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Una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y baja en grasas saturadas, favorece la salud y la calidad del semen en hombres, afirman los expertos.

La dieta de los hombres influye de forma directa en su salud y, en consecuencia, también en su capacidad reproductiva. Las frutas y verduras mejoran la calidad del esperma, pero las grasas saturadas, el exceso de  carne y lácteos enteros lo deterioran.
Investigaciones recientes destacan la importancia de la alimentación equilibrada en los hombres que planean ser padres, ya que algunos alimentos pueden modificar la calidad del esperma, aumentándola o disminuyéndola.

1 de cada 6 parejas tiene dificultades para tener un hijo y en el 50% de los casos el problema se asocia a factores de infertilidad masculinos. Y es que, aunque la incapacidad para concebir puede localizarse en hombres y mujeres, el factor masculino alcanza un relevante protagonismo en la esterilidad.

Las causas de la infertilidad masculina son diversas y nuestros hábitos o estilos de vida cotidianos, podrían incrementarla, disminuyendo la probabilidad de concebir. Investigaciones recientes incluyen entre estos factores los relacionados con la alimentación y nutrición, incluso sugieren que una dieta equilibrada puede afectar no solo a la salud, sino también a la calidad del esperma.

Calidad y cantidad son las dos principales características del semen que influyen de forma notable en su capacidad de procreación, y una alimentación adecuada puede contribuir a mantenerlas.

Para determinar cómo una buena dieta puede mejorar la fertilidad, un equipo de investigadores españoles ha analizado durante cuatro años los hábitos dietéticos de 61 varones, la mitad de ellos con problemas reproductivos.

La conclusión del estudio de estos especialistas de la Universidad de Murcia, la Universidad Miguel Hernández y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública, es que la mejor calidad seminal está asociada a las dietas equilibradas que incluyen un consumo elevado de verduras y frutas. La razón es simple: estos alimentos proporcionan al organismo mayores cantidades de vitaminas, antioxidantes, ácido fólico y fibra, que contribuyen a la formación de espermatozoides sanos.

Pero, además de las frutas y verduras, otros alimentos como el pescado, el pollo, las legumbres y los granos enteros se asocian también a una buena calidad espermática. Al menos así lo concluye una investigación del Departamento de Nutrición de la Universidad de Harvard. Los científicos norteamericanos afirman que en los jóvenes cuya dieta se basa en la ingesta elevada de estos alimentos, la movilidad del esperma es 11.3% superior a quienes tienen una dieta diferente.

Sin embargo, no basta con ingerir alimentos más sanos para tener una buena salud en general, y del semen, en particular. También es preciso reducir el consumo de ciertos productos. En concreto, los científicos españoles señalan a las grasas saturadas (presentes en muchos productos como la bollería industrial), la carne y los productos lácteos enteros.

Según investigadores estadounidenses, los jóvenes que abusan de las grasas saturadas tienen un 43% menos de esperma y un 38% menos de concentración de espermatozoides. Una de las razones es que la ingesta excesiva de este tipo de alimentos puede derivar también en sobrepeso y obesidad, alterando los patrones normales de producción espermática.

Esto no significa que las grasas sean el enemigo; numerosos estudios científicos atribuyen a los ácidos grasos omega-3 múltiples beneficios y propiedades en la prevención y reducción de diferentes problemas de salud, como la osteoporosis, la depresión o la dermatitis atópica. Y, ahora también, la infertilidad.

Según las últimas investigaciones, este nutrimento, que se encuentra de forma natural en algunos alimentos y de manera artificial en otros productos enriquecidos, contribuye a mejorar la calidad del semen.

La andróloga Carmen Anarte, de la Unidad de Reproducción Asistida Quirón-Bilbao, ratificó esta propiedad de los ácidos omega-3. Su estudio, en el que han participado 120 varones durante cuatro años, revela que un aporte suplementario durante 10 semanas de una de las grasas del grupo omega-3 (ácido docosahexaenoico o DHA) mejoró la calidad del semen. El DHA se halla en algunos alimentos como el pescado azul (el salmón, el bonito o la caballa), en algunos frutos secos, como la nuez y en el aceite de semillas de lino.

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