LN ED Miriam Guadalupe Avendaño Morales NC
Departamento de nutrición y dietética
Hospital de especialidades pediátricas
Centro regional de alta especialidad
Ante la presencia de la pandemia por COVID-19 no se puede olvidar que las medidas a aplicar para evitar el contagio son tan básicas como el lavado de manos frecuente, medidas de higiene respiratorias -sobre todo al toser y/o estornudar, y mantener la sana distancia que implica el distanciamiento social quedándose en casa.
Actualmente, no existe un tratamiento nutricional específico frente al COVID-19, el consumo de determinados alimentos o seguir una dieta específica no puede prevenir ni disminuir el riesgo de contagio en personas sanas. Y en personas enfermas, la dieta solamente podría ayudar en el manejo de los síntomas de la propia enfermedad como fiebre y problemas respiratorios, asegurando una buena hidratación, pero en ningún caso tratar la enfermedad.
Al momento no se ha demostrado que los alimentos sean fuente de transmisión de COVID-19, y ello nos brinda apertura para realizar compras con una mejor selección de estos. Hay que tener especial cuidado con la desinfección de empaques de alimentos, particularmente de metal y plástico, al momento de recibir las compras o de llevarlas a casa, ya que se ha demostrado que el virus puede sobrevivir en superficies de plástico hasta por 72 horas.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) señala que, ante la situación de quedarnos en casa, los niños pueden generar estrés y responder de diferentes formas a éste, ya sea mostrándose preocupados, enfadados o agitados, encerrándose en sí mismos, incluso presentando cambios en el apetito. Podemos aprovechar este tiempo en casa ocupando a los pequeños en la cocina y reforzar así una alimentación saludable, entendiéndose como tal aquella que es: “Suficiente, completa, equilibrada, satisfactoria, segura, adaptada al comensal y al entorno, sostenible y asequible”.
En el caso de los bebés recién nacidos a 6 meses, la leche materna les brinda calorías, nutrimentos y anticuerpos esenciales para protegerse de algunas infecciones. La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) actualmente recomienda lo siguiente:
La lactancia materna tiene algunos beneficios como: la reducción del 15 al 30% en la obesidad adolescente y adulta en bebés amamantados en comparación con los no amamantados. Investigaciones apoyadas por el NICHD (Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Healt and Human Development) sugieren que algunos ácidos grasos en la leche materna juegan papeles importantes en el desarrollo del cerebro.
En el caso de niños en edad preescolar y escolar, se recomienda:
Algunas recomendaciones que son benéficas y aplicables para cualquier miembro de la familia, son:
Por otro lado, es importante realizar ejercicio físico, que ayuda a mantener la salud y el peso adecuado, además de favorecer el crecimiento. Se pueden buscar actividades que le gusten al niño, programar al menos 4-5 veces a la semana actividades como bailar, brincar, agacharse, realizar juegos y canciones que le darán ritmo al movimiento, o bien, alguna actividad en la que puedan participar todos los miembros de la familia.
Otro punto importante es cuidar la salud mental. Escribir o dibujar las emociones si se siente ansiedad, en vez de recurrir de inmediato a la comida, ayudará a visualizarlas, identificarlas y conocer la diferencia entre el hambre fisiológica y la provocada por un estado emocional no atendido adecuadamente.
También es recomendable asolearse 10 a 15 minutos al día, como lo recomienda la Asociación Americana de Dietética, para ayudar a sintetizar vitamina D que necesitamos.
Es importante estar al pendiente de cambios de peso continuos o modificaciones en el apetito que perduren muchos días, al grado de verse afectada la salud, entonces se debe acudir a los profesionales de salud para un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno.
Estas recomendaciones pueden ayudar a que la familia tenga un mejor estado de salud en conjunto e incluso puede reforzar algunos lazos entre sus miembros. Cuidarnos, más allá de la situación sanitaria actual, es tarea en la que todos podemos ayudar y que nos traerá beneficios incluso después de que la pandemia por COVID19 pase.
Bibliografía:
INCAP. Recomendaciones para la alimentación saludable durante COVID-19. Guatemala,2020.8-16.
Brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19): orientaciones para el público. https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public
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Birch, E. E., Garfield, S., Hoffman, D. R., Uauy, R., & Birch, D. G. (2000). A randomized controlled trial of early dietary supply of long-chain polyunsaturated fatty acids and mental development in term infants. Developmental Medicine & Child Neurology, 42, 174–181.
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Comenzando alimentos sólidos. https://www.healthychildren.org/English/ages-stages/baby/feeding-nutrition/Pages/Starting-Solid-Foods.aspx