Cargando

Escriba aquí

Dieta paleo: pros y contras

M. en C. María Lorena Cassís Nosthas

Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán

Facultad de Ciencias Químicas. Universidad La Salle

Actualmente, en el mundo de la “cultura healthy”, existen un sin número de dietas o formas de alimentación diferentes. Las dietas son combinaciones de hábitos y estilos de vida, que están ligados a prácticas de consumo y condiciones socioeconómicas de los individuos, así como también a sus gustos y preferencias. La mayoría de las veces, también están condicionadas por la disponibilidad de alimentos que dependen de las condiciones climáticas y de la ubicación geográfica de cada región. 

Cuando hablamos de dieta, nos referimos al hábito alimenticio de una persona en la que integra un conjunto de sustancias alimenticias que le permite incorporar los nutrimentos esenciales para la vida. Existen una gran variedad de dietas, algunas de ellas hacen referencia simplemente a un determinado estilo de vida, o bien, están diseñadas para regímenes especiales para bajar de peso o para personas con ciertos padecimientos. 

Particularmente, la dieta paleo o paleolítica, conocida también como la dieta del hombre de las cavernas, dieta de la Edad de Piedra y dieta de cazadores-recolectores, consiste en el consumo de alimentos que se supone que han estado disponibles para los seres humanos antes del establecimiento de la agricultura. Es un patrón dietético que se basa en la alimentación de nuestros antepasados de la Edad de Piedra, antes del desarrollo de la agricultura, como ya fue mencionado. Este tipo de dieta no tiene una dosificación determinada de “macronutrimentos”, más bien tiene que ver con el tipo de alimentos, procedentes de la naturaleza y sin procesar

Los principales componentes de esta dieta son de origen animal y vegetal, ejemplo de ellos son la carne magra, pescado (especialmente con elevado contenido de omega 3), verduras, frutas, tubérculos, huevos y frutos secos, como nueces y almendras. Excluye alimentos como los granos, cereales, legumbres, productos lácteos, sal, azúcar refinada y aceites, los cuales no se encontraban disponibles antes de que los humanos comenzaran a cultivar plantas y domesticar animales. Se describe como una dieta alta en proteínas, fibra, grasas saludables, potasio, vitaminas, minerales y antioxidantes. El nutrimento principal del que parece tener carencias la dieta paleolítica es el calcio, por lo que es necesario hacer uso de suplementos para evitar pérdida de minerales en los huesos1, especialmente aquellas personas que tengan mayor riesgo de osteoporosis. 

Algunos expertos en el área de nutrición explican que las personas seguidoras de este patrón de dieta están adaptadas genética y socialmente, como resultado de su evolución, a este tipo de alimentación, ya que han convivido millones de años con ella. 

Estudios observacionales del tipo de poblaciones del paleolítico moderno apoyan que una dieta paleolítica previene la obesidad y el síndrome metabólico. En el contexto metabólico, la dieta paleo ha demostrado mejorar el control de glucosa2, mejora el perfil lipídico en sangre3 e, incluso, puede ser más eficaz que la dieta mediterránea para perder grasa abdominal y diámetro de cintura. En cuanto a la grasa corporal, varios estudios revelan el potencial de la dieta paleo, la cual ha demostrado ser capaz de disminuir la grasa hepáticay regular los genes acumuladores de grasa5.

También ha demostrado tener beneficios para mejorar los síntomas del síndrome metabólico6, caracterizado por un descontrol del azúcar en sangre, hipertensión arterial, alteración del colesterol y triglicéridos en sangre y exceso de grasa abdominal. Son varios los estudios7 que han relacionado a la dieta paleo con la pérdida de peso de forma eficaz, debido a que proporciona una mayor sensación de saciedad.

Pero, por otro lado, debido a la restricción de ciertos alimentos puede llevar a que, si no está bien planificada, aparezcan carencias nutricionales en quienes siguen este tipo de dieta. Las posibles desventajas de la dieta paleo pueden incluir una ingesta deficiente de vitamina D y calcio (por la eliminación de productos lácteos), así como exposición a toxinas ambientales (presencia de mercurio) por una alta ingesta de pescado.10 El eliminar las leguminosas o loscereales de grano entero, alimentos que han demostrado ser saludables, ocasiona una reducción en el aporte de fibra, vitaminas y minerales, además de que limita crear una dieta más variada y apetecible. Por otra parte, como la dieta se basa en alimentos con elevado contenido de proteínas de origen animal, puede provocar el aumento del colesterol LDL, disminución del colesterol HDL y aumento en el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, así como también problemas a nivel renal.

