Cargando

Escriba aquí

Vivir con diabetes y utilizar la declaración nutrimental a tu favor

Dr. Alonso Romo Romo

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición

“Salvador Zubirán”

Para un control óptimo de la diabetes es indispensable el tener una alimentación saludable, como lo debería hacer la población general. Es bien reconocido que, para obtener múltiples beneficios a la salud a través del patrón de alimentación, es recomendable consumir alimentos frescos y disminuir el consumo de los procesados. No obstante, en la época actual es complicado dejar de consumir todos los productos industrializados debido a que son muy accesibles para la mayoría de la población; además, presentan otras propiedades como tener un mayor tiempo de conservación y bajo riesgo de desarrollo de patógenos, así como su conveniencia y variedad (1).

Por lo anterior, resulta indispensable que una persona que vive con diabetes sepa leer e interpretar una etiqueta nutrimental. De esta forma, cuando vaya a consumir un alimento procesado se tomará una decisión informada, eligiendo el producto que sea más conveniente. La lectura de etiquetas también es muy útil para las personas que tienen diabetes y realizan la cuenta de carbohidratos, facilitando el calcular los gramos que consumirán de este nutrimento (2).

Una etiqueta nutrimental se refiere a toda descripción destinada a informar al consumidor sobre las propiedades nutricionales de un alimento. La etiqueta nutrimental está conformada por dos componentes: la declaración nutrimental y la información nutrimental complementaria. La declaración nutrimental es la relación o enumeración normalizada del contenido de nutrimentos de un alimento (3).

Es importante recordar que los porcentajes que observamos en las etiquetas respecto al valor nutrimental de referencia (VNR) para los nutrimentos que aportan energía (carbohidratos, lípidos y proteínas) son con base en una dieta de 2,000Kcal y con una distribución de macronutrimentos que podría no ser ideal para la mayoría de la población, ya que cada persona tiene requerimientos distintos (3).

Una limitante que se ha reportado en México es que el 91.2% de los adultos no conoce la cantidad aproximada de calorías que debe de consumir en promedio al día. Peor aún, el 59.4% de la población mexicana no lee en absoluto la etiqueta nutrimental. En muchas ocasiones, no nos damos el tiempo de leer la declaración nutrimental y de realizar los cálculos que se requieren para interpretar la información, ya que el tiempo que una persona dedica para la selección de un producto es en promedio de 13 segundos (4).

De acuerdo con la modificación de la Norma Oficial Mexicana 051, el nuevo etiquetado frontal facilita la interpretación de la declaración nutrimental al señalar en el empaque del producto si presenta uno o más de los 5 sellos que refieren a un alto aporte de algún componente (exceso de calorías, exceso de sodio, exceso de grasas trans, exceso de azúcares o exceso de grasas saturadas) o bien alguna de las leyendas como contiene edulcorantes o contiene cafeína (5).

Estos sellos se basan en si cumple con los siguientes criterios para considerarse un exceso de cada componente (5):

  • Calorías: ≥275 Kcal por cada 100g en alimentos sólidos o ≥70Kcal por cada 100ml en productos líquidos.
  • Sodio: ≥350mg por cada 100g en alimentos sólidos o ≥45mg por cada 100ml en bebidas sin calorías.
  • Grasas trans: ≥1% del total de energía.
  • Azúcares: ≥10% del total de energía proveniente de azúcares libres.
  • Grasas saturadas: ≥10% del total de energía.

No solamente hay que fijarnos en el etiquetado frontal para saber qué productos tienen exceso de algún macronutrimento, sino también hay que saber identificar los que tienen un bajo contenido de cada componente. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 086, un producto es bajo en grasa cuando tiene ≤3g por porción, bajo en calorías cuando tiene ≤40Kcal por porción, sin azúcar cuando tiene menos de 0.5g por porción, bajo en colesterol cuando tiene ≤20mg por porción, bajo en sodio cuando tiene ≤140mg por porción y bajo en grasa saturada cuando tiene ≤1g por porción (6).

