Dra. Elisa Dufoo-Hurtado
M. en C. Norma Angélica López Rodríguez
Universidad Autónoma de Querétaro
Ante la necesidad de educar a la población en temas de salud pública y alimentación, las guías alimentarias plantean recomendaciones con el objetivo de promover la salud y prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas relacionadas con la malnutrición. Dichas recomendaciones, basadas en el contexto nutricional y sociocultural de un país, contemplan aspectos como la composición e higiene de los alimentos, la accesibilidad de los productos, así como los patrones de producción y alimentación, tomando en cuenta toda la cadena de suministro desde la obtención de los alimentos hasta su consumo.
Si bien estas guías son definidas por los patrones alimentarios cada país, también evolucionan dependiendo de las necesidades del grupo al que va dirigido, así como de cambios en el medio ambiente.
En México, por ejemplo, hace más de 15 años se utilizaba la pirámide de la alimentación como guía alimentaria. No obstante, en 2005, fue reemplazada por el “Plato del Bien Comer”, una herramienta gráfica que establece los criterios para tener una alimentación saludable y nutritiva al mostrar, de una forma ejemplificada, un plato que incluye todos los grupos de alimentos de fácil acceso en México y que, además, cubre las necesidades específicas del cuerpo. En este punto es importante destacar que el plato del bien comer, hasta ese entonces, solo incluía 3 grupos de alimentos: verduras y frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal.
Más tarde, en 2015, un grupo de expertos desarrollaron las Guías Alimentarias y de Actividad Física para la población mexicana. Derivado de estas guías surgieron 10 recomendaciones generales y prácticas, destacando: la reducción del tamaño de las porciones, la inclusión de frutas y verduras, realizar actividad física, evitar el consumo de alimentos procesados y dulces, entre otras.
Recientemente, se presentaron las guías alimentarias 2023. Un dato de interés para esta actualización es que se incluyeron recomendaciones para lograr una alimentación que, además de ser saludable, también logre ser sostenible, es decir, que proteja al medio ambiente. Esta última actualización, además de respetar las tradiciones culinarias, incluye la diversidad de productos y alimentos frescos que se encuentran a lo largo del territorio mexicano. Como resultado, hoy en día el ícono representativo de las guías alimentarias en México es conocido como: El plato del bien comer saludable y sostenible, alineado también a la promoción del cumplimiento de los 17 objetivos de desarrollo sostenible.
Este nuevo plato considera una inclusión de perspectiva de género, destacando las diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a sus requerimientos nutricionales. Además, contempla cinco grupos de alimentos que deben ser incluidos en una comida y que están clasificados de acuerdo con su composición nutricional y su impacto en el medio ambiente. Por lo anterior, se recomienda que el orden de consumo de estos cinco grupos de alimentos, de mayor a menor, sea el siguiente: verduras y frutas (de preferencia elegir aquellas que sean de temporada y típicas de la región), cereales y tubérculos (elegir opciones integrales o de granos enteros), leguminosas (habas, garbanzos, lentejas o frijoles), alimentos de origen animal (se ha sugerido disminuir su consumo, tanto en cantidad como en frecuencia, a partir de los cinco años de edad), y, finalmente, aceites y grasas saludables (cuyo consumo debe ser limitado).
Como resultado de estas actualizaciones, también es posible observar ligeros cambios en las 10 recomendaciones establecidas, dentro de las cuales destacan: la promoción de la lactancia materna como alimentación exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, la inclusión diaria de leguminosas, así como la reducción del consumo de productos ultraprocesados, bebidas azucaradas y alcohol.
¿De qué manera impacta la última actualización de las guías alimentarias en la alimentación mexicana?
Pues bien, dadas las modificaciones y las recomendaciones incluidas en la última versión, se ha propuesto replantear la preparación de platillos típicamente consumidos en los hogares. Por ejemplo, en lugar de considerar carne roja como el elemento principal en un platillo, se sugiere reemplazar esta proteína por combinaciones de cereales integrales y leguminosas cuyo consumo, además de aportar proteínas, reduce el impacto ambiental, logrando así un platillo tanto saludable como sostenible. Es necesario recordar que lo importante es recurrir a opciones de preparaciones prácticas, coloridas y variadas.
Estas actualizaciones representan un paso significativo hacia una alimentación saludable y equilibrada, basada en la evidencia científica más actualizada. Además, nos proporcionan recomendaciones claras y prácticas para orientar nuestras elecciones alimentarias y contribuir a mejorar nuestra salud, prevenir enfermedades crónicas y promover un estilo de vida más saludable en nuestro país.
Referencias:
Guía alimentaria Mexicana: El plato del bien comer (2013). Revista de Divulgación Científica de Nutrición ambiental y Seguridad alimentaria, Vol. 2, No.4, Junio-Julio de 2013 (https://www3.ugto.mx/redicinaysa/images/Revistas2013/redicinaysa-jun-jul-2013-universidad-guanajuato.pdf)
Home (s. f.). Food and Agriculture Organization of the United Nations. https://www.fao.org/nutrition/educacion-nutricional/food-dietary-guidelines/es/
SSA, INSP, GISAMAC, UNICEF. (2023).Guías alimentarias saludables y sostenibles para la población mexicana 2023. México