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COVID: Panorama de la alimentación infantil en México

LN. Jana Jaffet Carrillo Concilión

Consultora

Durante la pandemia por la COVID-19 se ha reafirmado la importancia en la que deriva mantener hábitos de alimentación y estilo de vida saludables. Llevar una nutrición adecuada durante la infancia no es la excepción, y es fundamental para propiciar el crecimiento y desarrollo óptimo hasta alcanzar la etapa adulta1

Una alimentación equilibrada es vital para que niños y niñas sean menos susceptibles a la enfermedad y los protege del riesgo de padecer desnutrición, anemia2 y otras deficiencias de micronutrimentos, de presentar infecciones comunes de la infancia, retardo en el crecimiento y en el desarrollo físico-cognitivo, y menor predisposición de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes e hipertensión, por citar algunos3,4. Sin embargo, en los hogares han surgido retos para mantener y/o mejorar la nutrición por el impacto del confinamiento, propiciando que la inseguridad alimentaria a nivel mundial incremente diariamente (la inseguridad alimentaria se define como la condición que resulta de un acceso incierto o nulo a alimentos nutricionalmente adecuados y socialmente aceptables5).

Ante la actual crisis sanitaria mundial provocada por la COVID-19, la economía y calidad de vida de millones de personas se han visto afectadas drásticamente. De hecho, mucho antes de la pandemia, fue declarado que no se cumplirían con los objetivos de poner fin al hambre y la malnutrición mundiales para 2030, por lo que ahora surge la necesidad de reflexionar más a fondo sobre la mejor manera de hacer frente a los factores principales que contribuyen a la situación mundial de inseguridad alimentaria y malnutrición actual6.

En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, refirió que el 55.5% de los hogares presenta algún grado de inseguridad alimentaria, siendo las comunidades rurales las que encabezan dicha estadística7 y está asociada fuertemente al estado de nutrición de niños y mujeres8, coexistiendo la desnutrición crónica, el déficit de micronutrimentos y el sobrepeso y obesidad en niños pequeños9. Esta situación nutricional ha incrementado el riesgo de la población ante la actual pandemia y, aunque las tasas de mortalidad por la enfermedad de COVID-19 parecen ser bajas en niños y niñas, estos grupos resultan siendo afectados por la intermitencia generada en la atención en los servicios de salud y nutrición necesarios para su monitoreo, lo que podría aumentar el riesgo en la morbimortalidad de este grupo considerado vulnerable10. La evidencia demuestra que las situaciones de emergencia y crisis económicas profundizan la inseguridad alimentaria entre las poblaciones vulnerables, sobre todo en aquellas que destinan una gran parte de sus ingresos a la compra de alimentos11.

La inseguridad alimentaria existente en nuestro país y, ligada a la crisis económica ocasionada por la COVID-19, provoca que las familias, incluidos niños y niñas, reduzcan la diversidad y calidad nutricional de su dieta, así como la cantidad de alimentos ingeridos para cubrir sus requerimientos energéticos. Esto provoca que dependan del consumo de alimentos ricos en energía, azúcar, sal y grasa, de pobre calidad nutrimental que, a menudo, son de bajo costo y de alcance inmediato para la familia, lo cual reduce notablemente el consumo de alimentos frescos como las frutas, verduras y otros alimentos perecederos que en algunos casos resultan más costosos para su adquisición12. Todo esto afecta el estado de nutrición de los niños pequeños, aumentando las deficiencias de macronutrimentos y micronutrimentos, provocando retraso del crecimiento e incrementando su morbilidad y mortalidad por las enfermedades infecciosas13.

Actualmente, nuestro país no cuenta con programas sólidos que fomenten la prevención de la malnutrición en niños y niñas pequeñas, que incluya primordialmente la etapa de los primeros 1,000 días de vida y que sostenga el impacto del aumento en la inseguridad alimentaria provocada por la pandemia de COVID-19. Es importante crear un plan de emergencia aterrizado a corto plazo, para proteger el estado de salud y nutrición de este grupo vulnerable y sus familias. 

Los ritmos de avance actual con respecto al retraso del crecimiento infantil, la lactancia materna exclusiva y el bajo peso al nacer son insuficientes, mientras que los avances en materia de sobrepeso y de emaciación infantiles han quedado paralizados o la situación está empeorando6. Es por ello por lo que se debe continuar incentivando los programas y servicios para proteger, promover y apoyar la nutrición y alimentación materno infantil, incluida la lactancia materna, por los beneficios que otorga a nuestro entorno por ser un alimento natural, nutritivo, seguro, sostenible, gratuito y de fácil acceso para los infantes y que protege sus derechos humanos y la economía del sostén familiar.

Para aumentar la disponibilidad de alimentos inocuos y nutritivos y reducir su costo, se requieren urgentemente intervenciones a lo largo de las cadenas de suministro de alimentos, principalmente como medio de incrementar la asequibilidad de las dietas saludables en la población infantil y esto compromete al gobierno federal para realizar políticas, inversiones y leyes que contemplen las etapas de producción hasta el consumo de los alimentos con la finalidad de alcanzar las metas de los objetivos de desarrollo sostenible planteadas para 2030 y propuestas por la Organización Mundial de la Salud14.

Los cambios negativos en la alimentación, junto con la disminución de actividad física, que se han reportado en otros estudios15 realizados durante el confinamiento, tienen implicaciones sobre  la  salud  pública16 y las estrategias para luchar con la mala nutrición en infantes en el contexto de la pandemia, deberán incluir el fomento de la lactancia materna exclusiva siguiendo las medidas de protección contra COVID-19, la alimentación complementaria adecuada, el consumo de verduras, frutas, leguminosas y agua potable, la compra de alimentos locales y de temporada, la disminución del consumo de alimentos y bebidas procesados y un menor tiempo frente a pantallas para dar paso a la actividad física, entre otros17.

La pandemia por COVID-19 nos ha recordado a todas y todos lo importante que es alimentarnos sanamente y llevar una vida activa, no solamente para reducir la gravedad de una infección, sino también para prevenir las enfermedades que dañan el organismo y nuestra calidad de vida, a edades cada vez más tempranas. Por ello, es muy importante proteger a niños y niñas llevando una alimentación saludable en casa, manteniéndolos sanos y activos, y con un sistema inmunológico fuerte derivado de hábitos sostenidos por largo tiempo.

Bibliografía:

  1. Black, R. E., Victora, C. G., Walker, S. P., Bhutta, Z. A., Christian, P., Onis, M. de, Ezzati, M., Grantham-McGregor, S., Katz, J., Martorell, R., y Uauy, R. (2013) Maternal and child undernutrition and overweight in low-income and middle-income countries. The Lancet, 382(9890), 427-451. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(13)60937-X

2. Wieringa F. T., Dijkhuizen M. A., y Berger J. (2012). Consequences of micronutrient deficiency and interventions to improve micronutrient status. En Watson R. R., Grimble G., Preedy V. R., y Zibadi S. (eds.). Nutrition in Infancy, 1, Nutrition and Health Series, pp. 333-342. Humana Press. https://doi.org/10.1007/978-1-62703-224-7_23

3. Black, R. E., Allen, L. H., Bhutta, Z. A. Caulfield, L. E., Onis, M. de, Ezzati, M., Mathers, C., y Rivera, J. (2008). Maternal and child undernutrition: global and regional exposures and health consequences. The Lancet, 371(9608), 243-260. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(07)61690-0

4. Hoddinott J., Behrman J. R., Maluccio J. A., Flores R., y Martorell R. (2008). Effect of a nutritional intervention during early childhood on economic productivity among Guatemalan adults. The Lancet, 371(9610), 411–416. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(08)60205-6

5. Anderson SA, Bickel G, Nord M, Price C. (1990). Core indicators of nutritional state for difficult-to-sample populations. The Journal of Nutrition, 120, 1559S-1600S.

6. FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. (2021). Versión resumida de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021. Transformación de los sistemas alimentarios en aras de la seguridad alimentaria, una mejor nutrición y dietas asequibles y saludables para todos. Roma, FAO. https://doi.org/10.4060/cb5409es

7. Instituto Nacional de Salud Pública. (2018). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018. INEGI, Instituto Nacional de Salud Pública, Secretaría de Salud.

8. Shamah-Levy, T., Mundo-Rosas, V., y Rivera-Dommarco, J. A. (2014). La magnitud de la inseguridad alimentaria en México: su relación con el estado de nutrición y con factores socioeconómicos. Salud Pública de México, 56(suplemento 1), S79-S85. https://doi.org/10.21149/spm.v56s1.5169

9. Pérez-Ferrer, C., McMunn, A., Zaninotto, P., & Brunner, E. J. (2018). The nutrition transition in Mexico 1988-2016: the role of wealth in the social patterning of obesity by education. Public health nutrition, 21(13), 2394–2401. https://doi.org/10.1017/S1368980018001167

10. Roberton, T., Carter, E. D., Chou, V. B., Stegmuller, A. R., Jackson, B. D., Tam, Y., Sawadogo-Lewis, T., y Walker, N. (2020). Early estimates of the indirect effects of the covid-19 pandemic on maternal and child mortality in low-income and middle-income countries: a modelling study. The Lancet, 8(7), E901-E908. https://doi.org/10.1016/S2214-109X(20)30229-1

11. De Pee, S., Brinkman, H.-J., Webb, P., Godfrey, S., Darnton-Hill, I., Alderman, H., Semba, R. D., Piwoz, E., y Bloem M. W. (2010). How to ensure nutrition security in the global economic crisis to protect and enhance development of young children and our common future. The Journal of Nutrition, 140(1), 138S-142S. https://doi.org/10.3945/jn.109.112151

12. Brinkman, H-J., De Pee, S., Sanogo, I., Subran, L., y Bloem, M. W. (2010). High food prices and the global financial crisis have reduced access to nutritious food and worsened nutritional status and health. The Journal of Nutrition, 140(1), 153S–161S. https://doi.org/10.3945/jn.109.110767

13. Sari, M., De Pee, S., Bloem, M. W., Sun, K., Thorne-Lyman, A. L., Moench-Pfanner, R., Akhter N., Kraemer, K., y Semba, R. D. (2010). Higher household expenditure on animal-source and nongrain foods lowers the risk of stunting among children 0–59 months old in Indonesia: Implications of rising food prices. The Journal of Nutrition, 140(1), 195S–200S. https://doi.org/10.3945/jn.109.110858

14. UNSDG. (2018). Desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe: desafíos y ejes de política pública. Panamá, Grupo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe.

15. Ammar, A., Brach, M., Trabelsi, K., Chtourou, H., Boukhris, O., Masmoudi, L., Bouaziz, B., Bentlage, E., How, D., Ahmed, M., Müller, P., Müller, N., Aloui, A., Hammouda, O., Paineiras-Domingos, L.L., Braakman-Jansen, A., Wrede, C., Bastoni, S., Pernambuco, C.S., Mataruna, L., Taheri, M., Irandoust, K., Khacharem, A., Bragazzi, N.L., Chamari, K., Glenn, J.M., Bott, N.T., Gargouri, F., Chaari, L., Batatia, H., Ali, G.M., Abdelkarim, O.; Jarraya, M., El Abed, K., Souissi, N., Van Gemert-Pijnen, L., Riemann, B.L., Riemann, L., Moalla, W., Gómez-Raja, J., Epstein, M., Sanderman, R., Schulz, S.V.W., Jerg, A., Al-Horani, R., Mansi, T., Jmail, M., Barbosa, F., Ferreira-Santos, F., Šimunič, B., Pišot, R., Gaggioli, A., Bailey, S.J., Steinacker, J.M., Driss, T., Hoekelmann, A., On Behalf of the ECLB-COVID19 Consortium. (2020). Effects of COVID-19 Home Confinement on Eating Behaviour and Physical Activity: Results of the ECLB-COVID19 International Online Survey. Nutrients 12, no. 6: 1583. https://doi.org/10.3390/nu12061583

16. Pellegrini, M., Ponzo, V., Rosato, R., Scumaci, E., Goitre, I., Benso, A., Belcastro, S., Crespi, C., De Michieli, F., Ghigo, E., Broglio, F., Bo, S. (2020). Changes in Weight and Nutritional Habits in Adults with Obesity during the Lockdow Period Caused by the COVID-19 Virus Emergency. Nutrients 12, no. 7: 2016. https://doi.org/10.3390/nu12072016

17. Bonvecchio, A., Unar, M., Pacheco, S., Rivera-Dommarco, J. (2021). Efectos de la Covid-19 en la seguridad alimentaria y estado de nutrición en niños y niñas en México. Instituto Nacional de Salud Pública. 

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