Dra. Karina de la Torre Carbot
FCN, Universidad Autónoma de Querétaro.
Como sucede con muchas otras prácticas, en torno a la lactancia existen estrategias claves para lograr que fluya de la manera más armoniosa posible. Entre lo científico, lo documentado, lo sugerido por personal de salud calificado en el tema, lo recomendado por promotoras de lactancia con una alta sensibilidad en la materia, y la experiencia de madre a madre, podemos exponer cuestiones relevantes a considerar. Si bien es cierto que estar bien informados a veces no es suficiente, siempre será un factor favorable para tomar buenas decisiones, para contar con la suficiente convicción para empoderarse favorablemente y tomar rienda de las acciones encaminadas al éxito. Cuidar y velar de algo tan trascendental que va más allá de la salud y bienestar humano, es papel de todos y un punto estratégico es que ambos padres, o al menos la madre esté bien informada de algunos puntos.
Entonces, ¿qué es eso tan importante que deberemos saber y que debemos considerar para poder establecer una lactancia que fluya y que, lejos de percibirla como un pesar, pueda ser parte del disfrute de la llegada de un bebé?
Lo primero que habrá que considerar es conseguir un correcto acompañamiento durante el embarazo. Si no es mala idea informarse desde antes de la concepción y al momento de planificar el embarazo y la familia, mucho menos es mala idea comenzar una preparación concienzuda para lo que viene a partir de al menos el quinto mes de embarazo. Actualmente, existen diferentes Centros de Acompañamiento, en los que se ofrecen cursos de preparación para el parto, la maternidad, la paternidad y la crianza, en los que se promueve una educación perinatal de forma integral para ambos padres y para madres solteras en su caso. En estos lugares se generan espacios confiables y seguros para la convivencia y se desarrollan actividades encaminadas a una planificación saludable y acompañamiento emocional. Estos entornos permiten una planificación asertiva de las condiciones del parto, en los cuales, desde luego, no deben faltar grupos de apoyo liderados por promotoras de lactancia que asesoren para una preparación acertada al respecto.
La lactancia materna, si bien comienza tras el parto, está completamente ligada a toda la etapa perinatal. Por lo regular, no estamos conscientes de las tremendas implicaciones en la salud del ser humano que generan las condiciones durante el parto. Así que, como un segundo punto, una buena estrategia es buscar un ambiente en el que se lleven a cabo buenas prácticas en esta fase, es decir, conseguir todas las condiciones posibles para promover un parto armonioso, un parto humanizado y, por lo tanto, de calidad, encaminado a lograr buenas condiciones de salud a corto y largo plazo para el bebé y su madre.
Específicamente nos referimos, entre otras cosas, a respetar un ambiente en el que no se perturbe, o bien se perturbe lo menos posible, el primer contacto entre la madre su bebé. De este modo, el sentido instintivo no se verá entorpecido para favorecer el primer contacto del bebé con el pecho de la madre, la búsqueda del pezón por el bebé y, por lo tanto, que la primera tetada se produzca durante la media hora siguiente al parto, lo que garantiza el consumo de calostro, el incremento de su producción y el establecimiento exitoso de la lactancia materna. A este fenómeno los expertos lo llaman apego temprano.
El posparto inmediato es un momento privilegiado en la relación madre-bebé, favorecido bioquímicamente de forma extraordinaria por la cascada hormonal que existe en ese momento en el cuerpo de la madre, lo cual conlleva a que la madre goce de un estado de conciencia único y especial, que favorecerá la generación de un vínculo de calidad que va a durar toda la vida y, desde luego, favorecerá la lactancia.
Tras el parto, si no se priva el contacto de la madre con su bebé, es decir, si se coloca al bebé en el pecho de la madre, lo primero que surgirá será un extasiado primer cruce de miradas entre la madre y su bebé, el contacto piel con piel y una despreocupación total del tiempo. Las condiciones específicas que van a favorecer un posparto de calidad son el contacto del uno con el otro, en un clima cálido, con luz tenue o en penumbras, en silencio y en la intimidad. Estos momentos son tan importantes que los expertos en lactancia materna y parto humanizado la hacen llamar la hora de oro postparto. Estas condiciones idealmente deberán seguirse manteniendo y perturbarse lo menos posible, por lo que la protección por parte de los familiares es importante durante los primeros días.
Una vez cubierto esto, el establecimiento temprano de la lactancia materna quedará superado y, entonces, será mucho más fácil, sobre todo si la madre, o ambos padres, están informados de lo que viene; es como “saberse el caminito”. Hasta ahora y con lo que se ha descrito, podemos decir que la primera parte del camino es: apego temprano, contacto piel a piel y alojamiento conjunto.
En las primeras horas y primeros días, regularmente se subestima la cantidad de calostro que un bebé es capaz de consumir y un error comúnmente cometido por parte del personal de salud es dar, como parte de las indicaciones, horarios para las tomas o reglas relacionadas con el tiempo a lo largo de la lactancia, lo que vulnera peligrosamente la producción de leche. En otras palabras, madre y bebé pueden comenzarse a despedir de la lactancia en cuanto se le ponen horarios a esta; no se debe establecer horarios fijos para amamantar.
