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Dra. Arely Prado-Barragán

Departamento de Biotecnología

Universidad Autónoma Metropolitana-I

Dra. Ruth Pedroza-Islas

Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos

Universidad Iberoamericana

El aumento del interés en la alimentación saludable ha llevado a un mayor consumo de alimentos alternativos, como la soya, que se promociona como una fuente rica en proteínas, vitaminas y minerales.  

Uno de los atributos de mayor importancia de la soya, es la calidad de sus proteínas al proporcionar todos los aminoácidos esenciales incluyendo lisina, metionina y triptófano, que a menudo son deficientes en otras fuentes vegetales de proteínas. Esto la hace especialmente valiosa para vegetarianos y veganos, ya que la combinación equilibrada de aminoácidos es esencial para el crecimiento, reparación y mantenimiento de tejidos corporales. 

La proteína de soya es fácilmente digerible y bien absorbida por el organismo humano, además de que se ha demostrado que la digestibilidad de la proteína de soya es comparable, e incluso superior, a la de algunas proteínas de origen animal, lo que la convierte en una opción viable para satisfacer las necesidades proteicas, así como para aquellos que desean reducir su ingesta de proteínas animales por razones de salud o ambientales. 

Se ha reportado que el consumo regular de productos de soya puede ser una estrategia efectiva para reducir los niveles de colesterol LDL y mejorar el perfil lipídico en general, ya que esta contiene ácidos grasos omega-3 y omega-6; además de que los fitoesteroles, isoflavonas y proteínas presentes en la soya actúan de diversas maneras para promover la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón. Por ejemplo, los fitoesteroles, durante la absorción, compiten con el colesterol en el intestino delgado, lo que resulta en una disminución de la cantidad de colesterol que se absorbe en el torrente sanguíneo. Este mecanismo ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL en la sangre, lo que a su vez puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, las isoflavonas y las proteínas de soya poseen compuestos antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el daño oxidativo en las células, incluyendo a las células que recubren los vasos sanguíneos. Esto, unido al consumo de productos de soya en lugar de alimentos ricos en grasas saturadas, como la carne y los productos lácteos enteros, puede ayudar a reducir la ingesta total de grasas saturadas en la dieta promoviendo un impacto positivo en los niveles de colesterol LDL y en la salud cardiovascular en general. 

Los fitoestrógenos, especialmente las isoflavonas presentes en la soya también han sido objeto de estudio en la gestión de los síntomas de la menopausia y la salud ósea. Algunos de los posibles beneficios se atribuyen a que son compuestos que tienen una estructura similar al estrógeno humano y pueden actuar como agonistas o antagonistas de los receptores de esa hormona en el cuerpo. Esto significa que pueden tener efectos similares al estrógeno en algunos tejidos, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia, como los sofocos y la sequedad vaginal en algunas mujeres. 

En cuanto a la salud ósea, se han reportado asociaciones que incluyen la modulación de la actividad de los osteoblastos (células encargadas de la formación ósea) y osteoclastos (células encargadas de la reabsorción ósea), así como la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo en el hueso, por lo que el consumo de soya podría ayudar a mantener la densidad mineral ósea y reducir el riesgo de fracturas óseas.

Por otra parte, se ha reportado que las proteínas y la fibra dietética presentes en la soya pueden contribuir a controlar los niveles de azúcar en sangre al retrasar la absorción de glucosa en el torrente sanguíneo, mejorar la sensibilidad a la insulina y disminución de la respuesta glucémica estabilizando los niveles de azúcar en sangre después de las comidas, lo cual coadyuva en el manejo, prevención y gestión de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad.

La soya es una valiosa fuente de proteínas que ofrece una serie de beneficios para la salud y es una opción sostenible para aquellos que buscan mejorar su dieta y reducir su impacto ambiental, ya que además de sus beneficios nutricionales, la producción de proteína de soya tiende a requerir menos recursos naturales, como tierra y agua, en comparación con la producción de proteínas animales. Esto la hace una opción más sostenible desde el punto de vista ambiental al tiempo de que ofrece gran versatilidad para la creación de una amplia gama de productos alimenticios, desde tofu y tempeh hasta bebidas tipo lácteas y yogur de soya, es decir, existen numerosas opciones para incorporar proteínas de soya en la dieta diaria. Estos productos pueden ser utilizados como alternativas saludables a los productos de origen animal en una variedad de platos y recetas que satisfagan las necesidades proteicas y promover un estilo de vida saludable.

Bibliografía:

Messina M., Duncan A., Messina V., Lynch H., Kiel J., Erdman J.W. Jr. (2022). The health effects of soy: A reference guide for health professionals. Front. Nutr. 9:970364. 

Torres y Torres N.; Tovar-Palacio A.R. (2009). La historia del uso de la soya en México, su valor nutricional y su efecto en la salud. Salud Pública de México. 51(3):246-254

US Food & Drug Administration. (2022). Food Allergies: What You Need to Know. [consultado en línea: 15 marzo, 2024]

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