La lecitina se usa en muchos alimentos y además se forma de manera natural en el intestino. Una de sus funciones es mejorar la digestión.
La lecitina es un aditivo utilizado en la industria de alimentos porque ayuda mantener estables algunos productos como pastas untables o postres. La lecitina hace que el alimento se mantenga mezclado e impide que se separen la grasa y el agua presentes en el mismo, por ejemplo.
La lecitina tiene funciones importantes en nuestro organismo. Contribuye a la formación del tubo neuronal en los bebés durante la gestación, y se produce de forma natural en el intestino.
La lecitina puede provenir de diferentes leguminosas como la soya o la semilla de girasol. Cuando la comemos, se metaboliza y obtenemos colina. Esta forma parte de las vitaminas del grupo B.
La deficiencia de colina puede provocar enfermedades en el hígado y riñones. También, hipertensión o algunas deficiencias en el crecimiento. Los grupos vulnerables a tener deficiencia de este nutrimento son los vegetarianos estrictos, los atletas de alto rendimiento y quienes consumen alcohol en exceso.
Aditivos, ¿los amamos? ¿los odiamos?
A veces, la palabra “aditivo” viene cargada con un peso negativo para los consumidores. Es común escuchar gente decir: “no comas eso, porque tiene muchos aditivos”. Los aditivos son ingredientes extras que se le añaden a los alimentos para mejorar sus características de sabor, textura, presentación e incluso nutritivas.
Todos los aditivos son analizados antes de que esté permitido usarlos en los productos que comemos. Es más, ningún aditivo debería estar en el mercado si no ha sido aprobado por las autoridades correspondientes.
Una revisión reciente de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos) sobre la lecitina confirmó que su uso es seguro a las dosis establecidas actualmente. Sin embargo, dentro de las conclusiones, señaló que hacen falta más estudios sobre los posibles efectos de la lecitina durante el embarazo.
Algunos estudios muestran cierto nivel de toxicidad de la lecitina que podría afectar el desarrollo del bebé en gestación y durante la lactancia. Este posible riesgo se presenta cuando hay un 5% de aumento de lecitina en la dieta.
Cantidades adecuadas
La recomendación de la EFSA es que, en los productos dirigidos a lactantes, la cantidad de lecitina sea reducida al mínimo. Y que las mujeres embarazadas mantengan un consumo bajo de la misma.
La EFSA indica que la recomendación de consumo de la lecitina, proveniente de cualquier fuente, es decir, directamente de la dieta o como suplemento para bebés de 12-35 meses es de 175mg/kg.
Antes de consumir cualquier suplemento es recomendable acudir a un profesional de la salud para que juntos evalúen qué su conveniencia. Lo mismo en el caso de elegir alimentos para el bebé; es importante solicitar la opinión de un pediatra.
Fuentes: