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Leche materna: carbohidratos, hormonas y otros

Dra. Janeth Margarita Ventura Sobrevilla 

Escuela de Ciencias de la Salud

Universidad Autónoma de Coahuila

Miembro de AMECA

¿La leche materna tiene azúcares o carbohidratos? ¿Y, además, tiene hormonas?

Cuando un recién nacido llega a casa o está por llegar, los buenos deseos para el nuevo integrante de la familia se hacen presentes. Alimentar al bebé es unas principales preocupaciones de los padres y, para las mamás, el proceso de lactancia es muy importante, así que toda información útil será provechosa.

La primera opción de la familia y del personal de salud es fomentar la lactancia materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses. Después de este tiempo, si aún lo desea la madre, se puede continuar con el proceso de lactancia, pero de manera complementaria, pues el niño está listo para empezar a probar otros alimentos1 . 

Contar con información adecuada sobre alimentación, leche de pecho y nutrición pude ser complicado, pues podemos encontrar información que contrasta y nos deja confundidos. Entonces, nos hacemos preguntas como: ¿por qué la leche de pecho es tan buena para el niño? Si es buena, ¿está libre de azúcar y hormonas? ¿Qué contiene la leche materna? ¿Tendrá carbohidratos, grasas y proteínas suficientes para nutrir al bebé?

Hablemos claro de la composición de la leche materna

La leche materna tiene los nutrimentos adecuados para asegurar la alimentación del recién nacido, logrando así una nutrición correcta, un crecimiento adecuado y un estado de salud ideal en el niño. De manera muy general, la leche materna está compuesta por dos grupos: a) los macronutrimentos que son carbohidratos (incluidos los azúcares), grasas y proteínas; y b) los micronutrimentos: vitaminas, minerales y otros bioactivos, incluyendo antioxidantes2,3. La leche que produce cada mujer es única, es decir, el contenido de bioactivos es distinto en cada leche materna, pues existen factores que influyen en su composición como la genética, la raza, la edad, los hábitos de alimentación, la calidad de vida, el estado de salud, la zona geográfica donde vive la madre, el periodo de lactancia, etc4,5

Aunque la leche humana tiene más de 600 compuestos, todas contienen estos dos grupos de nutrimentos (macronutrimentos y micronutrimentos), es el tipo y la cantidad de estos lo que varía de mujer en mujer. El contenido promedio de macronutrimentos en 100ml de leche humana es de 1.5g de proteínas, 4.5g de grasa y 6g de azúcar (reportada como lactosa)5,6

Grasas

¿Grasas, aceites o lípidos? El término de lípidos se refiere a los compuestos que no se disuelven en agua (insolubles o hidrofóbicos), e incluye tanto a las grasas (en estado sólido) como los aceites (en estado líquido), sin embargo, en el día a día usamos la palabra grasas para referirnos a cualquier tipo de lípidos. Los lípidos aportan de 40 al 55% de la energía total que aporta la leche. El 98% de los lípidos de la leche materna son triglicéridos, el 2% restante son diacilglicéridos, monoglicéridos, ácidos grasos libres, fosfolípidos y colesterol. Existen alrededor de 200 tipos de ácidos grasos, entre ellos: el ácido oléico, el ácido linolénico y otros polinsaturados como el DHA y ARA. Además, esta leche contiene esfingomielina, un tipo de fosfolípido importante para la mielinización del sistema nerviosos central2–4.

Proteínas

La leche materna contiene alrededor de 400 distintas proteínas. Las funciones de las proteínas son diversas y van desde la generación de masa muscular en el recién nacido, hasta la regulación del hambre y saciedad. Además, algunas actúan como antioxidantes o desempeñan roles importantes en el sistema inmune. Por ejemplo, la lisozima es una proteína que tiene la capacidad de romper la pared celular de las bacterias y contiene inmunoglobulinas (A y G), que son los famosos “anticuerpos”, lo que da a la leche materna una función antimicrobiana. 

Las principales proteínas de la leche humana son las caseínas (más asociadas con la formación de masa muscular) y las proteínas de suero como las mucinas, lactoferrinas y albúminas. Algunas otras, que tienen funciones inmunológicas, son: PAF-acetilhidrolasa, factor de crecimiento transformante (TGF), defensina y el inhibidor de proteasa secretado por leucocitos (SLPI), moléculas de adhesión intracelular y vascular, selectina soluble y CD14. También contiene distintas citocinas del tipo interleucinas como la IL-1β, IL-6, IL-7, IL-8, IL-10, y otras como INF-γ y TNF-α.

Hormonas

La leche materna contiene hormonas de manera natural, la mayoría son adipocinas, pues son proteínas que produce el adipocito (célula de grasa). Estas hormonas tienen funciones sobre el metabolismo, el crecimiento y la regulación del apetito del niño. Algunos ejemplos de hormonas son: leptina, adiponectina, resistina, grelina, obestatina, nefastina y apelina2–4.

Componentes bioactivos

La leche es un antioxidante natural porque presenta una combinación de bioactivos que incluye sistemas enzimáticos y no enzimáticos, formados por polifenoles, carotenoides, vitaminas, minerales, péptidos y proteínas. Las proteínas del sistema enzimático son SOD, Catalasa y GPx. Dentro del sistema no enzimático se encuentran: glutation, melatoina, licopenos, carotenos, retinol entre otros2–4.

¿Qué podemos decir de los azúcares?

Uno de los temas prioritarios en la nutrición infantil es el consumo de azúcares. Con frecuencia escuchamos distintas maneras de referirnos a este macronutrimento, pero: ¿son azúcares o carbohidratos?, ¿son simples o complejos?, ¿son disponibles o no disponibles?, ¿consumirlos o no consumirlos? Si mi bebé toma leche de pecho, ¿está libre de consumir azúcares?

Para entender un poco mejor esta parte usaremos la criterios de la FAO7–9 (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura):

Los carbohidratos son un grupo muy amplio de compuestos que tienen varias clasificaciones por su estructura y por su función metabólica. Respecto de su estructura definiremos a los carbohidratos como aquellos compuestos que por cada átomo de carbono tiene 2 átomos de hidrógenos y 1 de oxígeno. La cantidad de carbono nos indican sin son pentosas (5 carbonos), hexosas (6 carbonos), etc.

Un monómero puede ser una pentosa; por ejemplo, la fructosa, conocida como el azúcar de las frutas, o la glucosa que es una hexosa, ambas son ejemplos de monosacáridos. Cuando los monómeros se unen a través de enlaces glucosídicos (los enlaces de los azúcares) se pueden formar disacáridos como la sacarosa (que es un dímero formado por dos monómeros de glucosa). Este azúcar es el que conocemos como azúcar de caña o de mesa. De esta manera tenemos monosacáridos (1 unidad), disacáridos (2 unidades), oligosacáridos y polisacáridos (más de tres monómeros).

Otra manera de clasificar los carbohidratos es por su función metabólica. Así, tenemos que los azúcares simples son aquellos que nuestro cuerpo absorbe de manera rápida. Estos son en su mayoría monosacáridos y disacáridos con enlaces glucosídicos del tipo alfa; mientras que los carbohidratos complejos son aquellos que nuestro cuerpo absorbe de manera más lenta, como los oligosacáridos y polisacáridos.

El ser humano no puede metabolizar algunos carbohidratos, sin embargo, las bacterias de la microbiota intestinal tienen las enzimas necesarias para hacerlo, a esto se refiere el concepto de carbohidratos no disponibles, que comúnmente los asociamos con la fibra alimentaria presente en algunos alimentos.

Los azúcares son un tipo de carbohidrato, los más sencillos en su estructura y de fácil asimilación para el organismo. En el área de alimentos nos referimos como azúcares a aquellos monosacáridos y disacáridos que encontramos en los alimentos

La leche humana tiene como ingredientes naturales un perfil completo de carbohidratos que incluyen azúcares y oligosacáridos. La lactosa es el principal azúcar presente en la leche de humana, por eso se le conoce como el azúcar de la leche. La lactosa es un disacárido compuesto de una unidad de glucosa y una de galactosa; su contenido promedio en la leche va del 5 a 7%.

La leche humana contiene oligosacáridos conocidos como HMO, que significa “human milk oligosaccharides”. La cantidad de HMO tiene un rango de 1.2 a 2.9g en 100ml de leche. Los HMO están formados, básicamente, por 5 unidades monoméricas que son L-fucosa, D-glucosa, D-galactosa, N-acetilgucosamina y ácido N-acetilneuaramínico. Estos monosacáridos se agrupan desde 3 hasta 22 unidades monoméricas para formar cerca de 200 distintos tipos de HMO2

Los HMO actúan como prebióticos sobre algunas bacterias benéficas como Bifidobacterium infantis; esta bacteria coloniza el intestino del recién nacido, evitando que bacterias patógenas se queden en su tracto gastrointestinal. Los HMO también tienen un papel de protección por afinidad molecular. Por otro lado, tienen una forma análoga a los carbohidratos de la superficie de las células epiteliales. Entonces, cuando una bacteria patógena, comoCampylobacter, Streptococcus pneumoniae o E. coli, entra al cuerpo, los HMO previenen que se adhieran a las células epiteliales; podríamos decir que el patógeno se confunde y se adhiere a los HMO en lugar de a las células de cuerpo. Es así como los HMO tienen dos mecanismos para prevenir el desarrollo de infecciones gastrointestinales y respiratorias en el niño2.

Además los HMO tienen función inmunomoduladora, ya que actúan sobre algunas células del sistema inmune, como los linfocitos, ofreciendo una protección natural sobre la enterocolitis necrosante conocida como NEC y son nutrimentos naturales que mejoran el desarrollo del cerebro, pues algunos de los monosacáridos de los HMO como el ácido N-acetilneuramínico es utilizado por el cuerpo para síntesis de glucoproteínas y glucolípidos6

Actualmente, los HMO son moléculas de interés tanto para las madres y familiares, como para el personal de salud que incluye pediatras, microbiólogos, químicos, enfermeros, nutriólogos y todos aquellos que hacen esfuerzos día a día por fomentar la lactancia materna6.

Como hemos visto, la calidad nutricional de la leche materna es muy amplia, los beneficios en el niño son diversos y es importante que las madres que se encuentran en periodo de lactancia cuiden su alimentación y su calidad de vida, pues la composición de la leche está muy relacionada con la salud de la mamá. 

Referencias:

1.         WHO. Lactancia materna. WHO (2017). Available at: https://www.who.int/topics/breastfeeding/es/. (Accessed: 8th July 2020)

2.         Andreas, N. J., Kampmann, B. & Mehring Le-Doare, K. Human breast milk: A review on its composition and bioactivity. Early Hum. Dev. 91, 629–635 (2015).

3.         Gila-Diaz, A. et al. A review of bioactive factors in human breastmilk: A focus on prematurity. Nutrients 11, 1–23 (2019).

4.         Iranpour, R., Kelishadi, R., Babaie, S., Khosravi-Darani, K. & Farajian, S. Comparison of long chain polyunsaturated fatty acid content in human milk in preterm and term deliveries and its correlation with mothers’ diet. J. Res. Med. Sci. 18, 1–5 (2013).

5.         Schafrank, L. A., Washabaugh, J. R. & Hoke, M. K. An examination of breastmilk composition among high altitude Peruvian women. Am. J. Hum. Biol. 1–14 (2020). doi:10.1002/ajhb.23412

6.         Bode, L. Human milk oligosaccharides: Every baby needs a sugar mama. Glycobiology 22, 1147–1162 (2012).

7.         FAO. Dietary carbohydrate composition. Available at: http://www.fao.org/3/W8079E/w8079e0h.htm. (Accessed: 8th July 2020)

8.         FAO. Chapter 1 – The role of carbohydrates in nutrition. Available at: http://www.fao.org/3/w8079e/w8079e07.htm. (Accessed: 8th July 2020)

9.         FAO. ANEEX I: PARTICIPANTS – TECHNICAL WORKSHOP ON FOOD ENERGY: METHODS OF ANALYSIS AND CONVERSION FACTORS. Available at: http://www.fao.org/3/y5022e/y5022e07.htm. (Accessed: 8th July 2020)

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