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Q. en A. Ruth A. Buenrostro

Facultad de Química

UNAM

La hidratación es definida como el proceso mediante el cual un organismo adquiere agua para mantener el grado de humedad normal en los tejidos del cuerpo y permitir el adecuado desarrollo de los procesos fisiológicos; por lo tanto, la deshidratación es el estado resultante de la falta o pérdida de líquidos y/o minerales corporales adecuados para realizar las funciones del organismo en óptimas condiciones.

Para poder rehidratarnos no basta con sólo tomar agua, ya que se deben reponer tanto los líquidos como las sales corporales perdidas, con el fin de restaurar nuevamente el equilibrio fisiológico.

Como opciones de rehidratación actualmente tenemos en el mercado una gran variedad de productos desde sueros hasta las bebidas rehidratantes o deportivas, de colores llamativos que muchas personas utilizan durante y después de la actividad física.

Una bebida rehidratante o deportiva es una mezcla de agua y sales minerales (sodio, potasio, magnesio y cloro). La función principal de estas bebidas es reponer las pérdidas de líquido y electrolitos o sales minerales que ocurren como consecuencia de la sudoración, provocada por hacer ejercicio físico de alta intensidad y larga duración. Algunas bebidas hidratantes también pueden contener carbohidratos, los cuales proporcionan energía.

Se recomienda el consumo de estas bebidas cuando se realiza ejercicio físico de alta intensidad y de larga duración por un periodo igual o mayor a 1 hora y media. El clima es otro factor que debe de tomarse en consideración, ya que un ambiente caliente fomenta aún más la sudoración y, con esto, una mayor pérdida de líquidos, electrolitos y glucosa que deben ser recuperados.

A diferencia del agua, las bebidas rehidratantes son consideradas isotónicas, es decir, que tienen la misma osmolaridad que los fluidos del organismo, lo que significa que contienen aproximadamente el mismo número de partículas (azúcares y electrolitos) por 100ml. Y, por consiguiente, estas son absorbidas más rápidamente que el agua en el intestino, haciendo la rehidratación más rápida y el tiempo de recuperación más corto. Se recomienda que la bebida esté a una temperatura fresca (entre los 12 y los 18°C), es decir, ni muy fría ni tibia.

La historia de estas bebidas se remonta a principios de los años sesenta, cuando un equipo de investigación de la Universidad de Florida encabezado por el Doctor Robert Cade comenzó a desarrollar una bebida que pudiera reponer rápidamente los líquidos del cuerpo y ayudar a evitar una fuerte deshidratación debida al calor y al esfuerzo físico.

En 1965 los investigadores comenzaron a hacer pruebas con una fórmula especial en algunos miembros del equipo de fútbol americano de la Universidad de Florida, “Los Gators”, que sufrían fuertes pérdidas de líquidos durante los entrenamientos y partidos. Así comienza la historia de las bebidas rehidratantes en el mundo.

Las bebidas rehidratantes nunca deben ser usadas como cualquier otro liquido (jugo o refresco). Estas deben ser utilizadas exclusivamente para la reposición de electrolitos tras el ejercicio físico intenso y de larga duración. El consumo innecesario y excesivo de sodio, potasio y otros electrolitos contenidos en estas bebidas, pueden sobrecargar la función renal generando problemas a largo plazo.

Ingredientes básicosFunción
AguaEl agua presente en la bebida contrarresta satisfactoriamente las pérdidas de la misma por el sudor.
CarbohidratosLa proporción de estos debe ser adecuada, entre un 5 y 10% siendo generalmente una mezcla de glucosa y fructosa. Brindan energía necesaria para la actividad física, reducen la degradación de las reservas de glucógeno muscular y ayudan a mantener estable los niveles de glucosa en sangre, al mismo tiempo que aceleran la asimilación de agua. La concentración óptima de carbohidratos que debe llevar la bebida para conseguir un buen equilibrio entre la cantidad de agua de rehidratación y la cantidad de energía absorbida es entre 40 y 80g de sustancia por litro. Los más utilizados son: Sacarosa, glucosa y fructosa.
Sales mineralesEstas bebidas contienen sodio, cloro y potasio, principalmente, las cuales mejoran su sabor y en el caso del sodio favorece la retención de agua impidiendo que esta se elimine por la orina. Estos tres ingredientes son la fuente de los minerales clave en estas bebidas: Cloruro de sodio, citrato de sodio y fosfato monopotásico.
Aditivos alimentariosFunción
SaborizantesYa sean naturales o artificiales, se utilizan una gran diversidad de extractos de frutas que brindan una amplia gama de sabores deliciosos que estimulan el consumo de estos líquidos.
ColorantesProporcionan los tonos llamativos muy comunes en estas bebidas, se usan principalmente para hacer más atractivo al producto y para que el consumidor pueda identificar fácilmente el sabor deseado. Es importante aclarar que estos colorantes son utilizados en cantidades mínimas y todos están aprobados por la agencia Food, Drugs & Cosmetics (FD&C) de los Estados Unidos, que sólo se otorga después de que se han realizado investigaciones científicas para verificar la seguridad de un ingrediente alimenticio. En México estos colorantes están aprobados por la COFEPRIS y en la Unión Europea por JECFA. Los más comunes son: Amarillo 5, amarillo 6, azul 1 y caramelo.

Referencias:

Ingrepedia de Hablemos Claro, en https://ingrepedia.hablemosclaro.org

“Uso correcto de las bebidas hidratantes” en Contigo Salud

http://www.contigosalud.com/uso-correcto-de-las-bebidas-hidratantes

“Bebidas rehidratantes, más allá de la sed” de Salud y Medicinas, en: http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/diarrea-deshidratacion/consejos-alimenticios/bebidas-rehidratantes-mas-alla-de-la-sed.html

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