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El cáncer de mama es el que más afecta a las mujeres y está creciendo aceleradamente. Un auxiliar de prevención contra esta enfermedad es el consumo de carotenoides. Estos compuestos naturales tienen altas propiedades antioxidantes, que los hacen protectores contra el cáncer.

El cáncer de mama es uno de los más frecuentes en mujeres, tanto en países desarrollados como en subdesarrollados, según la Organización Mundial de la Salud. Casi 1,7 millones de casos nuevos fueron diagnosticados en el 2012, lo que representa alrededor del 12% de todos los casos nuevos de cáncer y el 25% de todos los cánceres en las mujeres. Es el segundo tipo más común de cáncer en general después del cáncer de pulmón.

Los resultados de una investigación realizada en China sugieren que el consumo de un grupo de carotenoides, unos pigmentos que se encuentran de manera natural en algunas plantas, está asociado con un riesgo menor de padecer cáncer de mama.

Los carotenos que cumplen esta función protectora son: alfa-caroteno, beta-caroteno, licopeno y luteína/zeaxantina. El beta-criptoxantina también fue estudiado y no mostró esa propiedad.

El estudio

Las participantes en el estudio fueron 521 mujeres de entre 25-70 años que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama en periodo no mayor a 3 meses, y se contrastó con un número igual de mujeres de las misma edad, sin diagnóstico.

A pesar de que ya había algún antecedente del efecto de los carotenoides sobre el cáncer, este estudio es el primero que se dedicó a analizar los tipos específicos de estos pigmentos, para evaluar cuáles son más efectivos contra la enfermedad y explorar si podrían constituir una medida preventiva auxiliar.

Los investigadores de la Universidad Yat-sen Sun y la Universidad Médica de Guangzhou en China, dijeron: “Sólo tenemos conocimiento de un estudio previo que investigó la asociación entre los carotenoides específicos circulantes [en la dieta] y el riesgo de cáncer de mama en la población china, y la evidencia del efecto protector de cada carotenoide en suero individual es inconsistente”.

En un artículo, publicado en el British Journal of Nutrition, los autores del estudio dicen que “no encontraron evidencia de un papel protector” de los carotenoides específicos en suero o plasma, porque pudieron haber estado limitados por pocas muestras y una representación restringida de los grupos socioeconómicos.

“Es biológicamente plausible un papel protector de los carotenoides en la etiología del cáncer de mama. Los carotenoides pueden proteger contra el daño del ADN mediante la neutralización de las especies reactivas de oxígeno (radicales libres) y la activación del sistema de transcripción del elemento de respuesta antioxidante. Además de su potencial antioxidante, algunos carotenoides como el α-caroteno, β-caroteno y β-criptoxantina, se metabolizan a retinol, que está implicado en la diferenciación celular”.

Los investigadores detrás de este último artículo dijeron que la tasa de incidencia de cáncer de mama de la mujer en China seguía siendo significativamente menor que en los países occidentales, pero la tasa había visto un “aumento rápido”.

¿Cómo funcionan los carotenoides?

Los carotenoides son ricos en antioxidantes que protegen a las células de radicales libres que las oxidan, destruyendo las membranas celulares y afectando al ADN. Esta propiedad antioxidante es lo que hace que los carotenoides sean un auxiliar preventivo contra el cáncer de mama, de piel y de próstata principalmente.

Los carotenoides se encuentran de manera natural en algunos alimentos por lo que es sencillo incorporarlos a la dieta cotidiana. Aunque también hay suplementos de estos pigmentos, es más conveniente consumirlos en los alimentos porque la interacción de los carotenoides con otros elementos puede potenciar sus beneficios.

¿Qué alimentos tienen carotenoides?

El más común de estos antioxidantes es el beta-caroteno. Algunos de los alimentos que lo contienen son:

Alimentos Beta-Caroteno 
(microgramos)
Chabacanos, 1 taza, crudos 1,635
Brócoli, 1 taza, crudos 807
Coles de Bruselas, 1 taza, cocinados 669
Melón, 1/8 melón 1,325
Zanahoria, 1 grande 15,503
Guayaba, 1 taza, cruda 750
Col rizada, 1 taza, cruda 3,577
Mango, 1 taza, crudo 3,851
Calabaza, 1 taza, cruda 31,908
Pimiento rojo, 1 taza, cruda 2,840
Espinaca, 1 taza, cruda 1,196
Camote, 1 taza, crudo 26,184
Jitomate, 1 taza, crudo 446
Sandía, 1/16 634

Incluye carotenoides en tu dieta

Los carotenoides son muy accesibles porque se encuentran en varios de los alimentos que ya comemos cotidianamente. Algunos de los consejos para asegurarte que tienes un consumo habitual de estos, son:

  • Que tu comida tenga una diversidad de colores. Mientras más colorida sea tu comida, es más probable que tenga una gran cantidad de carotenoides, así como otros nutrimentos saludables
  • Mantén una bolsa de zanahorias baby cerca de ti
  • Limita el almacenamiento de frutas y verduras. Una vez que las plantas que contienen carotenoides se cosechan y almacenan, sus antioxidantes activos pierden gradualmente su potencia. Para obtener productos frescos de temporada, visita el mercado local
  • No cocines las verduras. Aunque todavía consigues una cantidad sustancial de carotenoides en las verduras cocidas, sin duda, se obtienen mucho más si las comes crudas. Pero, hay algunas excepciones: las zanahorias, por ejemplo, liberan más carotenoides si se cocinan o si se hacen en puré

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