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La salud del corazón, en buena medida, depende de algunos hábitos relacionados con la alimentación y la actividad física. Incluso cuando existe algún factor genético o hereditario, estos hábitos pueden ayudar a que el padecimiento sea más llevadero y apoyar al tratamiento médico que corresponda.

Los problemas relacionados con el corazón, tales como las enfermedades cardiacas, los niveles altos de colesterol, el daño en las paredes vasculares, etc., se tratan casi exclusivamente con medicamentos.

Los productos complementarios, como los suplementos alimenticios, tienen que realizar estrategias nuevas para que los consumidores les den una oportunidad. Algo similar sucede con las recomendaciones dietéticas.

En el caso de la alimentación, una de las principales estrategias para reducir las probabilidades de desarrollar padecimientos cardiovasculares o de aminorar los efectos de estos, es seguir las recomendaciones de los organismos internacionales dedicados a la salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés).

Entre los lineamientos dietéticos propuestos por estas organizaciones están la reducción del consumo de sal y de grasas saturadas, y el consumo moderado de alcohol. Esto contribuye a mantener un peso corporal más saludable.

Como parte de las recomendaciones dietéticas, se sugiere tomar como base al “Plato del bien comer”. Este plato “incluye un montón de alimentos ricos en almidón, fuentes de proteínas magras, como la carne y aves magras, productos lácteos bajos en grasa, leguminosas, nueces y semillas, mucha fruta y verduras y pescado azul”, dice la doctora Stacey Lockyer, científico de la nutrición en la Fundación británica de Nutrición (BNF).

Sin embargo, es probable que con el ritmo de vida y las ocupaciones cotidianas, no sea posible seguir al pie de la letra el plato del bien comer o algunas otras recomendaciones como hacer 5 comidas al día. En ese caso, recurrir a suplementos que brinden los nutrimentos que debería llevar una dieta para ser saludable, es una buena opción.

Existen suplementos, aprobados por las regulaciones internacionales, que pueden contribuir a mejorar la salud en general y la del corazón en particular. Estos proveen dosis adecuadas de los nutrimentos que quizá no consumimos de manera suficiente y regular. Un ejemplo de esto son los flavonoides que ayudan a reducir los niveles de colesterol.

De acuerdo con Victoria Taylor, “Hay que recordar que los ingredientes con un beneficio para la salud del corazón, deben de utilizarse solamente como un complemento de una dieta sana y equilibrada, no para reemplazar nada y no deben sustituir una medicación prescrita”. Es decir, son una herramienta dentro de una serie de acciones que procuran el bienestar del corazón o del organismo en general y no deben utilizarse como una solución única y aislada.

Por ejemplo, a las personas que tienen niveles altos de colesterol, por lo general se les receta estatinas, que puede ser complementado con beta-glucanos para aumentar la efectividad del tratamiento.

Frente a las múltiples opciones de suplementos para mejorar la salud cardiaca que tienen los consumidores, Julian Mellentin, director de análisis y puntos de vista de consultoría de New Nutrition Business, señala que “Los consumidores tienen un exceso de opciones y, aún así, la salud del corazón no ha mejorado mucho“. Así que en su opinión, estos complementos tienen pocas esperanzas de crecer en el mercado.

Entonces, la industria de alimentos, en la parte que desarrolla los suplementos, tiene el reto de mostrar a los consumidores que las medidas prescritas por los médicos, más las recomendaciones dietéticas pueden colaborar para mejorar la salud.

Como parte de las opciones para cuidar día a día la salud del corazón, existen algunas estrategias que se pueden llevar a cabo con facilidad y que intervienen en la elección de ciertos productos. Por ejemplo:

  • Cambiar la mayonesa regular por una light o reducida en grasa
  • Comer quesos bajos en grasas
  • Elegir carne de res magra y combinarla con carne de pavo para preparar ciertos platillos que lleven carne molida
  • Consumir chocolate oscuro, en vez de blanco o con leche
  • Aumentar el consumo de granos enteros
  • Elegir harinas integrales

Algunas de estas opciones no alteran el sabor de los alimentos, por lo que no es difícil elegirlas. En los casos en los que el sabor puede verse alterado por la sustitución de un ingrediente, hay recetas que pueden compensar esa diferencia. La idea es buscar opciones que contribuyan a mejorar la salud y que no requieran un sacrificio, porque esto hace que las opciones parezcan no tan viables.

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