Dr. Eduardo Padilla Camberos
CIATEJ
Dr. José Miguel Flores Fernández
Universidad Tecnológica de Oriental
Las alergias a los alimentos en niños pequeños son un problema de salud pública muy común en México. Existe una elevada prevalencia del 6 al 8 %, debido a que el sistema inmune de los recién nacidos, que es el encargado de defenderlos contra patógenos, es inmaduro y, conforme van creciendo, va madurando (1).
Los alérgenos de origen alimenticio son proteínas presentes de manera natural en ellos, que pueden ocasionar reacciones alérgicas en personas susceptibles. Las manifestaciones de las reacciones ocurren con diversos signos y síntomas que pueden involucrar al sistema digestivo, a los pulmones, al corazón o a la piel (2).
En términos sencillos, la alergia alimentaria es una respuesta inmunitaria adversa hacia las proteínas que contienen los alimentos, o una intolerancia al alimento asociada con una respuesta inmunitaria hipersensible (3). Esto sucede cuando los niños se exponen a los alérgenos y su sistema inmune erróneamente lo detecta como algo perjudicial y ataca a ese alérgeno tratando de combatirlo hasta eliminarlo del cuerpo y así proteger al niño. La forma en que el sistema inmune protege al niño es produciendo anticuerpos conocidos como inmunoglobulina, liberando sustancias químicas como la histamina, sin embargo, con las alergias la reacción es exagerada (4, 5).
La gravedad de la reacción varía desde la presencia de una ligera urticaria o picazón en la piel, a severa, tal como reacciones que pueden incluir dificultad para respirar o para tragar, hinchazón de cara, ojos y lengua, e incluso hasta pérdida del conocimiento y la muerte. Los síntomas de la alergia alimentaria son diferentes de una persona a otra y dependen de la sensibilidad del individuo, la cantidad de alimento consumido y factores como la presencia de enfermedades como el asma, o el uso de medicamentos contra la misma como esteroides o antihistamínicos. Esto significa que la exposición puede resultar en una reacción leve en un individuo, una reacción grave en otro e incluso la muerte en tercero (6).
La alergia más común en la población infantil es a la proteína de la leche, por lo general las alergias disminuyen significativamente tras aumentar la edad. Es importante que durante los primeros años de vida se tenga especial cuidado en la alimentación de los niños, pues es en esta etapa cuando existe el mayor riesgo de desarrollar una alergia alimentaria.
Una de las maneras más efectivas de prevenir cualquier tipo de alergias es a través de la alimentación con leche materna. Este alimento proporciona anticuerpos al bebé que le ayudan a defenderse de determinados virus, bacterias o infecciones.
Debido a la importancia en la prevención de reacciones alérgicas a los alimentos, en especial en niños, se han establecido estrategias regulatorias como el etiquetado de ingredientes alergénicos en los alimentos.
Dado que el único método efectivo para prevenir la aparición de las alergias alimentarias es la total evitación del ingrediente alergénico en cuestión, varios países y organismos internacionales han reconocido la importancia de proporcionar esta información mediante la promulgación de leyes, reglamentos o normas para el etiquetado de alérgenos en los alimentos. Se han documentado más de 160 alimentos con potencial alergénico; ocho de ellos representan más del 90% de todas las alergias relacionadas, por lo que los gobiernos y las agencias reguladoras han reconocido la necesidad de centrar la reglamentación sobre el etiquetado de alérgenos en un conjunto limitado de alérgenos prioritarios (7).
Estas normas enlistan alimentos o grupos de alimentos que se consideran que son alérgenos “prioritarios” y se requiere que se identifiquen estos, en un lenguaje sencillo en las etiquetas de los alimentos que los contienen como ingredientes.
En México, la legislación en materia de etiquetado de alérgenos alimentarios ha quedado establecida en la norma oficial mexicana NOM051-SCFI/SSA1-2010 (8): “Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados”. Misma que entró en vigor a partir del 2011 y contiene el listado de 8 alérgenos que deben declararse en la etiqueta, 5 de ellos son alérgenos individuales, 3 son grupos de alimentos y la presencia de ciertos conservadores para alimentos, llamados sulfitos. Los ingredientes o grupos de alimentos antes mencionados se muestran a continuación:
El conocimiento de los ingredientes alergénicos, así como la detección de estos por medio del etiquetado, es una de las estrategias más importantes a seguir en la prevención de reacciones alérgicas, en especial para los padres con niños pequeños, ya que la falta de conocimiento sobre estos puede ocasionar un grave problema de salud infantil.
Referencias: