El Dióxido de Cloro es un ingrediente utilizado en la industria de alimentos como agente para el tratamiento de harinas, así como antimicrobiano y sanitizante. Entre las aplicaciones más comunes se encuentran:
Los acondicionadores o agentes de tratamiento de harinas o de masa, son sustancias o mezcla de sustancias que se utilizan en panificación para mejorar diversas cualidades de la harina o masa.
Fuente: S. Badui, 2013, “Química de los Alimentos”.
El dióxido de cloro es un compuesto altamente reactivo. Según la FDA esta sustancia puede utilizarse en aplicaciones de alimentos bajo las siguientes condiciones:
En la industria de alimentos se usa el dióxido de cloro como agente para el tratamiento de harinas, como antimicrobiano o sanitizante de proceso.
Fuente: Regulación Comunidad Europea (EC) No 1333/2008
Una sustancia conservadora es toda aquella que ayuda a prolongar la vida útil de los productos al protegerlos ante el deterioro causado por microorganismos.
Fuente: Regulación Comunidad Europea (EC) No 1333/2008
Nombre Químico y Estructura
El dióxido de cloro también se puede encontrar comercialmente o en el etiquetado como INS 926, 926, SIN 926, dióxido de cloro monohidrato, Alcide, Aseptol, RenNew-D, bióxido de cloro, peróxido de cloro, óxido de cloro (IV).
Algunas características fisicoquímicas de relevancia
El dióxido de cloro se presenta a temperatura ambiente como un gas de color rojo a amarillo. Su olor es pungente desagradable, similar al del cloro o del ácido nítrico. Su punto de ebullición se encuentra a los 11ºC y su punto de fusión a los -59ºC. Es soluble en agua y forma un sol (suspensión coloidal de un sólido en un líquido), con solventes alcalinos y ácido sulfúrico. Es inestable a la luz y potencialmente explosivo cuando se encuentra concentrado. Mientras se mantiene en solución acuosa en envases oscuros a pH neutro o ácido, es bastante estable.
El dióxido de cloro es un agente oxidante muy reactivo. A temperatura ambiente se presenta como un gas y por la complejidad de su manejo, se suele diluir en solución acuosa para poderse manejar.
En la industria se utiliza como auxiliar para el blanqueamiento de las harinas para panificación. Aunque el uso más conocido es como agente sanitizante tanto de agua, equipos e instalaciones, así como en el manejo de vegetales.
En cuanto a su acción sanitizante, este compuesto tiene una actividad antiséptica 2.6 veces más que la del cloro proveniente de otras fuentes. Además, la actividad se mantiene en un intervalo más amplio de pH. Para uso en superficies, se puede utilizar a una concentración de 5ppm con un tiempo de reposo menor a 30 minutos. Cuando se usa en agua potable o para desinfectar vegetales debe mantenerse una concentración residual <3ppm, según la FDA.
Su uso como antimicrobiano sigue en evaluación, ya que los organismos regulatorios temen que pueda usarse para enmascarar una falta de higiene y de control en el manejo de alimentos.
Debido a su gran reactividad y los riesgos potenciales al ambiente, el uso, almacenamiento y eliminación de esta sustancia debe llevarse a acabo bajo un estricto control.
Este ingrediente se encuentra aprobado por las siguientes entidades nacionales e internacionales: