El control de la porción es clave para combatir la obesidad

La epidemia de obesidad que afecta a América del Norte ha dado lugar a muchas explicaciones en cuanto a sus causas, que a su vez ofrecen múltiples posibilidades de ataque. Pero, según el profesor Jim Painter de la Universidad del Este de Illinois, es útil aferrarse a algunos conceptos básicos cuando se trata de decidir qué hacer con el engorde de América.

“En mi opinión, las dos cosas que han cambiado es que la comida está en todas partes y las porciones son más grandes. Es la cantidad lo que está impulsando la epidemia de obesidad“.

Las porciones aumentaron y además los vendedores de comida aprendieron más sobre el comportamiento de los consumidores y las sutiles señales psicológicas que estos expresan cuando deciden cuánto comer. Las cadenas de comida rápida aprendieron que tratar de ofrecer una comida adicional al cliente después de que ya había comido una hamburguesa pequeña y una orden pequeña de papas fritas era inútil; la mayoría dirá que ya no tienen hambre. Entonces, ofrecieron una hamburguesa más grande, una orden grande de papas fritas y una bebida gigante desde el principio, con sus señas implícitas de opulencia y mayor valor adquisitivo, y los clientes fueron por ello en masa. Y muchas veces terminaron comiéndolo todo.

Porciones más grandes en todo el mundo

Las porciones no sólo se hicieron más grandes en los restaurantes, se hicieron más grandes en todos los ámbitos: bolsas más grandes de papas fritas, botellas de refrescos de 473 ml, botellas de bebidas energéticas azucaradas con tamaños desde 709 a 946 ml; las botellas de 177 mililitros de refrescos se han convertido en objetos arcaicos.

Los métodos para hacer frente a una situación creada de aumento de peso corporal, explotó con el número de consumidores que buscan deshacerse de los kilos de más. Uno de los más exitosos es el sistema que predica el control de porciones a través de un sistema de puntos que es esencialmente una versión aséptica de conteo de calorías.

“Pero en vez de contar calorías, prefiero que la gente cambie su ambiente de comedor, para que coman menos sin saberlo”, dijo. “Hemos hecho un pequeño estudio sobre el helado, con vasos pequeños, cucharas pequeñas y bolas pequeñas. Cuando [los participantes] utilizaron los tamaños más pequeños se comieron la mitad, “dijo Painter.

En otro estudio, Painter invitó a los participantes a servirse un plato de una barra de buffet. Ese plato les fue retirado con algún pretexto, antes de que los participantes tuvieran la oportunidad de terminar la comida y se les dio un plato más pequeño para una segunda visita al buffet. Cuando los investigadores les preguntaron cuál de los dos platos contenía más alimentos, de entrada, los participantes dijeron que estaban al tanto del tamaño más pequeño del plato y por lo tanto conscientemente apilaron la comida. Pero, de hecho, los platos más pequeños contenían menos alimentos, incluso cuando los participantes estaban activamente tratando de compensarlo.

Lo pequeño es hermoso

Painter ofrece a los consumidores algunos consejos para hacer frente a la epidemia del súper tamaño. Uno de ellos es trabajar con los mecanismos de control que nuestro cuerpo tiene incorporados.

“La primera clave es cambiar el ambiente de comedor lo mejor que se pueda. Cada vez que se tenga la oportunidad de hacerlo, escoja poco“, dijo Painter.

“Respecto del consumidor, si usted compra una bolsa grande de papas fritas que contenga 12 porciones, se va a comer alrededor de 8 de ellas, hasta que se sienta mal y luego las dejará”, dijo.

“Si usted compra bolsas pequeñas de una onza en las que tiene que abrir bolsa tras bolsa, esto le da la oportunidad de hacer un alto en el camino y terminará comiendo menos, porque hay que seguir tomando la decisión de comer más. En cambio, si tiene un gran recipiente abierto, tiene que tomar la decisión de parar. Esas son dos cosas completamente diferentes.”

“Los fabricantes se han percatado de esto y todo el mundo está saliendo con porciones de 100 calorías”.

Baja en grasas o baja en carbohidratos pierden la partida

Painter dijo que por lo general no se cumple con los planes de dieta que demonizan a una categoría de alimentos, como la de Atkins o el régimen ultra grasa Ornish

“Todas las dietas tienen una pizca de verdad. Atkins, ¿funciona? Sí. ¿Alguien puede permanecer en esa dieta durante un período [largo] de tiempo? No. ¿Y es saludable quien pueda hacer eso? No lo creo. […] Si le dices a alguien que puede comer de esta mitad de la tienda, pero no de la otra, ya sea que se trate de la mitad baja en grasas o de la mitad baja en carbohidratos, la gente va a perder peso. Pero no es práctico”, dijo Painter.

El contenido de los alimentos puede hacer una (pequeña) diferencia

Painter dijo que el panorama es un poco menos claro cuando se habla acerca de algún ingrediente en particular. Hay evidencia de los efectos positivos de los productos que promueven la saciedad gracias a los alimentos ricos en fibra o a alimentos densos en proteínas o que contienen ciertos ingredientes de alta tecnología, tales como almidones resistentes que estimulan la producción de la cadena corta de ácidos grasos en el intestino grueso. Los alimentos integrales, en general, dan mejores resultados que los alimentos procesados, en este sentido.

La elección de alimentos puede afectar el consumo, dijo. Un estudio hecho por Painter mostró que los niños que comieron pasas o uvas como un bocadillo en la tarde, obtuvieron menos calorías en general que los niños que comían galletas o papas fritas.

“El factor más importante es el tamaño de las porciones. Pero existen algunos estudios buenos que demuestran que dependiendo de lo que elijas, pueden cambiar las cosas. Más fibra o más agua, ayudan a sentirse satisfecho. Comerás menos, si te comes una manzana en lugar de tomar jugo de manzana”, dijo Painter. “Pero es muy fácil perder el bosque por los árboles, en el debate sobre la obesidad”.

“Cuando nos fijamos en todas estas pequeñas cosas que no son la respuesta, se te pasa la respuesta. La comida está en todas partes y las porciones son más grandes. ¿Cómo nos ayudamos a nosotros mismos a hacerle frente a esto?”

Fuente: Foodnavigator-usa.com