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Símbolo y rito del tamal

Dr. José Luis Curiel Monteagudo

Universidad Iberoamericana

Entre los mexicas, los dioses eran halagados con tamales a lo largo de los 18 cempohualiztli o meses de veinte días. El año iniciaba con Xilomanaliztli o Atlacahualo, “sin agua”, que se refería a una sequía que duraba del 2 al 21 de febrero. En este periodo, ofrecían semillas a Chalchihutlicue, diosa del amor, y a Cinteotl, hijo de Tlazolteotl y esposo de Xochiquetzal. A Quetzalcoatl, sobre bolas gigantes de tamal, daban piezas de guajolote cocidas. La segunda veintena o tlacaxipehualiztli (de 18 de marzo al 6 de abril), se ofrendaba a Xipe Tótec; hacían uilocpalli o macpaltlaxcalli, manos, y pies o xocaltlaxcalli de maíz. La tercera veintena, Tozoztontli o “pequeña vigilia”, (del 14 marzo al 2 de abril), a Tlaloc y a Coatlicue llevaban Coatltamalli, en forma de serpiente, y xochitltamalli, rellenos de flores, y en tlacaxipehualiztli, hacían tzatzapaltamalli, tamales enanos de amaranto para Coatlicue. 

En la “gran vigilia” o Huey tozoztli (del 3 al 22 de abril), a Chicomecóatl, diosa de los mantenimientos, y Cintéotl, dios del maíz, preparaban etzalcualiztli, tamales de frijol. Rompían cuatro días de ayuno, con atolli, y en el tepochcalli simulaban el sacrificio de Coatlicue, hecha tamal de ranas deshebradas. El quinto cempohualiztli era Toxcatl, (del 23 de abril al 12 de mayo), otra sequía, no por falta de lluvia, sino por escasez de maíz; en esta temporada se posponían los tamales. El sexto cempohualiztli, (del 13 de mayo al 1 de junio), Etzalculiztli, preparaban etzahuitamalli de frijol. El séptimo o Tecuilhuitontli, (del 2 al 21 de junio), para Xochipilli o Macuilxochitl, deidad de las cinco flores, ayunaban cuatro días y de noche tomaban tlaculoatolli, de colores con flores. Los cinco días finales, cinco tlacatlacua tamalli (de ayuno) y cinco macuiltamalli, decorados con saetas o xuchmitl, con quelites y zintlixochitl, la flor de maíz. Ofrecían xilotes tiernos a Xilonen, hija de Chicomecoatl y Cintéotltecuhtli. Para evocar el nacimiento de Cinteotl, cada ocho años, ayunaban atltamalcualiztli “tamales de agua”, maíz puro y tierno sin nada. 

Del 25 de agosto al 13 de septiembre o Xocotlhuetzin, festejaban a Huehueteotl, el más viejo de los dioses con tamales de amaranto. Festejaban a los leñadores y la caída de los primeros frutos. En lo alto de un poste ponían a Huehueteotl hecho de tamal, con cabellos canosos y un pájaro de amaranto y miel con plumas de quetzal, pico dorado y patas de piñas de pino. La onceava veintena era Ochpanitztli, “fiesta del barrido”, (del 21 de agosto al 9 septiembre), los mexicas barrían, en recuerdo de Huitzilopochtli quien fue engendrado cuando su madre barría. Se hartaban de tamales. Después, comenzaba el ayuno tlaxcaltlacualli. La doceava veintena era Teotelco, el “arribo de los dioses”, (del 10 al 29 de septiembre); llegaban Yacatecuhtli, Yacapitzahuatl, Xiuhtecuhtlí y Cinteotl. Con el sol equinoccial, honraban a Chicomecoatl, “siete serpiente”, diosa de los mantenimientos y cocinera de los dioses. Primera en hacer tamales y guisos celestiales, protectora de lo que se come y bebe. Hacían atoles de colores con matlalxochitl para el azul, cochinilla para el rojo, bixia o achiotl para el naranja, cempoaxochitl para el amarillo y tallos de girasol o xochipalli para el verde. La treceava veintena, (del 30 de septiembre al 19 de octubre), a los tlaloque de los cerros, daban coatltamalli, tamales de víbora, de iguana, de huexolotl, o de xoloizcuincle con huauhtli. La cartoceava o Quecholli, (del 20 de octubre al 8 de noviembre), era la veintena del amor y la amistad, honraban a Mixcóatl, “serpiente de nubes”; había lluvias de estrellas y una visible Vía Láctea. 

En el Zacatepetl, había caza y en las tumbas de cazadores muertos colocaban cuatro flechas y tamales en señal de solidaridad y afecto. Era tiempo de calabazas y chilacayotes, y con las semillas tostadas hacían tamales de pipián. La veintena quinceava, Panquetzalli o izado de banderas, (del 9 al 28 de noviembre), a Huitzilopochtli ofrecían el ayuno netehuatzaliztli (deshidratación de la gente): sólo comían tzoalli (alegrías). En las casas de Itepeyoc y Huitznáhuac, con masa daban forma a tres deidades: Huitzilopochtli, Tlacahuepan Cuexcotzin (venerable hombre de madera con cabeza de olla) y el pequeño del dios Páinal. Izcalli era la veintena dieciseisava, (del 8 al 27 de enero), tiempo de frío, avivaban el fuego de Xiuhtecuhtli, con tamales de quelite huauhquiltamalcualiztli y chalchiuhtamalli de huauhzontle con chamolmolli, un mole de guacamayos con acocili. La veintena diecisieteava, Tititl, (del 28 de enero al 1 de febrero), honraban Toci, la abuela de los dioses. Los últimos cinco días del calendario solar mexica, nemontemi, eran días nefastos o vanos para ajustar el calendario a 360 días, las vacaciones mexicas.

 

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