Dra. María del Rosario Ayala-Moreno
Grupo de Investigación en Enfermedades no Transmisibles. Facultad de Ciencias Químicas y Vicerrectoría de Investigación, Universidad La Salle, México
Dra. Azucena Martínez Basila
Grupo de Investigación en Enfermedades no Transmisibles. Facultad de Ciencias Químicas y Vicerrectoría de Investigación, Universidad La Salle, México
Centro de Investigación y Metabolismo, Ciudad de México
Pas QFB. E.J. Leopoldo Granados Sosa
Grupo de Investigación en Enfermedades no Transmisibles. Facultad de Ciencias Químicas y Vicerrectoría de Investigación, Universidad La Salle, México
Centro de Investigación y Metabolismo, Ciudad de México
En México 7 de cada 10 adultos y casi 4 de cada 10 niños y adolescentes padecen sobrepeso u obesidad1. Según la Organización Mundial de la Salud, se llama malnutrición al consumo deficiente o excesivo de nutrimentos, inadecuado consumo de nutrimentos esenciales, o al uso alterado de nutrimentos por nuestro cuerpo2. Bajo esta definición, la malnutrición incluye tanto a la desnutrición como al sobrepeso y obesidad y, en ambas condiciones, pueden presentarse deficiencias de micronutrimentos (vitaminas y minerales).
¿Por qué una persona con sobrepeso u obesidad puede tener deficiencia de micronutrimentos?
El sobrepeso y la obesidad que se presentan, en parte, por un consumo de energía mayor a la que gastamos a lo largo del día, proviene del exceso de calorías aportadas por alimentos ricos en carbohidratos y lípidos. Pero, un exceso de energía no implica un consumo adecuado de micronutrimentos. El consumo de vitaminas y minerales puede ser bajo, generando las deficiencias nutricionales que acompañan3,4,5. Aunque parezca paradójico, tanto los niños, como los adultos con obesidad suelen tener niveles más bajos de algunas vitaminas y minerales que aquellos sin obesidad3,4. En parte, una explicación a esta situación puede ser el mayor consumo de alimentos procesados de bajo costo, los cuales aportan muchas calorías y cuyo procesamiento industrial casi siempre involucra una pérdida importante de micronutrimentos, en especial de vitaminas, derivado de su elaboración, pues las condiciones de temperatura, freído, etc., producen una reducción importante de estos aunque pueden ser restituidos adicionándolos nuevamente al término del procesamiento. Esta situación sumada a un bajo consumo de frutas y verduras frescas en la dieta, resultan en una mayor posibilidad de tener un déficit de vitaminas y/o minerales.
¿Qué impacto tiene este déficit de micronutrimentos? La deficiencia de micronutrimentos debe ser atendida porque las vitaminas y minerales son esenciales para las funciones de nuestro cuerpo, ya que están involucradas en la actividad de muchas enzimas, hormonas y sustancias que regulan el crecimiento y el desarrollo2, así como el desempeño y funcionamiento del organismo3. Además, se ha descubierto que la deficiencia de algunos micronutrimentos contribuye al riesgo de desarrollar otras enfermedades asociadas con la obesidad como la diabetes3. Por ejemplo, las deficiencias de vitamina D, A, B1, C y minerales como zinc, magnesio y cromo, afectan la secreción de insulina y el uso de glucosa por las células, por lo que se han relacionado con un mayor riesgo de padecer diabetes en pacientes con obesidad5,6,7,8,9,10,11,12.
El manejo nutricional de los pacientes con sobrepeso u obesidad deberá estar guiado por un especialista, ya que los requerimientos de micronutrimentos varían según la edad, estado de desarrollo o condición fisiológica de la persona, etc. A menudo sucede que, en un esfuerzo por bajar de peso, el paciente selecciona una dieta inadecuadaque puede empeorar su estado nutricional3. Es indispensable revisar la frecuencia con que se consumen los alimentos que aportan vitaminas y minerales, y adecuarla para asegurar el funcionamiento de órganos y sistemas. Esto, además, contribuye a disminuir el riesgo de otros padecimientos asociados al sobrepeso y la obesidad. Enseguida se resumen algunos hallazgos interesantes reportados en diferentes estudios sobre las deficiencias de micronutrimentos en personas con obesidad.
