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Evolución de la lactancia materna en México

Dra. Alma E. Cruz Guerrero

Dr. Francisco Guzmán Rodríguez

UAM-Iztapalapa

La lactancia materna no sólo es un medio evolutivamente optimizado para alimentar a los bebés, sino también el estándar de oro para la nutrición infantil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la madre amamante exclusivamente a su bebé durante los primeros 6 meses desde el nacimiento; es decir, que el bebé se alimente exclusivamente de leche materna. La lactancia se debe iniciar en la primera hora después del parto, el consumo será a libre demanda y no se deben de usar fórmulas infantiles. 

La lactancia materna es beneficiosa tanto para los bebés como para sus madres. Esta les ofrece a los lactantes los nutrimentos necesarios para un desarrollo y crecimiento saludables, les brinda protección contra infecciones gastrointestinales y respiratorias, así como una menor incidencia de diversas enfermedades, como obesidad, diabetes y asma. Por otra parte, el amamantamiento brinda beneficios emocionales y psicológicos tanto para los bebés como para sus madres.

Además, la lactancia materna conlleva beneficios económicos, dado que se favorece la salud de los bebés y se reducen los gastos por consultas médicas y medicamentos, y se evita gastos adicionales en fórmulas infantiles y biberones

En un estudio realizado en 2012, se estimó que los costos pediátricos por no alimentar con leche materna a los bebés, relacionados con enfermedades infecciosas en niños menores de 1 año en México, oscilaron entre 745.6 y 2 416.5 millones de dólares, de los cuales entre el 11 y 38%, respectivamente, corresponden a compras de fórmula infantil

¿Cómo ha evolucionado la lactancia en México?

Desafortunadamente, la lactancia materna disminuyó durante el siglo XX debido a diferentes influencias sociales, económicas y culturales, así como por efecto de la industrialización, urbanización y la integración de las mujeres al ámbito laboral.

Existen reportes de la década de 1960 en donde se evidencia un grave problema en el impulso de la lactancia materna en México e, inclusive, se tenía las menores prevalencias entre los países en vías de desarrollo.

Otros estudios realizados en zonas urbanas en los años 70 mostraron una prevalencia de lactancia materna de 30 a 52% a los seis meses, mientras que en estudios llevados a cabo en la década de los 80 estas tasas variaron entre 12 y 49%. Estos resultados evidentemente son muy dispersos debido a la falta de metodología estadística con la que se realizaron.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud en 1999, se reportó una prevalencia de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida de 20.3% y aumentó a 22.3% en 2006. Sin embargo, para el año2012 se reportó una disminución drástica alcanzado solo 14.4%. Afortunadamente, para 2018 se reportó un aumento en la lactancia materna exclusiva llegando a 28.3%, probablemente como resultado del Estrategia Nacional de Lactancia Materna (2014-2018) implementada en nuestro país. Desafortunadamente, actualmente no existe una Estrategia Nacional de Lactancia Materna, por lo que es incierto el futuro de la lactancia materna en nuestro país.

En contraste con otros países de Latinoamérica, en México la práctica de lactancia materna exclusiva está pasando por un grave abandono, en la actualidad solamente 1 de cada 3 bebés reciben leche materna como alimento exclusivo hasta los 6 meses. Lo cual está por debajo del promedio de Latinoamérica (38%) y del promedio mundial (44%) y muy lejos de las recomendaciones de OMS, de tener al menos 50% para el año 2025. Por lo que es importante desarrollar estrategias que ayuden a fomentar la lactancia materna exclusiva como la creación de lactarios en los espacios de trabajo, ampliación de las licencias de maternidad, enseñanza de la importancia de la lactancia materna a las mujeres embarazadas, entre otras.   

Como ya se mencionó anteriormente, los beneficios son diversos, empezando por la salud tanto del recién nacido como de la madre. También se sabe que la lactancia materna ayuda a disminuir tanto la mortalidad como la morbilidad en niños menores de 1 año, por lo que sus efectos son comparables con los de una vacuna, dado que puede prevenir cerca de un millón de muertes por año, y es barata, segura y administrada por vía oral. Además, los beneficios de la lactancia materna se extienden a la vida adulta, ya que se sabe que existe una menor prevalencia de enfermedades como la obesidad, diabetes mellitus tipo 2, leucemia y dermatitis. Al mismo tiempo, las madres también tienen beneficios en la salud, pues disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovarios, así como la depresión postparto

Si bien los estudios que dan evidencia de los beneficios de la lactancia son numerosos, la concientización sobre su importancia no debe ser una acción puntual, sino una labor constante que retribuirá en beneficios a futuro para la sociedad, tanto en materia de salud como económica. El fomentar la lactancia materna permitirá mejorar el desarrollo y crecimiento de generaciones sanas en el futuro.

Bibliografía:

González-Cosio-Martínez T. y Hernández-Cordero S. 2016. Lactancia Materna en México. Academia Nacional de Medicina de México. pp 178.

Pérez-Escamilla R. y Dewey K. 1993. Epidemiología de la lactancia materna en zonas rurales y urbanas de México. Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana. 114(5): 399-405.

Sánchez-Pérez A., Velázquez-Lerma R., Díaz-Vargas P. y Molina-Nava C. 2019. Práctica de la lactancia materna en México. Revista Internacional de Estadística y Geografía. 10(1): 4-17.

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