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La lactancia materna es el primer alimento que recibirá tu bebé. Pero hay mamás que no pueden amamantar, para sus bebés existen las fórmulas de leche.

Las fórmulas de leche que sustituyen a la leche materna se convirtieron en una opción para mujeres que no podían amamantar. Estas fórmulas ofrecían la promesa de un desarrollo igual o superior al de la leche materna.

En algunos casos, se ha observado que los bebés que fueron alimentados con fórmulas lácteas en vez de con leche materna, eran más propensos a desarrollar obesidad en la edad adulta.

Esta situación se debía a la cantidad de proteínas que contenían las fórmulas. Por ello, la industria de alimentos se dio a la tarea de desarrollar nuevos productos para lactantes, porque saben lo importante que es una nutrición adecuada en esa etapa del bebé.

Opciones saludables para bebés sanos

Hacer una fórmula adecuada para recién nacidos tiene retos especiales que muchos otros productos no. Tiene que tener los nutrimentos que necesita el bebé y estos deben ser adecuados para su sistema digestivo que apenas entra en contacto con el mundo.

Los productores deben asegurarse que todo lo que utilizan en la fórmula sea adecuado para los recién nacidos. Y considerar que algunas madres combinan la lactancia con la fórmula.

Los estudios para determinar qué tan adecuada es una fórmula que pretende sustituir la leche materna son muy complejos, porque involucran muchas variables. Una de ellas es que el contenido nutrimental de la leche materna depende y varía según las condiciones de salud y alimentación de la madre.

Entonces, lograr un producto que imite a la leche materna es una tarea titánica y aprobar las regulaciones necesarias para ponerlo en el mercado, es complicado. No obstante, después de todo, se trata de la salud de tu bebé.

Imitando la leche materna

Cuando un productor de fórmulas para lactantes quiere incluir un nuevo ingrediente, por lo general se debe a la necesidad de tener un producto que se parezca más a la leche materna.

Un caso es la reducción del contenido de proteínas o la inclusión de probióticos y prebióticos para reforzar el sistema inmune. Esto con el fin de tener una fórmula de leche mucho más adecuada para el bebé y que promueva mejor su desarrollo.

Para calcular los efectos de las nuevas leches con menos proteínas, se desarrollaron fórmulas de leche con 1.8g/100kcal de proteína, que es un contenido más cercano al de la leche materna. Además, se desarrolló otra fórmula que contenía probióticos.

Después se vio cómo influían en el desarrollo de 11 bebés, usando los valores de referencia de la OMS y comparando con bebés alimentados exclusivamente con leche materna.

Los resultados mostraron que la diferencia en el desarrollo de los bebés alimentados con las fórmulas mencionadas era mínima (de máximo un 0.5) en comparación con los estándares establecidos por la OMS. Y no se mostró una diferencia importante frente a los bebés amamantados.

Esto significa que, solo en caso de ser necesario, las fórmulas con un bajo contenido de proteínas pueden ser un sustituto conveniente de la leche materna. Sin embargo, la recomendación de la OMS es alimentar al recién nacido con leche materna. La sustitución de la lactancia materna se da en casos muy específicos y debe consultarse a un pediatra para brindarle la mejor alimentación que se pueda al bebé.

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