Dra. Guadalupe Soledad López Álvarez
Dra. Haydé Azeneth Vergara Castañeda
Centro de Investigación Biomédica Avanzada (CIBA)
Campus Aeropuerto, Facultad de Medicina
Universidad Autónoma de Querétaro
Imaginemos que por la mañana degustamos una rica fruta como un mango o un puñado de zarzamoras, y por la tarde una ensalada de verduras con lechuga, brócoli, frutos rojos y algunas semillas que complementan dicho manjar, como las nueces. Tal vez no lo habías pensado, pero te has preguntado qué tienen dentro las verduras, frutas y semillas que forman parte de tu alimentación y que siempre se asocian con algo saludable. La realidad es que, efectivamente, son saludables, ya que poseen unos compuestos llamados fitoquímicos. Dicha palabra se deriva del término “fito”, que significa planta. Estos compuestos naturales, de diferentes estructuras químicas, han despertado el interés de los científicos, descubriendo así sus beneficios en la salud, proponiendo a los fitoquímicos como protectores de los daños que podrían sufrir nuestras células en el día a día.
Se ha demostrado que los fitoquímicos pueden actuar como antioxidantes y protegernos de unas moléculas llamadas especies reactivas de oxígeno (ERO) que, en exceso, pueden dañar a nuestras proteínas, nuestro famoso ADN (material genético) y hasta los lípidos en las membranas de las células que componen nuestro organismo. Es de suma importancia saber que niveles moderados de ERO actúan como activadores de señales que podrían llevar a un crecimiento incontrolado, invasión y migración de las células en enfermedades como el cáncer. Por el contrario, altos niveles de ERO pueden conducir a la muerte o a un daño en el ADN/material genético de nuestras células que derive en enfermedades como la insuficiencia cardiaca, enfermedades relacionadas con el envejecimiento, el cáncer, entre otras.
La cantidad de fitoquímicos en cada fruta, verdura y semillas varía, pero, para tener una idea, una zanahoria puede contener al menos cien diferentes fitoquímicos y, como ya se mencionó anteriormente, los fitoquímicos pueden actuar como potentes antioxidantes. Una de las principales funciones de los antioxidantes es combatir los niveles excesivos de ERO, disminuyendo la cantidad de estrés oxidativo dentro de las células, evitando un desequilibrio y protegiendo a las mismas de los daños causados por la exposición a la radiación UV, humo del tabaco, alcohol, alimentos procesados, drogas, contaminación ambiental, entre otros.
Algunos alimentos de fácil acceso que poseen fitoquímicos, que podrían actuar como antioxidantes, son el repollo, la coliflor, el té negro y el té verde, los tomates, el maíz, las zanahorias, las coles de Bruselas, los mangos, el melón, las naranjas, espinaca, nueces, la lechuga, el apio, las semillas, los pimientos rojos, los arándanos, las fresas, entre otros. Y hablando de frutos, nuestro grupo de investigación está centrado en el estudio de un fruto llamado garambullo, que proviene de un cactácea (Myrtillocactus geometrizans) nativa de zonas semi-áridas de México, como Querétaro. El garambullo posee diversos fitoquímicos, de los cuales se requiere seguir haciendo investigación científica. Sin embargo, hasta este punto podríamos adelantar que el extracto de garambullo fue capaz de reducir el número de colonias celulares cancerosas en un estudio in vitro en cáncer de colon.
La mejor manera de obtener los diversos beneficios de los fitoquímicos es durante la ingesta diaria de nuestros alimentos, que debe ser balanceada y siempre incluir frutas, verduras y semillas en las proporciones correctas. Con el fin de seguir una dieta balanceada se debería consultar siempre a un profesional en el área.
El consumo de una dieta rica en fitoquímicos que a su vez pueden actuar como potentes antioxidantes nos podría ayudar a disminuir el riesgo de padecer enfermedades y, de esta manera, traer beneficios en nuestra salud en general. En la actualidad es de gran interés, por parte de la comunidad científica, la investigación de diversos fitoquímicos que componen algunas frutas, verduras y semillas. Dichos estudios se han enfocado también en la capacidad de los fitoquímicos de regular diversos genes en nuestras células. La regulación de genes por parte de algunos fitoquímicos será abordada en el siguiente artículo de una serie de tres. Mientras aprovechemos para degustar un coctel de frutas o una rica ensalada de verduras.
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