Cargando

Escriba aquí

Hace casi 30 años, Kyriakos Markides acuñó el término “la paradoja hispana” para describir el misterio epidemiológico del porqué los individuos hispanos en los EE.UU. viven más que los blancos, a pesar de un menor estatus socioeconómico y menor atención de la salud. Los hispanos y latinos constituyen el 18% de la población total de Estados Unidos; sin embargo, pocas estimaciones nacionales de salud han sido estratificadas por país hispano de origen o han aportado datos sólidos sobre las diferencias en las subpoblaciones.

El 5 de mayo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, publicaron el reporte de los Signos Vitales sobre la salud y las causas de muerte de los hispanos en los EE.UU.

Utilizando las cifras de mortalidad y datos nacionales de vigilancia de la salud, las conclusiones del informe apoyan la paradoja de Markides, lo que confirma los resultados dispares de salud de hispanos, en comparación con los individuos blancos. Los hispanos tenían un riesgo 24% menor de todas las causas de mortalidad y un 9% menor de las principales 15 causas de muerte en los EE.UU. (en particular, cáncer y enfermedades del corazón).

Sin embargo, el informe muestra serios problemas que afectan especialmente a la salud de los hispanos en los EE.UU. Las muertes por diabetes, enfermedades del hígado y el homicidio, eran sustancialmente más altas que en los blancos, al igual que la prevalencia de la obesidad.

El acceso a la atención médica era preocupantemente baja; más del 40% de los individuos reportó no tener seguro de salud. Existían variaciones importantes en las conductas de riesgo y prevalencia de la enfermedad entre las personas de diferentes orígenes hispanos y entre los que habían nacido en los Estados Unidos o eran extranjeros.

Las intervenciones deben ser personalizadas para dar cuenta de su origen étnico y la ubicación original de nacimiento. Como una población joven, la orientación de las personas hispanas podría tener un efecto enormemente beneficioso sobre las tasas de enfermedades futuras. Atención de salud culturalmente apropiada, con alcance a las personas que no hablan inglés y un estímulo a comprometerse con la detección clínica a través de los trabajadores de salud, podrían ayudar a prevenir futuros incrementos en la mortalidad. Los EE.UU. no pueden ignorar la salud de los hispanos y, en tanto que todo recae en la medicina enfocada en el paciente, es importante reconocer las diferencias de salud y las necesidades de las subpoblaciones en todas las sociedades en todo el mundo.

Fuente: www.thelancet.com

Etiquetas

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *