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¿Cómo se llegó al nuevo etiquetado de alimentos en México?

M. en C. Mónica Basave

Universidad Iberoamericana

Derivado de los problemas de salud relacionados con el padecimiento de enfermedades crónicas que aquejan a la población mexicana, se reconoce la necesidad de generar estrategias que ayuden a mejorar el comportamiento alimentario de la población. Los primeros intentos se hicieron en 1996, cuando se incluyó por primera vez la información nutrimental voluntaria en el etiquetado de alimentos. Dos años más tarde se hizo obligatoria la declaración a la modificación en la composición de los alimentos, y se comenzó a utilizar términos como “bajos o reducidos en” y “fortificados o enriquecidos”. 

Por otro lado, las encuestas de salud revelaron que en el período comprendido entre 1980 y 2006, las cifras de obesidad y sobrepeso se habían triplicado. En consecuencia, se decidió implementar un sistema de Etiquetado Frontal de Alimentos (EFA), una herramienta gráfica que se presenta en la cara principal o frente del envase de los productos. El principal objetivo de este etiquetado es garantizar que el consumidor tenga acceso, de forma rápida, a información simplificada respecto al contenido nutricional de alimentos y bebidas no alcohólicas, para la toma de decisiones respecto a los productos que consume.  

En el 2010 se decidió implementar un EFA que informaba, a través de porcentajes recomendados de consumo diario, los nutrimentos críticos y la energía que proporcionaba una porción o un producto. México optó por adoptar uno de los sistemas más extensamente utilizado alrededor del mundo, las Guías Diarias de Alimentación (GDA) en su versión más simple. Otros países han optado por modelos más interpretativos que utilizan el recurso visual, de tipo semáforo, para ayudar a los consumidores a entender más fácilmente las características nutricionales de los alimentos sin la necesidad de realizar cálculos. La modificación al etiquetado de alimentos de ese año también contempló: la declaración de ingredientes con potencial efecto alergénico y la declaración cuantitativa de ingredientes, de carácter obligatorio cuando el alimento fuera una mezcla o combinación de un mismo tipo de ingredientes, etc.

¿Qué sucedió? Estudios realizados por el Instituto Nacional de Salud Pública comprobaron que las GDA no cumplían con las características necesarias para ser comprendidas por los consumidores, por lo que se sugirió su modificación. La Encuesta Nacional de Nutrición de Medio Camino de 2016, también confirmó las limitaciones de este sistema, pues presupone que la población conoce la cantidad de calorías que en promedio debe consumir diariamente, que sabe lo que son los nutrimentos y cuánto debe consumir de cada uno de ellos, y que puede realizar los cálculos correctos para poder tomar decisiones sobre los productos que debe incorporar en su dieta.  

Además, uno de los propósitos más importantes para implementar el EFA no se había cumplido, las tendencias de enfermedades crónicas, entre ellas la obesidad y el sobrepeso, seguían al alza.  Recordemos que, en términos generales, los etiquetados frontales se clasifican en dos grandes grupos: los que se enfocan en nutrimentos específicos que, al consumirse en exceso, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas; y los que proveen un resumen basado en algoritmos y que evalúan de forma general a un producto en función de su contenido nutricional. 

El uso de los modelos basados en algoritmos para la aplicación de los Etiquetados Frontales en alimentos no cuenta con regulaciones específicas, ni se basa en evidencia científica. Sin embargo, el Codex Alimentarius, ha trabajado desde el 2016 para presentar alternativas al uso de etiquetados frontales que cumplan con el aval científico y permitan reglamentar etiquetados estandarizados que puedan ser usados bajo las regulaciones de los diferentes países de una forma homologada. 

La más reciente modificación a la norma de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas dejó sin efecto el uso de las GDA y adoptó un EFA más simple y agresiva; un sistema que hace obligatorio la inclusión de sellos de advertencia cuando se rebasen o excedan la cantidad de nutrimentos críticos añadidos establecidos en la norma. Este EFA contempla el uso de cinco sellos para indicar el exceso en: calorías, sodio, grasas trans, grasas saturadas y azúcares, que deberán aparecer en la parte frontal superior derecha del empaque y prohíbe el uso de imágenes o descargas digitales que fomenten el consumo de productos con uno o más sellos. 

Esta norma también hace obligatoria la declaración de azúcares añadidos en orden decreciente; exige la declaración con mayor claridad del uso de aditivos; la declaración del contenido energético por 100g o 100ml de producto (pudiéndose declarar o no por porción de alimento). En este último punto se debe tomar en cuenta, además de la energía proveniente de carbohidratos disponibles, proteínas y grasas, la que aportan edulcorantes como: sorbitol, xilitol, manitol, isomal, lactitol, manitol, eritrol, alulosa y tagatosa. Las modificaciones a la norma también solicitan como obligatoria la declaración del contenido de vitaminas y minerales cuando estén presentes en 5% o más del valor nutrimental de referencia (VNR) o valores diarios o sugeridos, (IDR O IDS).

Este sistema de etiquetado frontal presenta, en un balance general, algunos aspectos positivos, pero también algunos inconvenientes que más bien resultan en información no tan clara al momento de la compra. Por ejemplo: advierte sobre contenidos elevados de los nutrimentos críticos y resulta útil. Si se consume el equivalente a 100g o 100ml de producto, permite comparar entre diferentes categorías de productos, pero no necesariamente entre opciones de la misma categoría si estos presentan el mismo número de sellos. En general, alimentos con buen perfil nutrimental, como los productos lácteos (que son fuente de proteínas de buena calidad, calcio, vitaminas A, B y D), carnes procesadas (fuente de hierro, zinc, y vitaminas del complejo B), y derivados de cereales y frutas procesadas con medio o alto aporte de fibra, suelen ser discriminados cuando se usa un etiquetado frontal de advertencia.

Los EFA complementan la tabla de información nutricional y comprendidas en conjunto permiten brindar información útil para que el consumidor tome decisiones informadas sobre los productos que consume. Pero, sin duda, la aplicación de este tipo de estrategias debe de ir acompañada de programas de educación alimentaria que ayuden a que la población entienda mejor cómo interpretar todos los elementos que componen el etiquetado de los productos alimentarios que tiene a su disposición. 

Uno de los puntos fundamentales en la educación alimentaria es comprender la importancia de incluir alimentos variados (de cada uno de los grupos de alimentos presentes en la guía de alimentación mexicana, conocida como “el plato del bien comer”) en la dieta, sin estigmatizar a los productos y, por el contrario, centrándose en hábitos de alimentación que incluyan una dieta variada que puede incluir alimentos frescos y procesados para conformar una dieta correcta. 

Bibliografía:

EUFIC. (2018). EUFIC’s 2018 Global update on nutrition labelling: (EUFIC). https://www.eufic.org/en/healthy-living/article/global-update-on-nutrition-labelling

Morán, J. (n.d.). Modelos de etiquetado frontal a nivel global. Food Consulting. https://www.foodconsulting.es/wp-content/uploads/etiquetado-frontal-global.pdf

Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Argentina & Secretaría de Gobierno de Salud. (2018, November). Etiquetado nutricional frontal de alimentos. L Programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de Obesidad de La Secretaría de Gobierno de Salud. https://www.fbioyf.unr.edu.ar/evirtual/pluginfile.php/174458/mod_resource/content/1/INFORME-etiquedato-nutricional-frontal-alimentos%202018.pdf

Food Tech Summit & Expo Mexico. (2020, September 30). Webinar – El nuevo etiquetado nutrimental en México – Rafaél Ponce de León y Sara Valdés [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=ONSC6Xz-qn0&feature=emb_logo

DOF – Diario Oficial de la Federación. (2019, October 11). PROYECTO de Modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, Especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados-Información comercial y sanitaria, publicada el 5 de abril de 2010.https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5575205&fecha=11/10/2019

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