Dr. Edwin Enrique Martínez Leo
Instituto Nacional de Investigación y Educación en Salud y Nutrición
El sistema inmunológico representa uno de los sistemas más complejos y especializados del organismo. Se conforma de diversas células cuya principal función es responder a infecciones o cualquier lesión. Por ejemplo, ante una lesión química (veneno de una serpiente o toxina), física (golpes o agresiones al cuerpo) o biológica (virus y bacterias), las células del sistema inmunológico son las responsables de combatir la lesión y resolver el estado de inflamación que se genera en respuesta a la lesión misma.
Las células inmunes “vigilan” constantemente al organismo, a través del torrente sanguíneo, y migran hacia múltiples tejidos donde se enfrentan a condiciones ambientales variables. La disponibilidad de nutrimentos puede variar durante la homeostasis, especialmente durante el curso de una respuesta inmune, generando una demanda de células inmunes que son altamente metabólicas. En los últimos años, se ha evidenciado que el metabolismo celular afecta la función y diferenciación de las células inmunes, y que configuraciones metabólicas específicas de la enfermedad podrían proporcionar una explicación a la disfunción del sistema inmunológico que presentan personas con enfermedades crónico-metabólicas.
El patrón de alimentación, la edad y el estilo de vida son factores que pueden disminuir o favorecer la respuesta inmunológica. Actualmente, el patrón de consumo de alimentos, caracterizado por una dieta elevada en productos procesados, aunado al incremento de peso, conduce a una respuesta suprimida del sistema inmunológico.
Para identificar si se está teniendo un tipo de dieta que puede perjudicar el buen funcionamiento del sistema inmune, inicialmente, se debe valorar la ingestión diaria de azúcares simples y grasas saturadas de la dieta, que están presentes en refrescos embotellados, panes, galletas, bebidas azucaradas. Paralelamente, hay que evaluar si la ingestión de frutas y verduras está dándose en cantidades adecuadas, puesto que estas últimas aportan importantes nutrimentos que le dan fuerza al sistema inmunológico para responder a la enfermedad.
Por mucho tiempo, la interacción entre nutrición, estado nutricional y función inmune ha sido objeto de investigación. Diversos nutrimentos y compuestos bioactivos guardan una estrecha conexión con el funcionamiento del sistema inmunológico. Entre los nutrimentos que han demostrado, ser importantes para el sistema inmunológico destacan los siguientes:
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