Respecto a la fibra, un alimento se considera una buena fuente de fibra cuando tiene 2.5g por porción y se considera alto en fibra cuando tiene 5g por porción. En los micronutrimentos, cuando aporta ≤5% del VNR por porción se considera bajo contenido y cuando aporta ≥20% del VNR por porción tiene un alto contenido (7).

Otro apartado que también es esencial revisar en el etiquetado nutrimental es la lista de ingredientes, sabiendo que están ordenados jerárquicamente, empezando por el ingrediente que está en mayor cantidad en el producto. Por lo tanto, si el azúcar o la sal figura dentro de los primeros 5 ingredientes no será una opción recomendable para consumir para una persona que vive con diabetes (6,7).

Dentro del etiquetado nutrimental, no está permitido hacer las siguientes declaraciones (6):

  • La utilidad de un alimento o bebida no alcohólica, para prevenir, aliviar, tratar o curar una enfermedad, trastorno o estado fisiológico.
  • Que un determinado alimento constituye una fuente adecuada de todos los nutrimentos esenciales.
  • Las que no pueden comprobarse.

La lectura de etiquetas está ligada a dietas más saludables (8,9). Las personas que viven con diabetes deben empoderarse aprendiendo a leer e interpretar etiquetas nutrimentales, asesorándose con su grupo de profesionales de la salud tratante para que puedan resolver todas sus dudas y obtener información útil y sencilla para realizar esta acción. Es importante estar informado debido a que los valores en las etiquetas se utilizan indistintamente para niños y adultos, ignora las recomendaciones de ingestión para poblaciones específicas como las personas que tienen diabetes y que no siempre consideran la capacitación y el tiempo que se requiere para interpretarlas (4,10).

Referencias:

1. Mozaffarian D. Dietary and Policy Priorities for Cardiovascular Disease, Diabetes, and Obesity: A Comprehensive Review. Circulation. 2016 Jan 8;133(2):187–225. 

2. Kulkarni KD. Carbohydrate Counting: A Practical Meal-Planning Option for People With Diabetes. Clinical Diabetes. 2005;23(3):120–2. 

3. Organización Mundial de la Salud, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Etiquetado de Alimentos: Codex Alimentarius. 5th ed. Roma; 2007. 1–43 p. 

4. Tolentino-Mayo L, Patiño SRG, Bahena-Espina L, Ríos V, Barquera S. [Knowledge and use of nutrient labelling of industrialized foods and beverages in Mexico]. Salud Publica Mex. 2018 May 1;60(3):328–37. 

5. Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). Manual de modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010. Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados. Ciudad de México; 2020. 

6. Secretaría de Gobernación de México. NORMA Oficial Mexicana NOM-086-SSA1-1994, Bienes y servicios. Alimentos y bebidas no alcohólicas con modificaciones en su composición. Especificaciones nutrimentales. 

7. Martínez-Ramos-Méndez A. La lectura de etiquetas de información nutrimental. Rev Mex Pediatr. 2018;85(5):157–61. 

8. Cecchini M, Warin L. Impact of food labelling systems on food choices and eating behaviours: a systematic review and meta-analysis of randomized studies. Obes Rev. 2016 Mar 1;17(3):201–10. 

9. Campos S, Doxey J, Hammond D. Nutrition labels on pre-packaged foods: a systematic review. Public Health Nutr. 2011 Aug;14(8):1496–506. 

10. Kaufer-Horwitz M, Tolentino-Mayo L, Jáuregui A, Sánchez-Bazán K, Bourges H, Martínez S, et al. [A front-of-pack labelling system for food and beverages for Mexico: a strategy of healthy decision-making]. Salud Pública Mex. 2018 Jul 1;60(4):479–86. 

Etiquetas
Siguiente artículo

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *