M. en C. María Guadalupe Esquivel-Flores
AMENAC
La primera idea que viene a la mente de las personas al escuchar la palabra “nutriólogo” es la de dietas y control de peso, pero eso es apenas una de las muchas actividades que realiza este especialista. Un profesional de la nutriología puede desenvolverse en diversos campos profesionales entre los que se incluye el área de tecnología de alimentos.
La Asociación Mexicana de Miembros de Facultades y Escuelas de Nutrición (AMMFEN), anota que el papel de un nutriólogo en el campo de la tecnología alimentaria “se caracteriza por controlar, evaluar y mejorar la calidad nutrimental y sanitaria de los alimentos, durante su producción, distribución, transformación, desarrollo, comercialización, aceptación y consumo con el fin de promover la salud así como participar en la innovación de productos”.
En la práctica diaria, el nutriólogo que se desenvuelve en dicho campo laboral tiene contacto con otros profesionales, como químicos e ingenieros en alimentos, desarrolladores de productos, mercadólogos, publicistas, entre otros, debido a que el ramo alimentario está en constante innovación y desarrollo de productos para llegar a distintos perfiles de consumidores. En este contexto, el papel del nutriólogo es importante porque puede encauzar los esfuerzos de investigación y desarrollo de un producto hacia necesidades específicas de alimentación, por ejemplo: alimentos altos en fibra o adicionados con ciertas vitaminas y minerales (como vitamina D y calcio para consumidores de la tercera edad); alimentos específicos para contribuir a la salud intestinal; reducidos en grasa y sal; productos aptos para quien vive con diabetes, etc. Estas actividades las puede realizar en una institución dedicada a la investigación o en una industria de alimentos.
En la industria alimentaria, es común que el nutriólogo, además, se encargue de la información nutrimental que se debe incluir en la etiqueta de los alimentos. Derivado de este tema del etiquetado, es usual que participe en labores de capacitación del equipo de ventas y de mercadotecnia para asegurar una comunicación veraz y con sustento científico hacia el consumidor. Es importante mencionar que el nutriólogo debe trabajar mano a mano con los mercadólogos y publicistas, para asegurarse de que todo material dirigido a los consumidores esté presentado en lenguaje adecuado, sencillo y acorde con las características del producto alimenticio.
Otra acción relevante tiene que ver con la orientación alimentaria, ya que muchas empresas del ramo alimentario apoyan desde hace décadas al sector gubernamental en diversas campañas, para el cuidado de la salud y alimentación de la población, a través de: pláticas, recetarios, talleres, material impreso, etc., cuyos temas principales son el plato del bien comer, la promoción de la activación física y la hidratación adecuada. Cabe mencionar que la orientación alimentaria se aplica, incluso, al interior de las empresas para coadyuvar al cuidado de la salud de los empleados.
La vinculación de la empresa con instituciones y grupos de investigadores es otra actividad del nutriólogo a fin de apoyar, en especie o fondos, la realización de investigaciones y/o reuniones académicas del área de nutrición y ciencia de alimentos.
El abanico de actividades de los nutriólogos en el campo de la tecnología alimentaria demanda una gran responsabilidad, ética, actualización permanente en temas científicos, conocimiento de la legislación y normatividad vigente en el área, capacidad de comunicación con profesionales de muy distintas áreas, entre otras habilidades. Es una especie de puente entre el producto, la mercadotecnia y el consumidor, teniendo siempre como referente a la alimentación correcta y al estilo de vida saludable.
Bibliografía
Rodríguez González, S y Ureña-Vargas M. El rol del nutricionista en la industria alimentaria. RESPyN, enero-marzo 2007, 8 (1).