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Consumo regular de beta-glucanos de avena mantiene normal el nivel de colesterol

Investigadores de la Universidad de Manitoba en Canadá, revisaron diversos estudios que evaluaron los efectos del beta-glucano de avena sobre los niveles de colesterol en la sangre durante un mínimo de dos semanas. Las fuentes de beta-glucano de avena incluyen el salvado de avena, la harina de avena y los copos de avena, que se consumen como cereales de desayuno, galletas, pan, magdalenas y harinas. Los estudios seleccionados fueron publicados entre 1997 y 2010, 22 estudios cumplieron los criterios de inclusión (20 ensayos clínicos, una revisión sistemática y un meta-análisis).

El beta-glucano, un tipo de fibra dietética que se encuentra en abundancia en la avena, ha sido reconocido como un reductor de colesterol en la sangre. Un mecanismo propuesto es que el beta-glucano forma una capa viscosa en el intestino delgado. La capa viscosa atenúa la absorción intestinal de colesterol de la dieta, así como la reabsorción de los ácidos biliares (a partir de los que el organismo produce el colesterol). En respuesta, el cuerpo se apoya en el colesterol circulante para producir nuevos ácidos biliares. Así que una menor absorción de colesterol en el intestino en combinación con más colesterol corporal utilizado para la producción de ácido biliares, dan como resultado la reducción en los niveles de colesterol en la sangre.

En general, la mayoría de los estudios observacionales publicados desde 1997 apoyan una relación entre la ingesta de beta-glucano y la reducción en los niveles de colesterol en la sangre. Dosis diarias de al menos 3 gramos, pueden reducir los niveles plasmáticos de colesterol total y de “colesterol malo” (lipoproteínas de baja densidad, LDL) en un 5 a 10%, respectivamente. Tal cantidad de beta-glucano se puede asegurar consumiendo de 2 a 4 porciones diarias de productos a base de avena (por ejemplo, cereales de desayuno, panes y galletas).

Curiosamente, el modo de administración y la matriz del alimento, así como el método de procesamiento de los productos de avena también pueden influir en la capacidad del beta-glucano para reducir el colesterol. Cuando el beta-glucano se añade a una matriz líquida, tal como leche o un jugo de fruta, parece ser más eficaz en comparación a una matriz sólida, como el pan o las galletas aunque en este caso se tuvieron algunos resultados contradictorios. Además, el peso molecular y la viscosidad del beta-glucano de avena pueden jugar un papel significativo en la determinación de su capacidad para reducir el colesterol. Se ha observado que la estructura física del beta-glucano es propensa a ser dañada durante el procesamiento y cocción de la avena, lo que puede disminuir su peso molecular y viscosidad. Sin embargo, esto sigue siendo un área que requiere de mayor investigación.

El panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) concluyó que, sobre la base de los datos disponibles, hay una relación de causa y efecto entre el consumo de beta-glucanos y la reducción de las concentraciones de colesterol en la sangre. Por lo tanto, ha sido aprobado por la EFSA la siguiente declaración de propiedades saludables: “El consumo regular de beta-glucanos contribuye al mantenimiento de las concentraciones normales de colesterol en la sangre” Para tener derecho a esta declaración, los alimentos deben proporcionar por lo menos 3 gramos al día de beta-glucanos

De acuerdo con el dictamen de la EFSA, los autores concluyeron que el consumo de por lo menos 3 gramos por día de beta-glucano de avena, como parte de una dieta baja en grasas saturadas y un estilo de vida saludable puede promover la salud cardiovascular

Estudio completo: Othman RA et al. (2011). Cholesterol lowering effects of oat beta-glucan. Nutr Rev 69 (6):299309.

Más información: Scientific Opinion on the substantiation of a health claim related to oat beta glucan and lowering blood cholesterol and reduced risk of (coronary) heart disease pursuant to Article 14 of Regulation (EC) No 1924/2006. EFSA Journal 2010; 8(12):1885.

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