colorante alimentario de origen natural2.

Si bien, el uso de este fruto y sus derivados ha sido subestimado por las dificultades de su manejo, conservación y una baja producción comercial, hoy en día resulta en una prometedora alternativa no sólo desde la perspectiva alimentaria en diferentes aristas, sino farmacéutica y de colorantes, acorde a la tendencia de rescatar y revalorizar productos endémicos y, en el caso de los empaques, ante el creciente interés en la búsqueda de soluciones amigables con el medio ambiente. 

Referencias:

1.- Fernández-Luqueño, F., Medina-Pérez, G., Pérez-Soto, E., Espino-Manzano, S., Peralta-Adauto, L., Pérez-Ríos, S., & Campos-Montiel, R. (2021). Bioactive Compounds of Opuntia spp. Acid Fruits: Micro and Nano-Emulsified Extracts and Applications in Nutraceutical Foods. Molecules (Basel, Switzerland)26(21), 6429. 

2.- Arias-Rico, J., Cruz-Cansino, N., Cámara-Hurtado, M., López-Froilán, R., Pérez-Rodríguez, M. L., Sánchez-Mata, M. C., Jaramillo-Morales, O. A., Barrera-Gálvez, R., & Ramírez-Moreno, E. (2020). Study of Xoconostle (Opuntiaspp.) Powder as Source of Dietary Fiber and Antioxidants. Foods (Basel, Switzerland)9(4), 403. 

3.- Morales P., Barros L., Ramírez-Moreno E., Santos-Buelga C., Ferreira I.C. Exploring xoconostle by-products as sources of bioactive compounds. Food Res. Int. 2014; 65:437–444.

4.- Medina-Pérez, G.; Hernández-Uribe, J.P.; Fernández-León, D.; Prince, L.; Fernández-Luqueño, F.; Campos-Montiel, R.G. Appli-cation of nanoemulsions (w/o) with active compounds of cactus pear fruit in starch films to improve antioxidant activity andincorporate antibacterial property.J. Food Process. Eng.2019,42, e13268

Etiquetas

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *