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¿La comida puede ser realmente “chatarra”?

Sería conveniente conocer algunas definiciones importantes:

Alimento: Órganos, tejidos o secreciones que contienen cantidades apreciables de nutrimentos biodisponibles, cuyo consumo en las cantidades y formas habituales es inocuo, de suficiente disponibilidad, atractivos a los sentidos y seleccionados por alguna cultura.

Alimentación humana: Conjunto de procesos biológicos, psicológicos y sociológicos relacionados con la ingestión de alimentos mediante el cual el organismo obtiene del medio los nutrimentos que necesita así como las satisfacciones intelectuales, emocionales, estéticas y socioculturales que son indispensables para la vida humana plena.

Nutrición: El conjunto de procesos biológicos, psicológicos y sociológicos involucrados en la obtención, asimilación y metabolismo de los nutrimentos por el organismo. Es fundamentalmente un proceso celular que ocurre en forma continua y está determinado por la interacción de factores genéticos y ambientales; entre los últimos se destaca la alimentación y factores de tipo físico (clima, altitud, etc.), biológico, psicológico y sociológico.”1

De acuerdo a lo anterior, absolutamente cada producto alimenticio que ingerimos, aportará algún nutrimento al organismo, ya sean proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas o minerales, y cada uno de estos nutrimentos tiene funciones diversas y complementarias para el buen funcionamiento del cuerpo.

Por ejemplo, el consumo de verduras y frutas, principalmente aportan a la dieta vitaminas (A, D, E, K, C, complejo B), y minerales como hierro, sodio, potasio, calcio, etc. Los cereales (arroz, trigo, amaranto, maíz, avena), sus derivados (tortillas, pastas, pan), y los tubérculos (papa, yuca y camote), son ricos en hidratos de carbono. Los tejidos animales como la carne blanca y roja, el huevo, los lácteos y sus derivados; así como las leguminosas (frijol, lenteja, haba, garbanzo, soya), son fuente principal de proteínas. Las oleaginosas (nuez, almendra, pistaches, piñones, avellanas, castañas, cacahuate), los aceites (de cártamo, oliva, girasol, etc) y grasas como la mantequilla, crema, aguacate, aportan a la dieta, ácidos grasos.

La nutrición es un proceso más complejo, que ocurre a nivele celular, que no está a la vista, pero el resultado de la elección tarde o temprano, se manifiesta. Recordemos que la dieta es un factor de riesgo sumamente importante en el desarrollo de enfermedades crónico degenerativas como la obesidad, hipertensión, diabetes, etc., padecimientos de gran presencia en la sociedad mexicana. Y un dato muy importante: la nutrición no solo influye en el desarrollo de enfermedades, sino que también, contribuye al mejoramiento de la salud de las personas que son diagnosticadas con estos padecimientos, por lo que pueden mejorar su vida considerablemente al modificar sus hábitos de alimentación.

Ahora bien, el proceso de alimentación, abarca diversos factores, como está referido en su definición, va a depender de la educación que tengamos para la selección y adquisición de alimentos, de lo económico para las compras de los insumos, de las actividades cotidianas, para la preparación y consumo de los mismos, de la vida social, pues comer también es un placer que se comparte con la familia y los amigos y de la cultura de cada región.

En la elección de la alimentación, es importante reconocer la responsabilidad que los adultos tienen en ofrecer a los miembros de su familia y a  ellos mismos, una alimentación correcta que los dirija a una nutrición saludable.

Si de manera cotidiana se sigue una dieta recomendable, principalmente a base de verduras y frutas, complementadas con una ración moderada de cereales y productos de origen animal o leguminosas, cocinadas sin excesos de grasas, sodio y azúcares, así como consumo constante de agua natural; no significará ningún riesgo importante para el organismo,  el consumo eventual de algún pastel en una fiesta o un vaso de refresco o papas fritas.

Sin embargo, si en la dieta predominan las pizzas, refrescos, botanas fritas, hamburguesas, galletas, pasteles, helados,  postres, chocolates o dulces,  sería conveniente realizar un análisis responsable de la nutrición que el cuerpo está recibiendo. Así que no hay alimentos buenos o malos sino dietas correctas o incorrectas.

Referencia:

  1. Fomento de Nutrición y Salud A.C. Definiciones básicas de Nutrición. fns.org.mx

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