Micronutrimento | Función | Evidencia científica | Alimentos que aportan la vitamina o mineral |
Vitamina A | Esencial para la visión, sistema inmune, el crecimiento, desarrollo y la reproducción13.Nota: Su adecuada función, requiere de otros micronutrimentos como riboflavina (B2), niacina (B3), zinc y hierro14. | Existe deficiencia de vitamina A en personas con sobrepeso u obesidad, relacionada con mayor riesgo de resistencia a la insulina, diabetes tipo 23,15, esteatosis hepática, enfermedad cardiovascular15. | Leche, mantequilla, huevo, carne, zanahoria, brócoli, espinaca, mango, papaya, melón amarillo. Vegetales de hojas verde oscuro y frutas de color naranja y amarillo13,14. |
Vitamina D | Favorece la absorción de calcio y mineralización de huesos, el crecimiento de tejidos conectivos, reduce inflamación y modula el crecimiento celular, participa en la respuesta inmune y el metabolismo de glucosa13,14. | La deficiencia de esta vitamina es mayor en niños mexicanos con obesidad (24.7%) que en niños de peso adecuado (14.9%)7. Personas con obesidad de cualquier edad tienen más riesgo de deficiencia de vitamina D8. Su deficiencia coincide con valores más altos de glucosa en sangre y mayor riesgo de síndrome metabólico en adultos8,16. | Algunos pescados (trucha, salmón, atún y la caballa), aceite de hígado de pescado, hígado de res, yema de huevo y queso13,14. |
Magnesio | Es necesario para conformar algunas proteínas que participan en las actividades de las células, funcionamiento muscular y cardíaco. Participa en la regulación de la glucemia, la presión arterial y el desarrollo de huesos. | La deficiencia de magnesio en niños y adultos con obesidad se asocia con mayor riesgo de padecer diabetes resistencia a insulina, intolerancia a la glucosa y secreción baja de insulina12. | Verduras de hoja verde, como espinacas, legumbres, frutos secos, semillas y cereales integrales,los alimentos que contienen fibra dietética aportan magnesio. El agua mineral y embotellada lo aportan en cantidad variada13. |
Zinc | Funcionamiento del páncreas, balance energético, control de la glucemia | Los niños y adolescentes con obesidad presentan bajos niveles sanguíneos de zinc9. La suplementación, vigilada por un especialista, puede prevenir el síndrome metabólico11. | Carnes rojas, aves, frijoles, nueces, ciertos tipos de mariscos (como el cangrejo y la langosta), cereales integrales y cereales fortificados para desayuno, productos lácteos. Se absorbe mejor el zinc de fuente animal que de fuente vegetal13. |
Referencias:
1. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. (2018). Instituto Nacional de Salud Pública. En: https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanut2018/doctos/informes/ensanut_2018_informe_final.pd Consultado el 10 junio del 2022.
2. Organización Mundial de la Salud, UNICEF, WB. (2021). Joint Child Malnutrition Estimates (JME) group released new data for 2021. En: https://www.who.int/news/item/06-05-2021-the-unicef-who-wb-joint-child-malnutrition-estimates-group-released-new-data-for-2021. Consultado el 09 junio del 2022.
3. Markovic, T. P., & Natoli, S. J. (2009). Paradoxical nutritional deficiency in overweight and obesity: the importance of nutrient density. Medical Journal of Australia, 190(3), 149-151.
4. Kaidar-Person, O., Person, B., Szomstein, S., Rosenthal, R.J. (2008). Nutritional deficiencies in morbidly obese patients: a new form of malnutrition? Part A: vitamins. Obesity Surgery, 18(7), 870–876.
5. Via M. (2012). The malnutrition of obesity: micronutrient deficiencies that promote diabetes. ISRN endocrinology, 2012, 103472. https://doi.org/10.5402/2012/103472
6. Niswender K (2010) Diabetes and obesity: therapeutic targeting and risk reduction—a complex interplay. Diabetes, Obesity and Metabolism, 12(4), 267–287.
7. Flores, M. E., Rivera-Pasquel, M., Valdez-Sánchez, A., De la Cruz-Góngora, V., Contreras-Manzano, A., Shamah-Levy, T., & Villalpando, S. (2021). Vitamin D status in Mexican children 1 to 11 years of age: an update from the Ensanut 2018-19. salud pública de méxico, 63(3 May-Jun), 382-393.
8. Walsh, J.S., Bowles, S., Evans, A.L. (2017) Vitamin D in obesity. Review Curr Opin Endocrinol Diabetes Obes, 24(6):389-394.
9. Fan, Y., Zhang, C., & Bu, J. (2017). Relationship between selected serum metallic elements and obesity in children and adolescent in the US. Nutrients, 9(2), 104.
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17. Fiamenghi, V. I., & Mello, E. D. D. (2021). Vitamin D deficiency in children and adolescents with obesity: a meta-analysis. Jornal de Pediatria, 97, 273-279.