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L. en N. Liliana Ortega
Consultora

El cáncer de mama se ubica en México como la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. “Anualmente se estima una ocurrencia de 20,444 casos en mujeres con una incidencia de 35.4 casos por 100,000 mujeres”.(1)

El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en las células de la mama, este grupo de células cancerosas puede crecer e invadir los tejidos cercanos donde se originó o puede llegar a propagarse por diferentes partes del cuerpo, lo que se denomina metástasis.

Como en la mayoría de los cánceres, el origen de esta enfermedad es multifactorial, es decir, no se puede indicar un factor único como el causante del desarrollo de la misma. Algunos de los factores conocidos son:

Factores biológicos

  • Sexo femenino
  • Envejecimiento (a mayor edad, mayor riesgo)
  • Antecedentes de cáncer de mama en madre, hermanas o hijas
  • Vida menstrual de más de 40 años (inicio de la menstruación antes de los 12 años y menopausia después de los 52)
  • Tejido mamario denso
  • Ser portador conocido de los genes BRCA1 o BRCA2

Factores iatrogénicos o ambientales

  • Exposición a radiaciones ionizantes principalmente en el desarrollo o crecimiento (in utero, en la adolescencia)
  • Tratamiento con radioterapia en tórax

Historia reproductiva

  • No haber tenido hijos
  • Primer embarazo a término después de los 30 años de edad
  • Terapia hormonal en la peri o postmenopausia por más de 5 años

Estilo de vida

  • Alimentación rica en hidratos de carbono y baja en fibra
  • Dieta rica en grasas, tanto de origen animal como ácidos grasos trans (un tipo de ácido graso insaturado que se encuentra principalmente en los alimentos industrializados que han sido sometidos a hidrogenación u horneados como los pasteles, frituras, margarinas, entre otros)
  • Obesidad, principalmente después de la menopausia
  • Sedentarismo
  • Consumo de alcohol mayor a 15g/día
  • Tabaquismo (2)

Como se observa, la mayoría de los factores de riesgo que desencadenan el cáncer de mama, no se pueden modificar. De ahí la importancia de trabajar en la cultura de la prevención como una medida básica para detectar el padecimiento en etapas tempranas y atenderlo de manera inmediata.

Las instituciones de salud del país realizan campañas masivas entre la población para promover la autoexploración de las glándulas mamarias desde el inicio de la menarca, a fin de detectar cualquier anomalía en ellas, ya sea, alguna secreción, cambio en la coloración y en la textura de la piel, o bien la presencia de algún tejido.

A partir de los 20 años de edad es recomendable, además de realizar la autoexploración mamaria, asistir una vez al año con el ginecólogo, para que realice la exploración clínica de las mamas. Después de los 40 años, se debe realizar una mastografía una vez por año, como examen complementario de prevención, ya que es un estudio radiológico más detallado de las mamas.

En caso de encontrar alguna alteración en los resultados, el médico especialista indicará el tratamiento a seguir y el lapso en que el paciente deberá realizarse nuevamente los estudios pertinentes.
Entre los factores de riesgo, están los relacionados con el estilo de vida, y estos sí pueden ser modificados. El cambio requiere que como sociedad y como individuos, fortalezcamos la autorresponsabilidad en el cuidado de nuestra salud. Hacerlo puede ser una gran diferencia.

Se tiene que crear conciencia en cada hogar, sobre la necesidad de fomentar estilos de vida saludables, sin temor, con constancia y valentía, haciendo equipo, porque nadie puede negar que la salud es el bien más preciado.

Probablemente sean los jefes de familia los que tomen la iniciativa, pues además son responsables del estilo de vida que siguen los menores a su cargo; o tal vez los jóvenes, asiduos a la tecnología y más informados sobre el desarrollo de esta enfermedad en particular, quienes sean los promotores de una campaña interna de salud y bienestar.

Seguir hábitos sanos puede hacer la diferencia en la calidad de vida. Es muy importante que los miembros de la familia se apoyen entre sí para lograr los cambios que podrían ser una medida de prevención de este tipo de enfermedades.

Algunas opciones para mejorar nuestros hábitos y tener una mejor calidad de vida son:

  • Realizar mínimo 3 comidas al día. Jamás salir de casa, sin tomar un buen desayuno (que incluya al menos un alimento de cada grupo: verduras y frutas; cereales sus derivados y tubérculos; leguminosas y alimentos de origen animal).
  • En la medida de lo posible, realizar las comidas en casa o llevarse alimentos para complementar la dieta o buscar la opción más balanceada si se come en la calle.
  • Estar abiertos a probar nuevas formas de cocinar que combinen diferentes técnicas de preparación y que incluyan una dieta variada. Por ejemplo: si preparas enchiladas, no frías las tortillas y sirve solo dos o tres porciones. Si puedes, evita ponerles crema o usa una reducida en grasas. Acompaña este platillo con una ensalada en vez de con una sopa de pasta.
  • La dieta del mexicano es rica en grasas y baja en fibra. Recuerda que lo que nos llevamos a la boca, aparece en nuestra salud. Incluye poco a poco alguna fruta y verduras de la temporada en todas las preparaciones de la comida Los cereales integrales y las leguminosas también son una muy buena fuente de fibra.
  • Mantén un peso saludable; asiste a una consulta médica y al nutriólogo para conseguir bajar el peso necesario de una manera saludable y, sobre todo, para aprender hábitos de vida que beneficien a su salud. No sigas dietas extremas ni consumas productos mágicos para bajar de peso, puede ser contraproducente.
  • Encuentra el tiempo y el espacio para realizar actividad física. Comienza a caminar hoy mismo, fomenta entre tu familia la práctica de algún deporte o caminatas después de comer.
  • Evita fumar y el consumo excesivo de alcohol. En caso de requerirlo, acude con especialistas para lograr vencer la adicción.

Siguiendo hábitos de vida saludable y realizando prácticas de prevención, se puede prevenir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, o bien atenderlo de manera oportuna. Cualquier momento de la vida es un bueno para comenzar a elegir vivir mejor.

Referencias:

  1. Estadísticas de Cáncer de Mama y Cáncer Cérvico Uterino // www.gob.mx/salud/
  2. Cáncer de Mama. Detección Oportuna // www.gob.mx/salud/

Fuentes:

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