¿Qué tipo de declaraciones te gustaría ver en los productos que comes? Comprar el pan de caja que está enriquecido con ácido fólico, suena bien. ¿Qué tal un yogur que dice que te ayudará a defecar mejor?
Hay un dicho que dice: de la vista nace el amor. Esto es cierto en diferentes contextos, uno de ellos es cuando compramos la comida. A veces, nuestras elecciones dependen de lo que vemos en el empaque.
Con las nuevas tendencias de tener estilos de vida más saludables, los productos que en el empaque dicen “reducido en grasas”, “enriquecido con calcio”, “fortificado con vitamina C”, etc., resultan más atractivos.
Hay otro tipo de frases en las etiquetas de los productos que indican los beneficios que tendrá ese alimento en el organismo. Por ejemplo, bebidas que ofrecen una mejor hidratación. Hasta aquí todo va bien. Pero, ¿qué pasa cuando un producto está dirigido a un problema digestivo?
Algunos tipos de fibra, como la inulina, tienen repercusiones positivas en la frecuencia de defecaciones y en la consistencia de las heces. El año pasado, la European Food Safety Authority (EFSA) aprobó que se incluya la declaración de que los productos con inulina lleven en el empaque una afirmación que diga que ese alimento mejora la defecación.
A pesar de que defecar es una función vital para el organismo, es probable que muchas personas no quieran comprar, por ejemplo, un yogur que en la etiqueta diga “te ayuda a defecar”.
Aunque es altamente probable que esa sea la razón por la que los consumidores van a comprar el producto, puede ser que leer la palabra “defecar” en la comida, no sea muy apetitoso. Por ello, aún se están haciendo estudios de mercado para encontrar las mejores maneras de incluir este tipo de declaraciones de salud.
Las declaraciones de salud
Las declaraciones de salud, son afirmaciones que se ponen en las etiquetas o empaques de los productos, que indican con precisión la función o beneficio que tendrá su consumo. Es decir, se declara la relación entre la comida y la salud.
Todas las declaraciones que se ponen en el etiquetado de los productos deben ser aprobadas primero por las autoridades sanitarias correspondientes. En el caso de México, es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Esa aprobación solamente se logra si hay evidencia científica que respalda la declaración.
Así que los productores no pueden poner cualquier cosa en el etiquetado de los productos. Hay regulaciones, protocolos y procedimientos específicos que controlan y verifican que lo que las propiedades que se le atribuyen a un producto alimenticio, realmente funcionan.
Fuente: