Consumo de leche para el desarrollo infantil
La leche es una fuente de proteína animal muy completa y necesaria para asegurar una buena nutrición en la población. Por esta razón, el Consejo Latinoamericano de Proteína Animal (COLAPA) celebra la gran iniciativa de la FAO, al institucionalizar el Día Mundial de la Leche (1° de Junio) para apoyar el consumo de tan importante alimento.
Luis Bakker, coordinador de COLAPA, señaló que América Latina está considerada como un proveedor importante de este nutrimento a nivel global por sus condiciones geográficas, su capacidad empresarial y el potencial desarrollo económico. Actualmente, Latinoamérica produce alrededor del 11% de la producción global de leche, que se estima supera los 770 millones de toneladas al año según la Federación Internacional de Lechería.
Existen varios ejemplos que demuestran los beneficios de la leche y los lácteos en la dieta, uno de ellos son las mejoras cognitivas de los niños. Según un estudio del investigador C. G. Neumann, publicado en 2007 en el Journal of Nutrition, los niños alimentados con una dieta que incluía leche como fuente de proteína animal, presentaron un incremento en su capacidad de aprendizaje escolar del 28%, más que la de aquellos que no fueron alimentados con esta fuente de proteína.
Un estudio en México observó que incluir medio litro de leche en la dieta durante 90 días, logró incrementar el estatus nutricional de los niños, así como su talla y peso.
La leche tiene la capacidad de aportar nutrimentos esenciales para reducir el hambre y la desnutrición. El consumo de proteína animal, como la proveniente de la leche, está asociado con un mejor crecimiento, estatus de micronutrientes, desempeño cognitivo, desarrollo motriz y actividad en niños. Los lácteos, específicamente, pueden ayudar a incrementar su estatura hasta 0.4 cm extra por año.
La FAO en su reporte “Milk and Dairy Products in Human Nutrition”, publicado en 2013, reconoce que la leche combate la desnutrición al proveer entre 25-33% de los requerimientos diarios de proteína (considerando una porción de 200 a 250mL de ésta), generando un impacto positivo en la talla, peso y crecimiento en niños desnutridos. Los componentes de la leche que más contribuyen a combatir la desnutrición infantil son las proteínas (péptidos y otros factores bioactivos), los minerales (fósforo) y la lactosa que puede ayudar a mejorar la absorción de minerales y proveer un efecto prebiótico.
Para el 2050 la demanda de proteína animal incrementará en 60%, ya que se espera que la población mundial llegue a nueve mil millones de personas, y América Latina está considerada para ser uno de los grandes proveedores de alimento, principalmente de leche.
Hoy la leche, en conjunto con otros productos lácteos, tiene la capacidad de mejorar la nutrición y la salud de millones de personas, al mostrar mayor eficiencia en la producción y ser sinónimo de comida segura, asequible y sostenible (FAO).
