Aprendiendo de la cerveza y del pan
Las levaduras presentes en alimentos fermentados, como la cerveza, el pan, la salsa de soya y el vino, pueden convertirse en aliados de nuestra microbiota intestinal.
La microbiota intestinal es un conjunto de microorganismos que traen efectos benéficos para la salud. Entre ellos, se encuentran algunas bacterias como Bacteroides thetaiotomicron (Bt).
Una investigación colaborativa reciente, entre las universidades de Michigan, Newcastle, Georgia, Melbourne, Kansas, Victoria y el Departamento de Agricultura de los EE.UU., encontró que las Bt se alimentan de las levaduras presentes en la cerveza, el pan, el vino y la salsa de soya. Estas levaduras están compuestas de mananos (un tipo de carbohidratos) en su pared celular, y sirven para que la cerveza tenga burbujas y que el pan tenga aire, lo que lo hace esponjoso.
El hecho de que se sepa que las Bt se alimentan de las levaduras, específicamente de sus mananos, significa que se pueden recomendar ciertos alimentos para nutrir a esas bacterias y que trabajen mejor en beneficio de la salud, por ejemplo, para desarrollar tratamientos para la enfermedad de Crohn y algunas enfermedades autoinmunes.
Las Bt degradan los carbohidratos complejos que no podemos digerir y producen moléculas que protegen la pared celular del intestino: las “Bacteroides thetaiotaomicron son parte importante de nuestra microbiota, la comunidad de bacterias que viven dentro de nosotros. Estas bacterias convierten los carbohidratos en ácidos grasos de cadena corta que se secretan en nuestro intestino distal; estas bacterias establecen una simbiosis que nutre a las células que recubren nuestra pared intestinal y proporcionan señales importantes para una respuesta inmune saludable”, señaló el Dr. Spencer Williams, de la Universidad de Melbourne, Australia.
Prebióticos para la salud
Entre más sepamos sobre el comportamiento de nuestros microorganismos, mejor los podremos aprovechar. Últimamente se ha puesto especial atención en la microbiota con el objetivo de desarrollar estrategias de intervención y prevención, así como de nuevos medicamentos contra enfermedades crónicas.
En ese sentido, este tipo de investigaciones fijan las pautas para el desarrollo de prebióticos, es decir, el alimento de los microorganismos benéficos que componen la microbiota intestinal.
Bacterias inteligentes
Las Bt están casi exclusivamente en el intestino humano y, según el Dr. Eric Martens, de la Universidad de Michigan: “estas bacterias resultaron ser más inteligentes de lo que pensamos: reconocen y degradan los dos grupos de hidratos de carbono, pero tienen estrategias completamente diferentes para hacerlo, a pesar de la similitud química entre el anfitrión y los carbohidratos de la levadura. Incluso las cantidades relativamente pequeñas de levadura que comúnmente consumimos en los alimentos, son suficientes para afectar la fisiología de nuestras bacterias intestinales amigables.”
Las bacterias tienen la capacidad de obtener los nutrimentos que necesitan para sobrevivir a partir de la dieta que tenemos. En este caso, la levadura contribuye a que las Bt crezcan y funcionen mejor, lo cual significa una mejor respuesta del sistema inmune y una pared intestinal más sana. Es decir, más protegida contra irritaciones, inflamaciones y con un menor riesgo de presentar lesiones o úlceras.
Si podemos alimentar adecuadamente nuestra microbiota, los microorganismos que la forman, nos traerán mayores beneficios.
Fuentes:
