Dra. Ruth Pedroza Islas
Ingeniería de Alimentos
Universidad Iberoamericana
Es muy recomendable incluir vegetales en la dieta diaria porque proporcionan fibra, vitaminas, minerales y compuestos químicos bioactivos, es decir, aquellos que favorecen la salud más allá de nutrirnos. Si no consumimos suficientes vegetales pueden presentarse deficiencias, por ejemplo, de vitamina D, fibra, potasio, calcio, zinc y selenio. Tal es el caso de la población mexicana (Neufeld, 2021) y de otras en el mundo.
Los vegetales a consumir no solo deben ser los de colores, también hay vegetales blancos que ofrecen ventajas, como los hongos. México es el mayor productor de hongos en Latinoamérica, principalmente de champiñones (Agaricus sp); también produce setas (Pleurotus sp.), aunque en mucho menor proporción. Hay que comentar que en México hay una gran variedad de hongos comestibles, muchos de ellos silvestres además del típico huitlacoche, no obstante, el consumo se estima en 997g/año per cápita, es decir, menos de 3g al día.
Pero, regresemos a los hongos comestibles blancos y a las deficiencias de vitaminas y minerales en la población. Los champiñones, son los hongos más consumidos y prácticamente son la única fuente vegetal de vitamina B12, lo que constituye una excelente noticia para los vegetarianos, pero aún hay más. Son fuente de vitamina D, por lo que ayudan a la absorción de calcio, a la salud metabólica, a la disminución de infecciones y es antiinflamatoria (Romo, 2022). Recientemente se ha encontrado que la deficiencia en esta vitamina, se relaciona con mayor riesgo de muerte por COVID-19 (Rodríguez y colaboradores, 2020), así que la deficiencia en vitamina D en una población o en los individuos, es una situación preocupante. Son una buena fuente de selenio, cuya deficiencia puede provocar complicaciones nutricionales, infecciosas y afecciones en huesos, cartílagos, articulaciones y se le ha relacionado con cardiomiopatías. El selenio, además, es indispensable para la función antioxidante del organismo, entre otras (Sandeep, 2016).
¿Y los compuestos bioactivos de los champiñones?
Estos hongos contienen beta-glucanos, que son polisacáridos que actúan como potentes reguladores del sistema inmune, reducen el colesterol y el riesgo cardiovascular, mejoran la condición del síndrome del intestino irritable, mejoran la microbiota intestinal y presentan actividad antitumoral (Blumfield y colaboradores, 2020; Cerletti y colaboradores, 2021; Murphy y colaboradores, 2022). También contienen compuestos químicos como los flavonoides que tienen actividad antioxidante y antiinflamatoria; ergotioneina y glutatión, ambos con potente actividad antioxidante (Blumfield y colaboradores, 2020).
Los champiñones son de bajo índice glucémico, entre 10 y 15, (Anderson y colaboradores, 2013), contribuyen a regular el metabolismo energético estimulando la oxidación de los ácidos grasos (Blumfield y colaboradores, 2020) por lo que conviene incorporarlos en los programas de control de peso.
Aunque nos hemos centrado en los champiñones, es importante mencionar que otros hongos como las setas o los portobellos, presentan las mismas características que se han descrito. Así que resulta claro que adicionar champiñones u otros hongos a la dieta puede mejorar el perfil nutrimental y proveer beneficios a la salud por su contenido diverso de componentes bioactivos (Agarwal y Fulgoni, 2021; Sides y colaboradores, 2021). Por ello, no hay que olvidar consumir vegetales blancos.
Referencias:
Anderson GH, Soeandy CD, Smith CE. 2013. White Vegetables: Glycemia and Satiety. Adv. Nutr. 4: 356S–367S.
Agarwal S, Fulgoni VL. 2021. Nutritional impact of adding a serving of mushrooms to USDA Food Patterns – a dietary modeling analysis. Food & Nutrition Research, 65: 5618.
Blumfield M, Abbotta K, Duvec E, Cassettari T, Marshalla S, Fayet-Moore F. 2020. Examining the health effects and bioactive components in Agaricus bisporus mushrooms: a scoping review. Journal of Nutritional Biochemistry 84: 108453.
Cerletti C, Esposito S, Iacoviello L. 2021. Edible Mushrooms and Beta-Glucans: Impact on Human Health. Nutrients, 13, 2195.
Murphy EJ, Rezoagli E, Pogue R, Simonassi-Paiva B, Zainol AII, Waltzer Fehrenbach G, O’Neil E, Major I, Laffey JG, Rowan N. 2022. Immunomodulatory activity of β-glucan polysaccharides isolated from different species of mushroom – A potential treatment for inflammatory lung conditions. Science of the Total Environment 809:152177
Neufeld ML. La desnutrición en México: una agenda inconclusa. Salud Pública Mex [Internet]. 3 de mayo de 2021 [recuperado 6 de enero de 2022];63(3 May-Jun):337-8. Disponible en: https://www.saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/12742
Mushroom’s Value – El cultivo de hongos en México (mushroomsvalue.com) [recuperado el 13 de enero de 2022].
Rodríguez TA, Montelongo MEA, Martínez‑Cuazitl A, Puente NAV, Reyes PRA. 2020. La deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo de mortalidad en pacientes con COVID-19. Rev Sanid Milit Mex 74, (1-2) Enero-Abril: 106-113.
Romo RA. 2022. Estrategias de alimentación para el manejo de enfermedades crónicas en la nueva normalidad – Hablemos Claro [recuperado el 14 de enero de 2022].
Sandeep Prabhu K. 2016. Selenium. Adv Nutr, 7:415–7.
Sides R, Griess-Fishheimer S, Zaretsky J, Shitrit A, Kalev-Altman R, Rozner R, Beresh O, Dumont M, Penn S, Shahar R, et al. 2021. The Use of Mushrooms and Spirulina Algae as Supplements to Prevent Growth Inhibition in a Pre-Clinical Model for an Unbalanced Diet. Nutrients, 13: 4316.