Durante el posparto, de los bebés que han pasado dos de tres horas succionando con todas sus fuerzas, bebés que han pasado el día y la noche en estrecho contacto piel con piel con sus madres, un tercio no pierden peso, por el contrario, llegan a ganarlo. Este hecho refleja una clara necesidad de ciertas características del contacto madre-bebé, sobre todo durante los primeros días y antes de lo que conocemos como la bajada de la leche o plétora, ya que la producción de leche está íntimamente relacionada con un adecuado estímulo de succión, a su vez que la necesidad de succión del bebé está perfectamente sincronizada con la necesidad del pecho para ser estimulado y producir las cantidades suficientes de calostro, promover la bajada de la leche y mantener una buena producción durante el transcurso de la lactancia. Con esto debe quedar claro que el estímulo de succión constante junto con el permitir la alimentación al pecho a libre demanda son puntos clave y básicos para el aumento y/o mantenimiento de la producción de leche en cantidades adecuadas. Estos hechos, pueden sonar agotadores y abrumadores para algunas madres, sin embargo, se deberá considerar que esta demanda suele presentarse de forma agudizada durante los primeros días y, especialmente, antes de la bajada de la leche, pero irá disminuyendo posteriormente para ser menos constante, dejando más espacios entre cada solicitud de consumo.
Otro aspecto que deberá considerarse es que, antes de la bajada de la leche (cuarto o quinto día posparto), sucede a menudo que no se detecta el menor cambio en el pecho (no duele, no crece, no se inflama, no chorrea, no se endurece) lo que puede llegar a hacer pensar a la madre que no tiene la suficiente leche o simplemente no produce leche. Muchas promotoras mencionan que durante estos primeros días la lactancia se convierte en un acto de fe, sin embargo, sí podemos tener indicadores de que el bebé está comiendo, por ejemplo, los pañalitos de pipí que generan (siendo suficiente 1 pañal el primer día, dos el segundo, tres el tercero y así sucesivamente hasta llegar a 8 pañalitos diarios).
Así como este último tip, es importante conocer los puntos vulnerables comunes de la lactancia materna de los cuales habrá que estar bien informados para estar tranquilos, entre los cuales destacan, como lo hemos explicado: la falsa creencia de que los primeros días no se tiene o no se produce leche suficiente para llenar al bebé; el desconocimiento de la sintomatología que acompaña la bajada de la leche o plétora, considerando erróneamente que se trata de sintomatología anormal y la idea con ello de que hay que suspender la lactancia. Otro punto vulnerable es el desconocimiento de que aproximadamente a los tres meses la producción de leche normalmente disminuye para ajustarse a las nuevas necesidadesdel bebé, y con ello la falsa creencia de que “se ha ido la leche” o que ya no se produce la suficiente. Otro punto vulnerable es creer que se debe destetar cuando salen los primeros dientes o confundir un destete espontaneo con una huelga de leche que se puede presentar antes del año de edad.
Desde luego, otros cuidados indispensables a considerar son tener una buena posición para lactar, una buena postura y un buen agarre, lo cual va a asegurar un correcto estímulo y, con ello, la producción y el consumo de una adecuada cantidad de leche para el desarrollo. Esto también ayuda a que no haya ninguna lesión en los pezones. Si bien es cierto que normalmente no se puede llegar a evitar que se sienta alguna irritación, sobre todo durante los primeros meses, en definitiva, es perfectamente evitable la presencia de grietas u otro tipo de heridas en el pecho.
Una buena planificación, el recibir información adecuada de forma oportuna, el velar por las condiciones que favorecen un vínculo adecuado durante el parto y posparto, el alojamiento conjunto, la alimentación al bebé a libre demanda, así como una buena alimentación e hidratación por parte de la madre, serán condiciones claves que ayudarán a llevar de buena manera la lactancia.
Por último, recordar a las madres y a las parejas que no están solas, que es posible buscar ayuda y asesoría de personal especializado en lactancia materna. Actualmente, en prácticamente cada ciudad del mundo hay promotores de lactancia que pueden apoyar a que esta etapa sea armoniosa y agradable.
Bibliografía:
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González Carlos. Un regalo para toda la vida. Guía de la Lactancia Materna. Editorial Planeta Mexicana, 2014. Edición revisada y Actualizada. ISBN: 978-607-07-2157-1
Odent, Michel. El bebé es un Mamífero. 7ª edición. Editorial OB STARE, 2020, Barcelona
Selim Leah. La lactancia materna desde la primera hora de vida: lo que beneficia y lo que perjudica Unicef. Para cada Infancia, 3 de agosto de 2018. Disponible en: https://www.unicef.org/es/historias/la-lactancia-materna-desde-la-primera-hora-de-vida-lo-que-beneficia-y-lo-que-perjudica