Finalmente, la mayoría de estos estudios sugieren que la dieta paleo podría tener efectos benéficos en la prevención de las enfermedades cardio-metabólicas (tales como la diabetes mellitus tipo 2, sobrepeso/obesidad, enfermedades cardiovasculares e hiperlipidemias), pero el nivel de la evidencia científica hoy en día sigue siendo débil11. Su eficacia debe considerarse con cautela debido a la ausencia del poder estadístico de los estudios, los cuales se vieron limitados por el escaso número de participantes, heterogeneidad respecto a los alimentos específicos y a la corta duración de los mismos, por lo que se requiere llevar a cabo un mayor número de estudios epidemiológicos a largo plazo. La composición exacta de una alimentación saludable, equilibrada y variada dependerá de las necesidades de cada persona, del contexto cultural, de los alimentos disponibles en la región y de los hábitos alimentarios y estilo de vida.

Referencias:

1.Klonoff D C, The Beneficial Effects of a Paleolithic Diet on Type 2 Diabetes and Other Risk Factors for Cardiovascular Disease. J Diabetes Sci Technol Vol 3, Issue 6, November 2009.

2.Lindeberg S, Jönsson T, Granfeldt Y, et al., A Palaeolithic diet improves glucose tolerance more than a Mediterranean-like diet in individuals with ischaemic heart disease. Diabetologia 2007 Sep;50(9):1795-1807.

3.Jönsson T, Granfeldt Y, et al., Beneficial effects of a Paleolithic diet on cardiovascular risk factors in type 2 diabetes: a randomized cross-over pilot study. Cardiovasc Diabetol, 2009 Jul 16; 8:35.

4.Ryberg M, Sandberg S, Mellberg C, Stegle O, Lindahl B, Larsson C, Hauksson J, Olsson T, A Palaeolithic-type diet causes strong tissue-specific effects on ectopic fat deposition in obese postmenopausal women. J Intern Med. 2013 Jul;274(1):67-76.

5.Blomquist C, Chorell E, Ryberg M, Mellberg C, Worrsjö E, Makoveichuk E, Larsson C, Lindahl B, Olivecrona G, Olsson T, Decreased lipogenesis-promoting factors in adipose tissue in postmenopausal women with overweight on a Paleolithic-type diet. European Journal of Nutrition 2018: 57, pages 2877–2886.

6.Osterdahl M, Kocturk T, Koochek A, Wändell P E, Effects of a short-term intervention with a paleolithic diet in healthy volunteers. Eur J Clin Nutr. 2008 May;62(5):682-5.

7.Jönsson T, Granfeldt Y, Erlanson-Albertsson Ch, Ahrén Bo, Lindeberg S, A paleolithic diet is more satiating per calorie than a mediterranean-like diet in individuals with ischemic heart disease. Nutrition & Metabolism 2010: 7:85.

 8.Jönsson T, Granfeldt Y, Lindeberg S, Hallberg A C, Subjective satiety and other experiences of a Paleolithic diet compared to a diabetes diet in patients with type 2 diabetes. Nutr J 2013; 12:105.

10.Frances H, Bligh J, Godsland IF, FrostG, et al., Plant-rich mixed meals based on Palaeolithic diet principles have a dramatic impact on incretin, peptide YY and satiety response, but show little effect on glucose and insulin homeostasis: an acute-effects randomised study. Br J Nutr. 2015 Feb 28;113(4):574-84.

11.Jew S, AbuMweiss SS, Jones PJ. Evolution of human diet: linking our ancestral diet to modern functional foods as a means of chronic disease prevention. J Med Food. 2009;12 :925-934

De la O V, Zazpe I, Martínez JA, Santiago S, Silva C, Zulet MA y Ruiz-Canela M. Scoping review of Paleolithic dietary patterns: a definition proposal. Nutrition Research Reviews 2020: 1-45.

Etiquetas

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *