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El BPA de los enlatados, en especial del jitomate, daña la salud

El bisfenol A (BPA) es un compuesto orgánico presente en resinas epoxi utilizadas como recubrimiento en latas. Se ha dicho que este compuesto está relacionado con problemas graves de salud y que los alimentos enlatados se deben de evitar completamente para no correr riesgos. Sin embargo, es necesario escuchar el punto de vista de los organismos reguladores del uso de BPA, para definir si realmente implica un peligro para el consumidor.

La Food and Drug Administration de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) concluyó que las dosis a las que podría estar expuesto un consumidor son muy bajas, por lo que el BPA en las latas no representa un peligro en la seguridad del consumidor.

El BPA, según algunos medios de comunicación,  ha sido vinculado con anormalidades reproductivas, efectos neurológicos adversos, aumento del riesgo de cáncer de mama y de próstata, diabetes, enfermedades del corazón y otros problemas serios de salud. En el caso de algunos alimentos con alta acidez, una característica prominente de los jitomates, ésta hace que el BPA se emigre a los alimentos. Con esto en mente, se ha recomendado evitar esta sustancia química calificada como “peligrosa”, se ha sugerido no consumir ningún alimento enlatado y consumir frutas y vegetales frescos, o en su lugar, comprar marcas que utilicen envases de vidrio especialmente en alimentos ácidos como el jitomate.

De acuerdo con la FDA, el BPA es un compuesto químico utilizado en la industria que actúa como una capa protectora en latas de comida y bebidas para evitar el contacto directo del alimento con el metal. La postura actual de la FDA respecto al BPA es que es seguro en los niveles en que se encuentra en los alimentos.

Basándose en revisiones de seguridad y en evidencias científicas, la FDA continua apoyando la seguridad del BPA para los usos aprobados actualmente en los envases de alimentos (FDA, 2012). Debido a estudios realizados que han aparecido en la literatura pública sobre la seguridad de consumir alimentos enlatados y la ingestión de pequeños niveles de BPA que pueden migrar a los alimentos, la FDA junto con el Programa de Toxicología Nacional, han profundizado en este tema.

Al evaluar la seguridad de los materiales que entran en contacto con los alimentos, como el BPA, en cuanto a la exposición del consumidor a este compuesto, la FDA encontró que las pequeñas cantidades que emigran de BPA a los alimentos resultan en una ingesta diaria acumulada de 11 microgramos por persona por día (µg/persona/día).  Esta estimación se basa en estudios de la migración de BPA a los alimentos, sometiendo el envase a las condiciones más severas de uso (tiempo y temperatura), también basándose en la información sobre los tipos de alimentos en contacto y la proporción de estos en la dieta diaria de una persona promedio.

Al llevar a cabo dichas evaluaciones, la FDA notó que varios de los estudios publicados en la literatura, se realizaron bajo condiciones muy poco realistas, tales como el uso de disolventes agresivos o temperaturas extremadamente altas que no reflejaban el verdadero uso que le daría un consumidor al producto. En los estudios realizados por la FDA se utilizaron suposiciones de exposición de los consumidores al BPA, basados en escenarios realistas y conservadores de uso del producto. La FDA concluyó que las dosis a las que podría estar expuesto un consumidor son muy bajas, por lo que el BPA en las latas no representa un peligro en la seguridad del consumidor (FDA, 2014)

En cuanto a niños, la FDA ha modificado su reglamento para que se dejen de utilizar resinas de policarbonato a base de BPA en biberones y vasos para bebés, así como el uso de resinas epoxi a base de BPA como recubrimiento en envases de fórmula láctea para bebés. Estas modificaciones no se basaron en la seguridad del BPA ni en si representa un riesgo a la salud o no, sino que este aditivo simplemente ya no se utiliza en los envases mencionados, por lo que ya no es necesaria una autorización regulatoria. En las regulaciones de la FDA no hay mención sobre productos enlatados que puedan exceder los límites seguros de exposición diaria en los niños. (FDA, 2014)

Tanto la FDA como la autoridad europea (EFSA por sus siglas en inglés) han evaluado cuidadosamente los distintos estudios que declaran que el BPA es un peligro para las personas y no han encontrado alguna evidencia que resulte convincente para apoyar esta creencia. La FDA continua haciendo investigaciones y dando seguimiento a estos estudios con el propósito de hacer frente a las incertidumbres planteadas sobre el BPA. (Norris, 2008)

Un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Médicas en Teherán sobre los niveles de BPA en comidas enlatadas, proporcionó las cantidades de este compuesto en distintos alimentos enlatados. Se realizó un método experimental utilizando  Cromatografía de gases HS-SPME (GC-MS), para medir la cantidad de BPA en los alimentos enlatados en su estado natural (temperatura ambiente, antes de ser calentados) y después de calentarlos. Los resultados de una pasta de jitomate enlatada fueron de 1.23 (µg/Kg) y después de calentar 6.86 (µg/Kg), los resultados en elotes enlatados fue de 2.12 (µg/Kg) antes de calentar y de 7.4 (µg/Kg) después de calentar. Esto demuestra que la acidez del jitomate no influye en la cantidad de BPA, ya que los elotes no son ácidos y presentaron valores mayores de BPA. En cuanto a la cantidad de BPA en los alimentos, esta se encuentra por debajo de la ingesta diaria recomendada que indica la FDA. (Rastkari, Yunesian, & Ahmadkhaniha, 2011)

El BPA es considerado seguro para su consumo ya que las cantidades que puede llegar a ingerir un consumidor por la migración de la lata al alimento no representan riesgo.

Referencias:

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