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Las proteínas en la dieta son muy importantes, pero a la hora de comer nos enfrentamos a elegir entre las de origen animal o vegetal. ¿Cuáles son mejores?

Muchas veces creemos que tenemos que elegir ciertos alimentos sobre otros porque unos son malos para nuestra salud. Pero, hay que recordar que la clave en la relación entre lo que comemos y nuestra salud, es una dieta variada.

Cuando se trata de las proteínas, tenemos que debatirnos entre elegir las de origen animal o vegetal. Cada una aporta un tipo de calidad de proteínas y ambas son importantes para nuestra salud. Lo más importante a la hora de elegir las proteínas que más nos convienen, son las porciones.

Las proteínas de origen animal están más asociadas con el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y una mayor mortalidad. Esto se debe no a que estas proteínas sean malas, sino a la cantidad que consumimos.

Por otra parte, las proteínas de origen vegetal están relacionadas con una mejor salud. Es verdad que cuando comemos verduras tenemos otros beneficios, como el contenido de vitaminas y de fibra. Pero, hay algo más que debemos considerar.

Hábitos en cadena

La buena salud o la salud equilibrada dependen de varios factores y, aunque la alimentación es muy importante, no es el único. El nivel de salud que tengamos depende de nuestros hábitos.

Un estudio que analizó los hábitos de alimentación de 85 mil mujeres y 46 mil hombres, con una edad promedio de 49, y un monitoreo durante 32 años (con cuestionarios cada 4 años), mostró que las personas que consumían más proteína vegetal que animal, tenían un menor riesgo de padecer enfermedades cardiacas.

Los investigadores se dieron cuenta de que esta elección de alimentos estaba relacionada con otros factores. Era más común que las personas que consumían más proteína animal, tuvieran hábitos como menos actividad física, un consumo mayor de alcohol, exceso de peso, etc.

Esto da indicios de que los hábitos en general construyen lo que llamamos “buena salud”. Es como si fuera una reacción en cadena: ciertos hábitos atraen otros. Es más probable que una persona que tiene la costumbre de hacer ejercicio, tome más agua y coma más vegetales.

Lo mejor de todo es que estos hábitos pueden adquirirse poco a poco. Por ejemplo, en el caso de las proteínas, si cambiamos 5% de las proteínas animales por vegetales, se reduce el riesgo de enfermedad cardiaca.

Insistimos: no hay alimentos malos porque cada uno tiene algo que aportar a nuestra salud. El secreto está en la variedad de lo que comemos y en la cantidad.

Fuentes:

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