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¿Cuándo es necesario suplementar vitaminas?

Mtra. Viridiana Martínez De la Fuente

Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Coahuila

Un buen estado de nutrición reflejará un buen estado de salud y hoy hablaremos el tema de la suplementación de las vitaminas; para empezar debemos de conocer qué es la suplementación y qué son las vitaminas. La suplementación sirve para suplir una cosa que falta o para completar, aumentar o reforzar.

Las vitaminas son sustancias orgánicas complejas, biológicamente activas y con diversa estructura molecular, que son necesarias para el hombre en pequeñas cantidades; son parte de los llamados micronutrimentos. La mayoría de las vitaminas, con excepción de la D, K, B1, B2 y el ácido fólico, no son sintetizadas por el organismo, y si lo hacen, las cantidades son insuficientes; por tanto, es necesario su aporte externo (Perez, 2004) que debe de ser por medio de la dieta completa, balanceada, variada, suficiente, inocua y equilibrada.

Clasificación de las vitaminas

Vitaminas liposolubles. Como su nombre indica son solubles en lípidos (no en agua) y, en la mayoría de los casos, en la grasa de los alimentos. Debido a su solubilidad pueden acumularse en los depósitos grasos de los animales y si se consumen en grandes cantidades, pueden alcanzar niveles tóxicos, sobre todo la A y la D. Por tanto, su ingestión como suplemento al margen de la dieta debe ser supervisado por un profesional de la salud. Estas vitaminas son: A, D, E y K.

Vitaminas solubles en agua. Aquí se incluyen las vitaminas del grupo B y la vitamina C. Este grupo de vitaminas pierde pronto su valor nutritivo, ya que pueden ser destruidas parcial o totalmente dependiendo de la intensidad de los procesos de cocción o por acción de la luz solar (Perez, 2004). 

Las vitaminas son necesarias para el buen funcionamiento del organismo como:

  • Mantener la salud 
  • Para la utilización y liberación de energía proporcionada a través de los alimentos.
  • Algunas vitaminas son coenzimas o forman parte de enzimas
  • Mantener balance de minerales como calcio y fósforo
  • Producción y coagulación de la sangre
  • Mantener funcionando el sistema nervioso.
  • Son necesarias para el crecimiento y reproducción
  • Mantener una piel saludable
  • Buen estado del sistema inmune
  • Son necesarias para la prevención de enfermedades que se relacionan con su función. (Sastre, 2012)

Además, tienen propiedades Antioxidantes, Protectoras y Ayudan al metabolismo de energía, del mineral óseo y a la coagulación; por otro lado, son parte de la información del ADN (crecimiento) y de tejido.

Como nutrimentos, su falta en la dieta puede producir una enfermedad con sintomatología clínica característica que sólo curará cuando se consuma de nuevo la vitamina implicada. En los países en vías de desarrollo, estas deficiencias clínicas (como el beri-beri, la pelagra, etc.) siguen siendo un importante problema de salud pública. En las sociedades desarrolladas, sin embargo, prácticamente han desaparecido los clásicos cuadros de avitaminosis, pero existen grupos de población en riesgo con deficiencias subclínicas o marginales debido a diferentes circunstancias (bajo consumo de alimentos, edad de las personas, regímenes de adelgazamiento mal programados, gestantes, lactantes, problemas de absorción, alcoholismo crónico, etc.) (Carbajal, 2014). En casi la mayoría de las personas al no consumir alguna o algunas vitaminas en 2 o 3 semanas se ve afectado y causa deficiencia (Carbajal, 2014)

Para buscar si hay alguna deficiencia de vitaminas y recomendar la suplementación, es necesario analizar los siguientes factores: 

1.- Dieta: Registrar el consumo de alimentos en la dieta de la persona por medio del recordatorio de 24 horas y la frecuencia del tipo de alimentos. Es aquí donde conoceremos si dentro de la alimentación hay consumo suficiente de vitaminas y en el caso de que falte algún grupo de alimento es necesario investigar qué vitaminas proporcionan dichos alimentos para conocer si hay alguna deficiencia de una o de varias vitaminas.

2.- Estado fisiológico (crecimiento, embarazo, lactancia y tercera edad).

3.- Enfermedad: Conocer qué vitaminas están involucradas en ciertos procesos del funcionamiento del organismo o en alguna mala absorción o alguna enfermedad que consuma más de una o varias vitaminas y que por lo tanto pueda haber alguna deficiencia por el exceso de gasto vitamínico por la enfermedad o que procesos degenerativos existentes demanden más de ciertas vitaminas. 

4.- Prevención de enfermedades: En este punto es necesario checar si la dieta está proporcionando las vitaminas que se recomiendan en función de la edad y género.

5.- El consumo de alimentos muy refinados, así como una progresiva reducción en la cantidad total de alimentos ingeridos con objeto de evitar la obesidad, constituye un importante factor de riesgo para la aparición de deficiencias nutricionales, entre las cuales se encontrarán las deficiencias vitamínicas (Gomez, 2014).

¿Cuándo suplementar?

1.- Si no tienes un plan de alimentación que sea suficiente, equilibrado, completo, variado o si consumo mucha comida procesada sin considerar un balance.

2.- Si estás en un periodo fisiológico de embarazo, lactancia, crecimiento y tercera edad y no tienes una alimentación adecuada a las necesidades y requerimientos.

3.- Si tienes alguna enfermedad que esté involucrado algún proceso que interfiera con la absorción de una o varias vitaminas o requiera de mayores dosis.

4.- Si ya tienes alguna deficiencia que esté presente en tus resultados de laboratorio bioquímico o más grave, si ya tienes algún signo de deficiencia que se pueda detectar en la revisión clínica.

5.- Si estás pasando por un periodo de estrés o de convalecencia de alguna enfermedad o requieres de la prevención de alguna enfermedad, por alguna condición específica.

Por lo tanto, lo mejor es acudir a tu nutriólogo que haga todas las pruebas pertinentes para detectar si hay alguna deficiencia y, ahora sí, recomendar la suplementación.

Bibliografía:

1.- Perez R., Ruano A. (2004), Vitaminas y salud, Vol. 23. Núm. 8. Páginas 96-106. 

2.- Sastre G., Morejon B., Entrala B. (2012) Alteraciones metabólicas UNED. ** Unidad de Nutrición Clínica. Hospital Ramón y Cajal. *** Universidad Alfonso X el Sabio. Madrid

3.- Carbajal Á. (2014). Manual de Nutrición y Dietética. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en: https://www.ucm.es/nutricioncarbajal/manual-de-nutricion y en E-prints: http://eprints.ucm.es/22755/

4.- Gomez A. (2014) Suplementos vitamínicos. Farmacia Profesional, Vol. 28, Núm. 4, Julio-Agosto.

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