7 mitos sobre lactancia materna que debemos romper

Dra. Mónica Robles Arias

Dra. Alma E. Cruz Guerrero

Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa

La lactancia materna está rodeada de mucha información que no es verdadera, esto en gran parte gracias a creencias que se han ido pasando de generación en generación. Desafortunadamente, esto confunde a las madres, sobre todo a las primerizas, lo que en ocasiones resulta en la interrupción de la lactancia. Es por ello que las mujeres que están próximas a ser madres o que se encuentran en la etapa de lactancia, se informen en sitios confiables o acudan a asesorías en los hospitales. 

En este artículo mencionaremos algunos de los mitos más comunes que rondan a la lactancia materna.

Mito 1:  Se debe retirar el pecho a los bebés antes de cumplir un año. Realidad: La decisión de dejar de hacerlo, es una decisión personal. Se recomienda que la lactancia materna sea exclusiva al menos los primeros seis meses de vida y, una vez que se agregan alimentos sólidos a la dieta del bebé, se continue con la lactancia al menos hasta los 2 años de edad. De hecho, se ha encontrado que después de los 2 años, la concentración de células inmunológicas en la leche materna aumenta, por lo que el niño se beneficiará con el aporte de defensas maternas mientras su propio sistema inmune termina de madurar. 

Mito 2: La madre debe suspender la lactancia si ha consumido medicamentos. Realidad: La falta de información basada en evidencias científicas que sustenten si es posible administrar un determinado fármaco es un gran problema al que se enfrentan las mujeres que están lactando. La mayoría de los medicamentos que consume la madre, llegan a la leche materna en muy bajas cantidades, resultando inofensivas para los bebés. En realidad, los medicamentos se pueden clasificar en 4 categorías acorde a su perfil de seguridad durante el embarazo y lactancia y cada caso debe ser valorado individualmente. De hecho, si se desea obtener información sobre el perfil de seguridad de un fármaco, se puede consultar la base datos LactMed®, la cual se actualiza continuamente. 

Mito 3: Las mujeres embarazadas o que se encuentran en periodo de lactancia no pueden recibir ninguna vacuna. Realidad: Durante el embarazo, las vacunas inducen inmunidad tanto a la madre como el feto. Además, ofrecen protección al lactante durante los primeros 6 a 12 meses de vida. De hecho, se recomienda a las madres que no se han vacunado recientemente aplicar las vacunas de influenza, toxoide tetánico/toxoide diftérico/fracción acelular de pertussis. Sin embargo, en el caso de las vacunas que contienen virus vivos atenuados como son las vacunas contra el sarampión, rubeola, varicela, parotiditis, poliomielitis y virus del papiloma humano, el profesional de la salud debe evaluar el beneficio/riesgo de su aplicación. Por otra parte, las vacunas que sí se encuentran contraindicadas son: encefalitis japonesa, fiebre amarilla y viruela.

Mito 4: La madre que está amamantando debe llevar una dieta especial para evitar cólicos en el bebé. Realidad: Tanto durante el embarazo como el periodo de lactancia es necesario suspender la ingesta de alcohol y reducir el consumo de cafeína, ya que estos producen retraso psicomotor e irritabilidad en el niño. Exceptuando esas limitaciones, las madres no deben prohibirse ningún otro alimento, sin embargo, es importante vigilar si el niño presenta algún síntoma de intolerancia posterior a su ingesta.

Mito 5: El calostro es antihigiénico y sucio por lo que debe ser desechado. Realidad: Debido al color amarillo del calostro, algunas personas tienen la idea de que al haber pasado mucho tiempo en la glándula mamaria, se ha echado a perder, la realidad es que presenta coloración amarilla debido al alto contenido de betacarotenos. Además, el calostro destaca por la concentración de inmunoglobulinas y lactoferrina, las cuales en conjunto con los linfocitos y macrófagos ayudan a reforzar el sistema inmune del recién nacido.  

Mito 6: La leche materna no tiene suficientes vitaminas ni minerales para cumplir con los requerimientos nutricionales del niño. Realidad: La leche materna cuenta con la cantidad suficiente de nutrimentos para asegurar el desarrollo integral y crecimiento óptimo del niño, además, su composición va cambiando con el tiempo para ajustarse a las demandas del desarrollo del niño. 

Mito 7: Las fórmulas maternizadas pueden suplir la lactancia materna. Realidad: Las fórmulas infantiles están diseñadas para suplir los requerimientos nutricionales en cuanto al aporte calórico, de proteínas, grasas y carbohidratos, incluso algunas contienen en su formulación oligosacáridos con actividad biológica, aunque en muy bajas concentraciones en comparación con la leche materna. Además, la leche materna es rica en antiglobulinas, lactoferrina y otros factores inmunológicos que proporcionan inmunidad y promueven el desarrollo de la inmunocompetencia del bebé. Adicionalmente, el movimiento de succión ayuda al correcto desarrollo de los huesos de la cara. Aunque estas fórmulas maternizadas no logren sustituir completamente a la leche materna, son un recurso para aquellas madres que no pueden amamantar. 

Estos son solo algunos de los mitos que existen alrededor de la lactancia materna, desafortunadamente con más frecuencia se divulga mala información que ha surgido del desconocimiento de la población, lo que dificulta que la lactancia materna se inicie o se mantenga. En caso de que la madre tenga problemas o dudas durante la lactancia, lo mejor es acercarse a un profesional de la salud experto en lactancia que aclare cualquier tipo de dudas y le confieran seguridad. 

Bibliografía:

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