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Un estudio vincula a las bebidas con accidentes cerebrovasculares y demencia, ¿qué?

Un nuevo estudio ha examinado la asociación entre el consumo de bebidas endulzadas con azúcar y/o con edulcorantes bajos en calorías, con los accidentes cerebrovasculares o la demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.Este estudio observacional, en particular, (extraído del estudio de cohorte Framingham Heart Study) se basó en las respuestas al cuestionario de frecuencia alimentaria (FFQ, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Harvard, que pregunta a los participantes con qué frecuencia y en qué cantidades consumen diferentes alimentos, bebidas y suplementos dietéticos.

¿Cómo se utilizan los cuestionarios de frecuencia de alimentos (FFQ) en investigaciones de nutrición?

Los FFQ que se utilizaron en este estudio en particular, desempeñan un papel importante en la obtención de información sobre los patrones de la dieta a través del tiempo. Por lo regular, los datos de los FFQ se usan para evaluar cómo pueden estar asociados estos patrones dietéticos con ciertos resultados de salud.

Sin embargo, esto no significa que los FFQ sean perfectos. De hecho, hay muchos problemas inherentes a los FFQ. Tal como explica FiveThirtyEight, “las personas tienden a reportar menores cantidades de los alimentos que consume e incluso es posible que no confiesen que comen ciertos alimentos, o que calculen mal los tamaños de las porciones”. En el mundo científico, esto se conoce como sesgo de recuerdo.

Quitando esos problemas, los datos de los FFQ pueden ser muy útiles. Los estudios de observación que utilizan FFQ, pueden ser importantes primeros pasos en la construcción de un mayor cuerpo de comprensión científica, pero son sólo eso: los primeros pasos. Estos tipos de estudios no pueden establecer causa y efecto; más bien, pueden ayudar a informar sobre los estudios experimentales, tales como los ensayos controlados aleatorios –que son el estándar de oro del diseño de la investigación. Tener ambos tipos de datos, observacionales y experimentales, conduce a avances científicos en nutrición y en la ciencia de los alimentos.

Un estudio frente a la totalidad de la evidencia

Ahora que hemos cubierto la utilidad de los FFQ, vamos a adentrarnos en algunos de los hallazgos clave del estudio publicado.  Mathew Pase y su equipo determinaron que: “las bebidas azucaradas no están asociadas con derrame cerebral ni demencia.” Sin embargo, el estudio encontró que beber diariamente al menos una bebida endulzada artificialmente, se asoció con el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular o demencia, en comparación con quienes bebían bebidas endulzadas artificialmente menos de una vez a la semana.

Si, al terminar ese párrafo, dejaste de leer, quizá te quedaste sin aliento. Pero, si comparas estos hallazgos en el contexto de la totalidad de las pruebas sobre el tema, puedes respirar tranquilo. En primer lugar, es ampliamente aceptado que el colesterol alto, la diabetes y la presión arterial alta, son los principales impulsores de estas enfermedades cerebrales. Una nota editorial, que acompaña a este artículo, afirma que el actual cuerpo de investigación que vincula las bebidas bajas en calorías con el accidente cerebrovascular y la demencia, no es concluyente. Hannah Gardener, experta en accidentes cerebrovasculares de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami Miller, explica, en relación con la salud del cerebro: “No creo que tengamos evidencia para decirle a la gente que deje de beber bebidas artificialmente endulzadas”.

¿Qué podemos hacer para prevenir el derrame cerebral y la demencia?

Vamos a dar un paso atrás y a hablar sobre lo que la ciencia ha demostrado que podemos hacer para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular o de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer. La edad (que por desgracia no podemos controlar), es el mayor factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. La evidencia más fuerte demuestra que hay algunas cosas que podemos controlar para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer o la demencia, concretamente: la actividad física regular, el aprendizaje permanente y la estimulación mental. Una dieta saludable para el corazón y mantener un peso saludable, también pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o demencia. Los organismos autorizados en todo el mundo (como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la FDA de los Estados Unidos, Food Standards Australia New Zealand, Health Canada y las Directrices Dietéticas de EE. UU.), apoyan la seguridad y el consumo de edulcorantes bajos en calorías como parte de una estrategia de control de peso, que incluye una dieta bien balanceada y ejercicio regular. Para aprender más acerca de la reacción del cerebro ante diversas dietas y estilos de vida, escucha nuestro podcast con la Dra. Heather Snyder, Directora de Relaciones Médicas y Científicas en la Asociación de Alzheimer.

Sería irresponsable no hablar sobre cómo se están difundiendo estos hallazgos. El comunicado de prensa de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) titulado “Las bebidas dietéticas y una posible asociación con accidentes cerebrovasculares y demencia: La ciencia actual sugiere la necesidad de más investigación”, es un reflejo preciso y reflexivo de lo que estos hallazgos ilustran. Sin embargo, lo que se lee en la cobertura de los medios de comunicación sobre esta investigación, muestra lo contrario, lo que lleva a un frenesí de historias y titulares que difunden miedo y confusión.

Con esto en mente, nosotros (científicos, medios y comunicadores científicos), debemos trabajar juntos para hacer un mejor trabajo al evaluar la ciencia y comunicarnos apropiadamente sobre las fortalezas y las limitaciones de estudios nuevos. Así que antes de empezar a compartir este artículo, y las notas en los medios que señalan a “x” alimento como causa de “y” resultado en la salud, vamos a asegurarnos de que también compartamos la perspectiva adecuada sobre estos datos. Es decir, esta es una parte del proceso científico que puede ayudar a informar a la investigación de seguimiento y, en última instancia, ayudar a pintar el cuadro completo sobre los tipos y cantidades de alimentos y bebidas en los que deberíamos enfocarnos para promover la buena salud.

Algunos comentarios sobre el análisis

Se determinaron las asociaciones entre el consumo y los resultados de salud utilizando tres modelos distintos, cada uno de los cuales trató de controlar diferentes variables o “factores de confusión”.

Según Anna Maria Siega-Riz, Ph.D. y Profesora de Ciencias de la Salud Pública y Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Virginia, aquí es donde el análisis es muy matizado. La Dra. Siega-Riz aclara que: “Respecto al resultado de la demencia, una vez que ajustaron diversas condiciones como la presión arterial sistólica, el tratamiento de la hipertensión y la prevalencia de la enfermedad cardiovascular, la asociación con el consumo acumulado de edulcorantes artificiales, ya no era significativa. Por lo tanto, la aparición de demencia podría ser explicada por la presencia de estas condiciones. Si bien estos hallazgos fueron colocados dentro del contexto apropiado dentro del documento, no fue adecuadamente difundido en los medios de comunicación y al público”.

Matt Raymond, Kris Sollid, RD, y Megan Meyer, PhD, contribuyeron a esta pieza.

Fuente: Fast Take: What You Need to Know about a New Study Linking Beverages to Stroke or Dementia // www.foodinsight.org

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