Durante años nos han hablado acerca de cómo una dieta correcta mejora nuestra salud física, pero hasta hace poco no existía investigación alguna que mostrara el rol de los diferentes nutrimentos presentes en nuestros alimentos en la salud bucal.
El proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, FONDECYT, dirigido por el académico Rodrigo Giacaman de la Escuela de Odontología de la Facultad de Ciencias de la Salud de Chile, busca determinar el papel que tienen los diversos nutrimentos de la dieta humana, distintos del azúcar, tales como las proteínas, los ácidos grasos o los hidratos de carbono en la formación de caries y de placa bacteriana.
Se tiene la hipótesis de que distintos tipos de bacterias coexisten en los dientes, la investigación busca conocer el efecto que provoca la proliferación de alguna de ellas, o en su defecto, la baja presencia de otras. Estos cambios en la flora bucal pueden ser la razón de que ciertas personas no desarrollen caries, a pesar de la presencia de las bacterias en los dientes.
Uno de los principales motivos para realizar este proyecto fue la investigación de Giacaman, quien descubrió que a pesar de los innumerables esfuerzos sanitarios para controlar la incidencia de caries dentales, estas siguen afectando a millones de personas en todo el mundo.
Las caries son una enfermedad causada por el cambio en el equilibrio orgánico entre el mineral del diente y la composición de la placa bacteriana (biopelícula oral). Estas ocasionan lesiones por la desmineralización progresiva y localizada de los tejidos dentales duros, ante la baja del pH (grado de acidez) provocado por la fermentación de los azúcares de la dieta.
Se sabe que la sacarosa (azúcar blanca de mesa) es altamente cariogénica, pero la pregunta en el aire es el efecto que tienen otros alimentos en el desarrollo de las caries.
Algunos resultados obtenidos a lo largo de tres años de investigación arrojan que los ácidos grasos insaturados de la dieta (presentes en aceites vegetales, semillas, frutos secos y pescados) pueden proteger no solo la salud cardiovascular, sino también la bucal, ya que ayudan a disminuir la aparición de caries y el daño que genera este padecimiento.
Otro hallazgo es que la proteína de huevo, la ovoalbúmina, presente en la clara posee también un efecto protector de la salud dental, ya que puede inhibir el efecto de la sacarosa sobre el esmalte dentario. Al estar presente tanto la sacarosa como la proteína, el azúcar no es capaz de dañar el diente, ni otras partes de su tejido duro. Además, la ovoalbúmina es capaz de detener el efecto de los ácidos producidos por las bacterias en la boca; se espera en un futuro poder agregar dicha proteína a alimentos, snacks, tabletas masticables, entre otros.
Gracias a estos hallazgos, el actual proyecto FONDECYT desarrolla modelos experimentales de caries que permiten explorar varios fenómenos, desde la formación de las caries a nivel molecular, las características de las bacterias presentes en la boca, y la proliferación de caries de forma distinta en las personas. En síntesis, la investigación plantea la hipótesis de que los nutrimentos generan cambios en la composición y características de la biopelícula oral, modificando su potencial cariogénico.
Al final, los resultados que se obtengan permitirán conocimientos más precisos sobre los mecanismos asociados a la aparición de caries y, de esta manera, proponer nuevas estrategias para su prevención. “Creemos que la dieta es importante y es lo que queremos probar”, afirmó el académico.
