La pérdida de peso y el ejercicio son más eficaces que la terapia con medicamentos en la prevención de la diabetes.
Alcance del problema
Casi 21 millones de estadounidenses sufren de diabetes y otros 54 millones (uno de cada cuatro) tienen pre-diabetes. Es alarmante que 2 millones de niños de 12-19 años tienen indicadores de la enfermedad. Las personas obesas y de edad avanzada corren mayor riesgo, con un índice del 20.9% de personas mayores de 60 años de edad afectadas. La prevención de la obesidad a través de la esperanza de vida es fundamental para la prevención de la diabetes. Por otro lado, la pre-diabetes es asintomática pero puede ser detectada por una prueba de glucosa en sangre. Es muy probable que las personas con pre-diabetes desarrollen dentro de 10 años diabetes completa.
Costo de la enfermedad
Uno de cada diez dólares invertido en la atención de salud es destinado a la diabetes.1 En 2007 el costo económico anual total a causa de este padecimiento fue de $174 mil millones de dólares; per cápita los costos eran de $11,744 dólares. Las personas con diabetes diagnosticada tienen, en promedio, gastos médicos alrededor de 2.3 veces más que las personas sin la enfermedad.
Estudio de referencia
En 2002, el Programa de Prevención de Diabetes (DPP), financiado por el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK), mostró que una intervención intensiva de estilo de vida que incluya la terapia médica de nutrición, pérdida de peso de 5 a 7% y ejercicio, es más eficaz en la prevención de la progresión de la pre-diabetes a la diabetes, de lo que es la terapia solo con medicamento. Durante el curso del estudio, la probabilidad de desarrollar la diabetes fue 58% menor en el grupo de intervención del estilo de vida, y solo el 31% más bajo en el grupo que recibió la terapia con medicamentos.2 El enfoque del DPP en el estilo de vida demostró tener mejor impacto en las personas mayores que en los jóvenes respecto de la prevención diabetes.3
La salud pública y la educación
La promoción de la actividad física y de los hábitos alimentarios saludables que incluyan un mayor consumo de frutas, grasas dietéticas saludables y abundantes alimentos vegetales, mejoran la química sanguínea y el peso corporal, además ayudan a prevenir la diabetes y otras condiciones de enfermedades crónicas.4-5 Para los niños, la colaboración de los programas del servicio de alimentación escolar, clases de nutrición y salud, la actividad física, la participación de los padres y actividades en el hogar, tienen éxito sobre la disminución de la grasa corporal. Esto frena el aumento de peso, disminuye la ingesta de grasa y/o aumenta la ingesta de frutas y verduras. Los jóvenes afroamericanos y otras minorías étnicas tienen una mayor carga de factores de riesgo relacionados con la diabetes que los caucásicos debido a características genéticas específicas, por ello los estudios futuros deben incluir a todos los grupos raciales y étnicos de los Estados Unidos. Los análisis encaminados a la prevención de la diabetes durante el embarazo también deben ser considerados.
Referencias: