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La guanábana es una fruta que en México se consume preferentemente fresca, el estado de Nayarit es uno de los principales productores a nivel nacional y mundial. Sin embargo, se trata de un fruto con poca popularidad, por lo que investigadores del Instituto Tecnológico de Tepic (ITT) decidieron aprovechar la pulpa para darle un uso distinto. Al analizarla descubrieron que, al igual que en los demás órganos del árbol, en la pulpa había presencia de acetogeninas, sustancias con propiedades quimioterapéuticas, entre ellas la de ser anticancerígena.

La investigación dirigida por la Dra. Efigenia Montalvo Gonzales, busca identificar las acetogeninas presentes en la pulpa del fruto del guanábano (Annano muricata L.). Los estudios se realizaron en la pulpa fresca de esta futa, así como en la pulpa congelada a -20 °C por periodo de 1 semana, 15 días y un mes, además de en nieve de guanábana. Paralelamente se evaluó la presencia de acetogeninas en productos elaborados a base de pulpa de guanábana tratados térmicamente (yogurt, puré, jugo y néctar) y de productos sin tratamiento térmico (jugo y néctar de guanábana tratados con ultrasonido y pasteurización en frío).

Los resultados arrojaron que las acetogeninas se encuentran presentes en la pulpa en fresco y en la congelada, por lo que la congelación y el almacenamiento no las afectan. En cuanto a los productos procesados, aún no se obtienen los resultados correspondientes, ya que esta investigación está programada para realizarse en dos años; las concluisones estarán disponibles aproximadamente en 2015.

La actividad citotóxica de las acetogeninas radica en su capacidad de bloquear la respiración mitocondrial (respiración celular), lo que tiene como consecuencia que la célula no produzca ATP; al bajar las concentraciones de este y ser insuficiente, la célula muere. Estudios in vitro han demostrado la actividad antitumoral de las acetogeninas contra diversas líneas celulares de cáncer de páncreas, próstata, mama, pulmón, piel e hígado. Por otro lado, algunos estudios han hablado sobre posibles sustancias neurotóxicas presentes en la familia Annonaceae y de que inclusive las mismas acetogeninas puedan ser neurodegenerativas. Si bien es cierto que ciertas sustancias como los alcaloides isoquinolínicos se proponen como neurotoxinas potenciales, no hay pruebas suficientes para asegurar que lo son. Además, estudios in vitro en células demostraron que los alcaloides del Annano muricata L. presentan una débil neurotoxicidad.

Esta investigación aún tiene mucho qué ofrecer, la Dra. Montalvo espera poder presentar sus resultados en el congreso Food Science and Food Biotecnology in Developing Countries en noviembre del presente año, así como publicar un artículo con los mismos. Durante el 2015 planea realizar una estancia en Brasil, donde también se ha trabajado con la identificación de las acetogeninas de las especies de anonáceas que se cultivan ahí.

La investigación también busca darle un valor agregado al fruto para aprovecharlo de mejor manera, ya que actualmente se desperdicia un 20% de la producción.

Al concluir el proyecto y conocer los resultados acerca de si el procesamiento (térmico o no) de los alimentos derivados de la guanábana afecta o no a las acetogeninas, se puede buscar elaborar productos a base de guanábana como helado, yogurt, néctar o puré, asegurando la presencia de acetogeninas en ellos.

Bibliografía: www.pncta.com.mx

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