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Probióticos para tratar los efectos secundarios de la quimioterapia

La quimioterapia es una de las principales formas para combatir diferentes tipos de cáncer. Pero sus efectos secundarios afectan la calidad de vida de los pacientes. Esta situación podría mejorar gracias a los probióticos.

La quimioterapia es todavía el tratamiento más importante para combatir el cáncer. A pesar de los avances científicos y de que cada vez los tratamientos contra esa enfermedad son más precisos, los efectos secundarios pueden afectar la calidad de vida de los pacientes.

Uno de esos efectos secundarios es la mucositis, una inflamación de las mucosas. Esta puede afectar tanto a la boca, como al estómago o al intestino, provocando úlceras bucales, diarreas, inflamación  y dolor abdominal intenso.

Aproximadamente el 40% de las personas que reciben quimioterapia en dosis estándar y casi el 100% de quienes reciben una dosis alta, padecen mucositis, así que es un problema importante que acompaña al tratamiento contra el cáncer. Sobra decir que las personas que pasan por un tratamiento así, no necesitan una molestia extra, así que encontrar una alternativa es urgente.

La mucositis va dañando poco a poco la pared del intestino y en una etapa avanzada causa dolores agudos en los pacientes. Esos daños en el intestino causan la proliferación de microorganismos patógenos que pueden causar infecciones, diarreas y otras molestias.

Regulando la microbiota intestinal

La mucositis tiene dos momentos críticos, uno cuando se produce un daño en la pared intestinal y otro cuando ese tejido comienza a regenerarse. Esto último sucede generalmente cuando se ha suspendido el tratamiento con quimioterapia.

El cuadro sintomático de la mucositis también incluye un desequilibrio en la microbiota intestinal. Ahí es donde los probióticos podrían desempeñar un papel importante. Aunque las investigaciones sobre estos avanzan cada vez más, muchas sugieren que estos microorganismos ayudan a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal.

Una microbiota intestinal saludable (o equilibrada) está relacionada con una mejor salud del organismo en general, ya que está vinculada con una mejor repuesta del sistema inmune. Los microorganismos probióticos que están en el intestino, evitan la proliferación de patógenos y la transmisión de estos a otros órganos. Por ello, actualmente se están estudiando más a fondo para determinar hasta qué punto pueden constituir un tratamiento contra la mucositis.

La promesa de los probióticos

La pared intestinal se encarga de proteger contra patógenos al organismo y también de absorber nutrimentos de los alimentos que ingerimos. Un daño en ese tejido puede causar problemas al organismo completo.

La quimioterapia modifica el tipo y la cantidad de microorganismos que hay en el intestino, lo cual puede derivar en infecciones o en problemas inflamatorios, como ya se dijo, pero también afecta la absorción de nutrimentos, precisamente por los daños a la mucosa y pared intestinales.

Si los probióticos son capaces de restablecer la microbiota intestinal, equilibrarla y lograr que los microorganismos benéficos sean más abundantes que los patógenos, podrían convertirse en una alternativa terapéutica que contrarreste los efectos de la quimioterapia, mejorando la calidad de vida de las personas que padecen cáncer.

Para ello, los investigadores continúan analizando distintas cepas probióticas para identificar la función de cada una y poder usarlas de una manera más enfocada en la necesidad particular de los pacientes.

Varios estudios en ratones han demostrado que algunas cepas de probióticos en particular ayudan a reparar el tejido de la pared intestinal, por ejemplo, Escherichia coli Nissle 1917, la combinación VSL # 3 y Bifidobacterium infantis.

Se necesitan mayores investigaciones sobre las ventajas que los probióticos nos ofrecen para contrarrestar los efectos de tratamientos como la quimioterapia y también para nuestra salud en general, así como ser probados más ampliamente en humanos. Pero los descubrimientos actuales nos ponen en la pista de que estos microorganismos tienen un papel fundamental en nuestra salud.

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