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La próstata es la glándula que se encarga de producir un líquido que nutre y protege a los espermatozoides, tiene un papel importante para la reproducción. Algunos hábitos en la dieta pueden ayudar a conservar la salud de la próstata.

El cáncer de próstata es una de las enfermedades de mayor incidencia actualmente en el campo de la urología, ocupa el sexto lugar en cáncer a nivel mundial. Para evitar el progreso de esta patología, es muy importante establecer mecanismos de prevención tales como una alimentación adecuada, ejercicio físico y la reducción de hábitos tóxicos.

Algunos factores de riesgo asociados al cáncer de próstata son difíciles de modificar, como el origen étnico, la edad o la genética. Sin embargo, los aspectos ambientales pueden cambiarse para disminuir su impacto sobre la salud masculina. Al constatar que esta patología se da más en occidente que en oriente, se ha llegado a la conclusión de que un punto importante es la dieta.

La función exacta que desempeña la alimentación en el desarrollo del cáncer de próstata aún no está clara, aunque se han estudiado varias posibilidades.

La Dra. Wendy Demark-Wahnefried, experta en nutrición y subdirectora del Comprehensive Cancer Center (Centro Integral contra el Cáncer) de la Universidad de Alabama en Birmingham, afirma que los hombres que se preocupan por la salud prostática deberían seguir las pautas generales de alimentación de la American Cancer Society (ACS, Sociedad Estadounidense del Cáncer), para reducir el riesgo de cáncer:

  • Una dieta con alto contenido de frutas, verduras y cereales
  • Evitar grasas, granos y azúcares refinados
  • Mantener un peso corporal adecuado

Este último punto es clave: “Probablemente lo más importante para los hombres preocupados por el cáncer de próstata es el manejo del peso“, afirma Demark-Wahnefried. Los datos indican claramente que los hombres con sobrepeso, cuyo índice de masa corporal es del 30% o mayor, tienen un 34% más de posibilidades de padecer cáncer agresivo de próstata, que los hombres cuyo índice de masa corporal es inferior a ese rango.

Los investigadores siguen analizando si ciertos alimentos y nutrimentos afectan de manera excepcional al cáncer de próstata, por ejemplo, se ha descubierto que los hombres que comen muchas carnes rojas o productos lácteos altos en grasa parecen tener una probabilidad ligeramente mayor de presentar este tipo de cáncer. Estos hombres también tienden a comer menos alimentos de origen vegetal como frutas, ensaladas y verduras.

Algunos estudios han sugerido que los hombres que consumen una gran cantidad de calcio, más de 1200 miligramos por día (proveniente de alimentos o complementos) pueden tener un mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.

Es posible que los productos lácteos (los cuales a menudo tienen mucho calcio) también puedan aumentar el riesgo. Sin embargo, la mayoría de los estudios no ha encontrado tal asociación con los niveles de calcio encontrados en una dieta promedio. Es importante indicar que el calcio proporciona otros beneficios importantes para la salud, así que no se puede simplemente eliminarlo de la dieta.

Recientemente la ACS, está realizando estudios para analizar si los compuestos del jitomate, los licopenos, y de la soya, las isoflavonas, pueden ayudar a prevenir el cáncer de próstata. El licopeno, en particular, es un pigmento vegetal con capacidad antioxidante que lucha contra las toxinas que causan daño celular y en el ADN.

El jitomate es una de las hortalizas estrella de la dieta mediterránea, además ha demostrado ser un aliado en la prevención del cáncer de próstata. Un estudio publicado en agosto de 2014 en la revista médica Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, concluyó que tomar 10 porciones de jitomate a la semana (cada porción equivale a un jitomate mediano o 150 ml de jugo de jitomate) reduce en un 18% el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.

Los investigadores hicieron un seguimiento de la dieta y el estilo de vida de 1,806 hombres de entre 50 y 69 años con cáncer de próstata y lo compararon con 12,005 hombres libres de esta enfermedad. Los participantes que mantenían una ingesta óptima de selenio, calcio y licopeno, tenían un menor riesgo de desarrollar este tipo de tumor. La opción con mayor concentración de licopeno fue los jitomates y sus derivados, y presentaron un beneficio más significativo: una disminución del riesgo de hasta el 18%.

Al licopeno se le atribuye una capacidad antioxidante importante, propiedades antiproliferativas y la mejora de la función inmunitaria, pero los estudios no clarifican porqué trae beneficios para la salud de la próstata, explica el doctor Antonio Agudo, investigador del Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología. Además, a diferencia de otros antioxidantes como la vitamina C, el licopeno no se destruye al cocinarlo. Es más, en forma de salsa aumenta su capacidad de absorción porque la grasa, por ejemplo, del aceite de oliva, favorece su absorción.

El jitomate no es el único alimento al que se le han atribuido propiedades frente al cáncer de próstata, otros productos son el jugo de granada, que puede retardar el aumento de los niveles de Antígeno Prostático Específico (PSA por sus siglas en inglés), un indicador de tumores que se mide en los análisis de sangre en hombres después de someterse a una cirugía de cáncer de próstata o a quimioterapia. También las semillas de lino pueden retardar la proporción en que se multiplican las células cancerígenas en los hombres con cáncer de próstata en su etapa inicial.

Finalmente, es importante recordar que en la prevención de algunos tipos de cáncer, la dieta puede actuar como un factor protector o de riesgo, pero siempre y cuando se establezca un hábito; es decir, comer bien un día no te protege, ni comer mal un día te pone en riesgo.

Fuentes:

 

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