LNCA. Angélica Rebollar García
Dra. Rocío Campos Vega
Universidad Autónoma de Querétaro
Seguramente alguna vez viste cierta película animada sobre la mitología griega en donde un joven, con fuerza alucinante, comienza a ganarse el respeto de su entrenador, del pueblo y hasta de los mismos dioses, en el momento que sus músculos crecen; tal como lo dice la canción, pasó de cero a héroe. Esto último es tan solo un ejemplo genérico de cómo la sociedad suele relacionar al hombre musculoso con salud, fuerza y valentía, pues también las figuras de acción, los superhéroes y el contenido digital relacionado con el consumo masculino, sustentan esta teoría.
Este es un tema que ha llamado la atención de investigadores, surgiendo especulaciones sobre cuáles son aquellos factores psicológicos, socioculturales o conductuales que han llevado a este impacto en los hombres y la percepción de su imagen corporal.
Por esto no resulta sorpresivo que la mayoría de los hombres, adolescentes y jóvenes, atiendan a consulta nutricional con el objetivo de alcanzar una composición corporal musculosa. Sin embargo, ¿hasta donde son capaces de llegar los jóvenes con tal de alcanzar este objetivo?
Los suplementos y medicamentos para el mejoramiento de imagen y rendimiento, o AEPDs (por sus siglas en inglés), han despertado una creciente preocupación para la salud de jóvenes del sexo masculino, ya que su uso y abuso ha aumentado en los últimos años. Los AEPDs son un grupo de sustancias que pueden ser legales; por ejemplo, suplementos de renombre como la creatina y la proteína aislada. Pero, otros, tienen una naturaleza ilícita, como los esteroides anabólicos, que no fueron previamente recetados por un profesional de la salud. Estas sustancias son utilizadas, como su nombre lo indica, para incrementar el rendimiento, mejorar la apariencia física y también eficientar el desarrollo muscular.
Entonces, si los AEPDs tienen la capacidad de otorgar estos beneficios, ¿por qué la preocupación? Existen varias razones: en primer lugar, estos suelen ser recomendados por el circulo social así como amigos, compañeros o el entrenador, pero rara vez los recomienda un profesional de salud. En segundo lugar, muchos de estos suplementos llegan a prometer beneficios adicionales, muy por encima de aquellos que se conseguirían llevando una dieta normal y equilibrada. Y, en tercer lugar, a que uno de los mayores problemas es la relación del consumo de los AEPDs con los trastornos alimenticios, incremento en dismorfia corporaly con conductas tales como el consumo excesivo de alcohol e incluso de drogas ilícitas.
Se han realizado diferentes estudios que analizan esta relación en diferentes grupos de edad (mínimo 18, máximo 41 años) y suelen concluir con la necesidad de desarrollar intervenciones nutricionales para el grupo de pacientes con este tipo de objetivos, ya que vienen acompañados de restricciones calóricas extremas, entrenamientos excesivos y conductas compensatorias (vigorexia, bulimia).
En vista de lo expuesto, existe responsabilidad tanto del personal de salud como del paciente masculino para destacar la importancia de la nutrición sobre su salud global. Aunque hay poca información dirigida hacia la intervención nutricional masculina, las recomendaciones de una dieta equilibrada y actividad física adecuada es igualmente aplicable. Antes de optar por el consumo de algún suplemento, es recomendable asistir a una valoración nutricional, que incluirá mediciones de composición corporal, educación en nutrición, estudios bioquímicos que otorgarán la información necesaria para el posterior establecimiento de un plan alimenticio y un régimen de actividad física ajustados a las necesidades y objetivos del paciente.
En conclusión, es necesario cuestionar realmente el porqué plantearse un objetivo de tener músculos muy grandes (como los superhéroes), pues esto se relaciona, mayormente, con una cuestión de imagen corporal que, con tal de ser alcanzada, podría poner en riesgo la salud antes que mejorarla. El objetivo de la consulta nutricional es el que el paciente se plantee, pero el objetivo de la nutrición como ciencia es el mantenimiento de una salud óptima y la prevención del desarrollo de enfermedades crónicas a través de una alimentación equilibrada y completa.
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