Cítricos en la salud: Enfermedades cardiovasculares
L.Q.I. Efraín Obregón Solís
Investigador de la subsede Sureste
CIATEJ
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de La Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en el mundo, calculando que en el 2015 murieron 17.7 millones de personas por estas enfermedades, lo cual, representó un 31% del total de las muertes registradas en el mundo. De estas, 7.4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria y 6.7 millones a los accidentes cerebro vasculares (AVC).
¿Qué son las enfermedades cardiovasculares de acuerdo con la OMS?
Por definición, las enfermedades cardiovasculares son un grupo de desórdenes del corazón y de los vasos sanguíneos, entre los que se incluyen los siguientes:
- La cardiopatía coronaria: enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan el músculo cardiaco
- Las enfermedades cerebrovasculares: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro
- Las arteriopatías periféricas: enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan los miembros superiores e inferiores
- La cardiopatía reumática: lesiones del músculo cardiaco y de las válvulas cardíacas debidas a la fiebre reumática, una enfermedad causada por bacterias denominadas estreptococos
- Las cardiopatías congénitas: malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento
- Las trombosis venosas profundas y embolias pulmonares: coágulos de sangre (trombos) en las venas de las piernas, que pueden desprenderse (émbolos) y alojarse en los vasos del corazón y los pulmones
“Los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro, pero también los ACV pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre” (https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cardiovascular-diseases-(cvds))
¿Pueden ser prevenidas estas enfermedades?
La OMS menciona que la mayoría de las ECV pueden prevenirse actuando sobre factores de riesgo conocidos como el consumo de tabaco, las dietas inadecuadas y la obesidad, la falta de actividad física o el consumo de alcohol, con estrategias que involucren a toda la población. Y, para las personas con diagnóstico de ECV o con alto riesgo cardiovascular, es fundamental la detección temprana y el tratamiento oportuno, mediante servicios de orientación o la administración de fármacos, según lo requiera el diagnóstico.
¿Qué son los cítricos?
Citrus es una denominación que corresponde a un género botánico, de características definidas, comunes a las frutas llamadas naranjas, mandarinas, limones y toronjas, etc. Son originarias de las regiones tropicales y subtropicales del sureste de Asia y el archipiélago Malayo y, desde ahí, se dispersaron al resto de los continentes1. Dado su equilibrio en el contenido de agua, azúcares ácidos, sales minerales, fibra y vitaminas, los cítricos están considerados entre las frutas frescas de mayor valor nutritivo, siendo la vitamina C la de mayor contenido2. Dentro de los principales metabolitos con actividad biológica de este género se encuentran los flavonoides, compuestos que se dividen de acuerdo con la presencia de un oxígeno en la posición cuatro, un doble enlace entre los carbonos dos y tres o un grupo hidroxilo en la posición tres del anillo central3,4.
Las cáscaras de cítricos son una fuente abundante de flavonoides naturales y contienen una mayor cantidad de compuestos fenólicos en comparación con las porciones comestibles. El flavonoide mayoritario en la toronja es la naringina, en la naranja es la hesperidina, en el limón se encuentran la rutina, la hesperidina y la diosmina, y en la mandarina la hesperidina y la diosmina, pero también existen otros metabolitos de importancia como los son las cumarinas3.
“El rescate de la medicina tradicional es una de las tendencias de la farmacología moderna, en donde el principal reto es el aprovechamiento de las fuentes naturales dentro de la industria farmacéutica, en este caso la combinación apropiada de tradiciones y costumbres con la evidencia de la investigación científica propicia la obtención de fármacos de origen natural que cumplan los requisitos para brindar tratamientos terapéuticos alternativos”3.
Acción antiagregante plaquetaria en la prevención de eventos aterotrombóticos
Los antiagregantes plaquetarios son medicamentos que tienen su acción principal sobre las plaquetas impidiendo que se inicien los procesos que llevan a la formación de un trombo, que puede causar disminución transitoria o permanente del flujo sanguíneo en el capilar. Esto puede provocar una consecuente disminución del aporte de oxígeno y de la eliminación de productos del metabolismo del tejido. Este sufrimiento celular puede ser suficientemente intenso como para causar la muerte celular del tejido al que pertenece, por lo que los antiagregantes son un pilar fundamental del tratamiento de la enfermedad cardiovascular5,6,7.
Algunos antiagregantes disponibles en el mercado tienen como principales activos a la diosmina y la hesperidina, y demuestran la capacidad de la naringina, naringenina, hesperidina y hesperetina de las cáscaras de cítricos para inhibir la agregación plaquetaria estimulada por colágeno en el plasma humano rico en plaquetas, por lo que está indicado como tratamiento para la insuficiencia venosa y para el riesgo vascular 3,8,9.
Acción antiedemagénica y antiinflamatoria
La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico del organismo a agresiones. Una circunstancia que llama especialmente la atención es la formación de edemas, entendiendo por edema a la hinchazón de los tejidos blandos provocada por la presencia de la acumulación de líquido en ellos.
Se ha encontrado evidencia en modelos experimentales de que la hesperidina y la hesperetina reducen la permeabilidad capilar y son antiinflamatorios. La hesperidina mostró propiedades analgésicas y antipiréticas, observadas por la reducción de las contracciones abdominales inducidas por ácido acético en ratones y por la reducción de la hipertermia (temperatura alta) inducida con levaduras en ratas. Esta acción antiinflamatoria de los flavonoides se asocia con su capacidad para modular la actividad de células inflamatorias y su capacidad como antioxidante3,11. Otro caso es el de la citrina, que fue el primer flavonoide al que se le atribuyó una actividad biológica bien definida sobre la permeabilidad vascular. La citrina es una mezcla de glucósidos flavonoides, principalmente, quercetina, rutina, hesperidina y eriodictina12.
Acción antiaterogénica y antioxidante
Los efectos como antiagregante plaquetario, antiinflamatorio, diurético e hipotensor de estos productos apuntan hacia una acción antiaterogénica, es decir, reducen el índice potencial de obstrucción de las arterias; entre menor sea este índice, menor es la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares. La acción antioxidante se destaca por su capacidad protectora sobre las lipoproteínas de baja densidad (LDL), donde los diferentes factores que afectan la oxidación de los lípidos incluyen la presencia de oxígeno, iones de metales de transición, humedad, calor y luz. Para prevenir, minimizar o ralentizar la tasa de oxidación de lípidos, hay que reducir o eliminar los catalizadores de oxígeno y metal para que no reaccionen13. El potencial de los flavonoides como antioxidantes se puede validar gracias a su estructura, que presenta dobles enlaces, y los propios grupos fenólicos que, según su número y posición, pueden actuar como dadores de protones y reductores, además de ser capaces de establecer puentes de hidrógeno. Esta pluralidad de acciones se puede explicar desde la perspectiva de los antioxidantes primarios antirradicales o como sustancias reductoras, como agentes sinérgicos, o como quelantes de metales de transición12,14,4.
Aceites esenciales contra la obesidad y diabetes 15
Dado que la obesidad y la diabetes aumentan el factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares, existen investigaciones enfocadas en evaluar el efecto de aceites esenciales procedentes de diversas plantas sobre los niveles plasmáticos de marcadores de obesidad y diabetes, para lo cual se han utilizando ratas y ratones como modelo. Uno de estos aceites es el de la planta Citrus medica (conocido también como citrón, que es un tipo de limón amarillo) que demostró reducción de niveles plasmáticos de glucosa, triglicéridos, LDL, y VLDL16.
En 2013 se evaluó el efecto del aceite esencial de la hoja de Citrus sinensis (la naranja dulce) en ratas con diabetes inducida por aloxano; en este estudio se reporta la observación de un efecto anti hiperglucémico significativo y se menciona que puede ser atribuido a la presencia de monoterpenos, los cuales pueden provocar estos efectos16.
La rutina, un flavonoide cítrico natural, tiene eficacia para reducir la hiperglucemia y también actúa como antioxidante; ensayos han demostrado que la suplementación con rutina reduce significativamente los niveles de glucosa en pacientes diabéticos4.
De esta manera, investigaciones recientes reportan estudios realizados donde se sugiere que los flavonoides de cítricos juegan un papel importante en la modulación del metabolismo de los lípidos y en la atenuación de varias enfermedades, incluidas la obesidad y la arterosclerosis, por lo que actualmente se está investigando los mecanismos en los que actúan y su uso como alternativas seguras y naturales para tratar la obesidad y la diabetes4.
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