Dra. en C. y L. N. Angélica Sofía González Garibay
Unidad de Biotecnología Médica y Farmacéutica
CIATEJ
Desafortunadamente, en la actualidad vivimos en un ambiente obesogénico, es decir, exposición a porciones extremadamente grandes de alimentos, oportunidades que nos impulsan a aprovecharlas, asistimos a diversos eventos sociales e incluso llevamos una vida sedentaria. Lo anterior nos conduce a consumir una cantidad extra de energía, es decir, que no necesitamos. Este extra pone en riesgo el metabolismo de carbohidratos, que incluye a la glucosa y, por lo tanto, representa un riesgo a nuestra salud. Por lo que la gran mayoría de adultos nos beneficiaríamos de 2 acciones: consumir sólo la cantidad de energía que necesitamos y aumentar la actividad física.
Limitar el consumo de carbohidratos
Para lograr lo anterior, se deben limitar los alimentos ricos en azúcares (refrescos, jugos, cualquier bebida endulzada con azúcar de mesa, jarabes o fructosa, entre otros). También se debe controlar el consumo de cereales procesados (galletas, panes, pastelillos y frituras). Existen otras fuentes de carbohidratos de mejor calidad que contienen fibra dietética, vitaminas y minerales, como las frutas, verduras, leguminosas y cereales de grano entero. Para saber la cantidad de cereales y de otros grupos de alimentos que puede consumir una persona, debe consultarse a un licenciado en nutrición o nutriólogo.
Volverse más activo físicamente
A nivel mundial, se sabe que 1 de cada 4 adultos no cumple las recomendaciones de actividad física. La recomendación general para adultos es lograr realizar ejercicio 5 veces por semana, por lo menos 30 minutos cada vez, con miras a alcanzar al menos 150 minutos por semana. Una forma de incrementar la actividad física es caminar múltiples veces al día hasta acumular 7,000 a 10,000 pasos por día. En la actualidad hay formas de contar los pasos con los celulares o relojes inteligentes, aunque siempre será conveniente consultar con un entrenador o licenciado en cultura física y deportes. Otra forma de volverse más activo es evitar el sedentarismo (mucho tiempo sentado/acostado o sin hacer nada).
Cuidar el peso corporal y evitar la obesidad
El exceso en el consumo de energía ocasiona que dicha energía se almacene en forma de masa grasa, así el peso corporal aumenta y, en cierto punto, conduce al diagnóstico de sobrepeso u obesidad. La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2. Se sabe que perder un 7% de peso disminuye en 58% el riesgo de padecer diabetes. Cabe destacar que la salud no puede evaluarse solamente por el peso corporal, también deben considerarse los análisis de sangre. En particular, hablando del riesgo de desarrollar diabetes, se pueden realizar pruebas de medición de glucosa en sangre en ayuno o la medición de hemoglobina glucosilada en su fracción A1c (HbA1c).
Vigilar la glucosa en sangre en ayuno
La glucosa en sangre indica si el metabolismo de la glucosa es normal, si hay pre-diabetes o diabetes mellitus tipo 2. En adultos, la glucosa en ayuno debe ser menor de 100mg/dl. Si este valor resulta mayor de 100mg/dl, significa que ya hay alteraciones en el metabolismo de carbohidratos y eso indica que se tiene pre-diabetes. Si este es tu caso, debes empezar ya a realizar cambios en tus hábitos alimenticios y en tu nivel de actividad física.
Si la glucosa resulta igual o mayor de 126mg/dl, esto sería indicativo de diabetes mellitus tipo 2 y, por normatividad, se debe repetir el estudio para confirmar. El conflicto con el estudio de glucosa en sangre es que hay diversos factores que pueden modificarla. En primer lugar, es importante que se cumpla con la indicación de 8 horas de ayuno para poder realizar su determinación y no sobrepasar las 12 horas de ayuno. Por lo que si no se cumple este requisito el valor que resulte no será confiable. Además, otra situación que afecta son los cambios temporales en la alimentación de una persona. Por ejemplo, si unos días antes de realizarse el estudio cambia su alimentación puede ser que la glucosa resulte menor, pero el cambio sería temporal. Es importante considerar que cuando nos miden la glucosa en ayuno, es como si de repente nos tomaran una foto y al ver la foto podríamos notar que no demuestra nuestro verdadero estado de ánimo en todo un evento. Tampoco podemos saber qué pasó un día antes o una semana antes.
Conocer el valor de la hemoglobina glucosilada (HbA1c)
La medición de la hemoglobina glucosilada es más certera que la glucosa en ayuno, se mide en porcentaje y es como haber tomado un video del comportamiento de la glucosa en sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Es decir, no sólo se aprecia un instante como en una foto. Otra ventaja de este estudio es que el tiempo de ayuno no afecta el resultado. La hemoglobina glucosilada se considera normal si es menor de 5.7%, valores mayores de 5.7% indican pre-diabetes y si es igual o mayor de 6.5%, el resultado formará parte del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2, aunque también se requerirá repetir el estudio, así como tomar en cuenta aspectos clínicos para realizar el diagnóstico. En México, se estima que la prevalencia de pre-diabetes es de 22.1%, mientras que la diabetes ya diagnosticada corresponde al 12.6%; cabe destacar que se considera que 5.8% tienen diabetes, pero no lo saben.
Por lo tanto, si tenemos ciertos síntomas, signos y nuestros estudios confirman que la glucosa en ayuno es igual o mayor a 126mg/dl o la hemoglobina glucosilada es igual o mayor de 6.5%, se dará el diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2. De manera indiscutible, la alimentación y el nivel de actividad física deben modificarse como se mencionaba al inicio. Además, un paciente con diabetes requerirá atención personalizada por parte de un nutriólogo, de un médico, así como de otros integrantes del equipo de profesionales de la salud.
Debido a que nadie quiere tener el diagnóstico de ningún tipo de enfermedad, es importante realizarse los estudios correspondientes y bajo las condiciones necesarias para que reflejen realmente tu estado de salud, tanto para prevenir como para tratar a tiempo. Es importante reconocer que los adultos debemos limitar el consumo de ciertos cereales, azúcares y ser más activos físicamente. Recordemos que cada día tenemos la oportunidad de alimentarnos sanamente y estar activos físicamente para disminuir el riesgo de desarrollar diabetes o para controlarla si ya nos diagnosticaron y así tener una mejor calidad de vida.
Bibliografía:
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