La relación entre la presión arterial y la enfermedad cardiovascular
La presión arterial anormal puede ser un factor que predisponga a sufrir enfermedades cardiovasculares, poniendo en riesgo la salud del corazón. De igual manera, el cuidado de la presión arterial puede ser utilizado como un medio preventivo de este tipo de padecimientos.
La presión arterial es la presión que se produce con la fuerza de la sangre al circular por los vasos sanguíneos. La presión arterial se mide en dos momentos: cuando el corazón bombea sangre (presión arterial sistólica) y cuando el corazón está en reposo, es decir, entre un bombeo y otro (presión arterial diastólica).
Lo que indica la presión arterial es la velocidad de la actividad del corazón y esto puede ser un indicador de algunos padecimientos. La presión arterial normal es de 119/79, más o menos. Esto puede variar ligeramente de una persona a otra dependiendo de la constitución física, el tipo de actividad física, la edad, la dieta, etc., pero las variaciones se encontrarán en un rango cercano al mencionado.
Hipertensión
La presión arterial alta o hipertensión podría estar relacionada con ciertos padecimientos vasculares, e incluso podría constituir un predictor para enfermedades cardiovasculares (ECV), según un estudio reciente.
La hipertensión no tiene una sintomatología específica ni evidente, si se identifica a tiempo y se la da un tratamiento, complementado con un monitoreo constante, puede mejorar considerablemente.
Existe un estudio, llamado el Estudio Framingham, que reúne los datos de seguimiento de diversos análisis sobre presión arterial y enfermedades cardiovasculares durante 36 años. Lo que ese estudio trata de mostrar es la relación entre la hipertensión y la morbilidad a consecuencia de padecimientos cardiacos. Además, el análisis pretende mostrar en qué medida esa relación deriva en la muerte de las personas, y cómo agravan la situación otros factores de riesgo que aumentan la carga metabólica.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ECV ocupan el primer lugar de causa de muerte en el mundo y alcanzan más del 30% de las causas de mortalidad. De acuerdo a esta organización, la mayoría de las ECV pueden prevenirse eliminando hábitos que constituyen factores de riesgo, como la obesidad, el sedentarismo, deficiencia en la dieta, etc.
Varios de los factores de riesgo que predisponen a padecimientos cardiovasculares contribuyen a aumentar la presión arterial. La hipertensión está relacionada o al menos presente en un porcentaje alto de los casos de muerte por enfermedad cardiaca.
Las personas que padecen hipertensión se encuentran, por lo general, en un rango de edad entre los 30 y 65 años. La presión arterial alta aumenta de 2 a 3 veces el riesgo de enfermedades cardiacas severas, entre las más comunes están la aterosclerosis y la enfermedad coronaria –que es la más letal.
El 20% de los casos de hipertensión presentan también otras enfermedades como las dislipidemia (una alteración en el metabolismo de las grasas), la resistencia a la insulina, la intolerancia a la glucosa y la obesidad.
Uno de los datos más reveladores del estudio fue que tras casi 4 décadas de seguimiento, no se vio un descenso significativo en la hipertensión. Esto sugiere que los métodos de prevención son urgentes porque una vez que esta enfermedad se presenta, es muy difícil revertirla.
Eficacia del tratamiento contra la hipertensión
Otra investigación realizada con un rastreo de análisis registrados en Medline, que abarcó informes de 1966 a 2015, identificó 123 estudios con 613,815 participantes que mostraban una reducción del riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca, a partir del tratamiento enfocado a disminuir la hipertensión.
Entre las enfermedades que se vieron afectadas con esta reducción están: enfermedad cardiovascular, coronaria, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardiaca. En conjunto, se logró una reducción del 13% en el riesgo de mortalidad a causa de cualquiera de estas enfermedades.
Esto significa que el tratamiento de la hipertensión puede tener consecuencias positivas a nivel de la salud cardiovascular en general, reduciendo significativamente las probabilidades de muerte por estas causas. Entre las medidas para combatir la hipertensión y que actúa a nivel tratamiento y prevención, es la dieta.
Es importante consultar con un especialista en salud para poder establecer los métodos preventivos y en caso de hipertensión, el tipo de tratamiento adecuado, ya que las variaciones que se presentan de una persona a otra, en términos de estilo de vida, historia clínica, etc., son determinantes para tratar esta enfermedad.
Fuentes:
