Dra. Elisa Dufoo-Hurtado
Dr. Alexandro Escobar Ortiz
José Alberto Mecate Uribe
Sustainable Bioproducts, Departamento de Bioingeniería, Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro
Facultad de Ingeniería, Universidad Autónoma de Querétaro
Concá, Querétaro, México
En las últimas décadas, la dinámica mundial de la producción y el consumo de alimentos ha cambiado drásticamente. La población global se ha duplicado en los últimos 50 años y se prevé que alcance los 9,700 millones de personas para 2050 [1]. Sin embargo, la eficiencia de la producción alimentaria se ve amenazada por la degradación de la tierra, la expansión urbana, el cambio climático y la escasez de agua [2].
Dentro de esta producción, la proteína de origen animal es una fuente fundamental de nutrimentos en la dieta humana, proporcionando aminoácidos esenciales necesarios para el crecimiento, desarrollo y bienestar general [3]. No obstante, es también uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero, como el metano y el dióxido de carbono [4]. Por esta razón, hay un creciente interés en buscar alternativas de alimentos ricos en proteínas que sean seguros para el consumo humano, económicos y con un menor impacto ambiental que la ganadería convencional.
Una de las alternativas que ha ganado atención internacional es el consumo de insectos. Sin embargo, la disponibilidad de productos alimenticios a base de insectos en el mercado es limitada por varios factores, principalmente la falta de aceptación por los consumidores [5]. Muchos ven a los insectos como alimentos desconocidos, lo que genera barreras psicológicas, asco o neofobia, que es la resistencia a probar nuevos alimentos.
Es por lo anterior, que la industria alimentaria ha creado diferentes productos, como la harina de grillo; respondiendo a la necesidad de encontrar fuentes alternativas de proteínas y productos más reconocibles y apetecibles, como pastas, cereales y botanas, facilitando su aceptación en el mercado.
Es importante destacar que, al igual que otros alimentos, los insectos comestibles pueden transmitir enfermedades si su producción, transformación, empaque y almacenamiento no se realizan adecuadamente. A diferencia de la carne, los insectos se ingieren enteros, incluyendo su contenido intestinal. Por esta razón, es crucial aplicar tratamientos térmicos eficaces para reducir la carga bacteriana a niveles seguros para los consumidores. Además, algunos estudios han sugerido que los insectos pueden acumular metales pesados y plaguicidas si están expuestos a ellos. Por lo tanto, es fundamental promover el consumo de insectos provenientes de industrias que operen en ambientes controlados, aplicando sistemas de gestión de calidad e inocuidad, en lugar de insectos que son recolectados en el campo y que pueden estar expuestos a contaminantes, para certificar que sean seguros para el consumo y aumentando la confianza de los consumidores en estas fuentes alimenticias [6].
En la actualidad, el consumo de alimentos elaborados con insectos está regulado por diversas agencias gubernamentales. En Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha evaluado la seguridad de las formulaciones de Acheta domesticus (grillo doméstico), de acuerdo con el Reglamento (UE) 2015/2283, se concluyó que no hay preocupaciones de seguridad si las formulaciones cumplen con los límites especificados durante la vida útil del producto. Sin embargo, también advirtió que su consumo podría causar sensibilización a las proteínas de A. domesticus y provocar reacciones alérgicas en personas alérgicas a crustáceos y moluscos [7].
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula los insectos como alimentos bajo la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos. Al igual que otros alimentos, los insectos comestibles podrían ser reconocidos como seguros, siempre y cuando una empresa o un tercero demuestre que cuentan con evidencia científica relevante, ya sea publicada o no [8].
Además de los beneficios al medio ambiente en la producción de insectos, es importante mencionar que también ofrecen ventajas significativas a nivel nutricional. Destacando por ser una fuente rica en proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas como la B12, y minerales como el hierro y el zinc. Su perfil proteico y densidad de nutrimentos los convierten en una alternativa sostenible y completa frente a las proteínas de origen animal tradicionales. Los insectos comestibles también han demostrado poseer otros compuestos con efectos positivos en la salud. Recientemente, se ha descubierto que ciertos insectos contienen péptidos con propiedades antioxidantes, antidiabéticas y antihipertensivas. Asimismo, su contenido de ácidos grasos omega-3 y fibra dietaria sugiere que su consumo podría ser beneficioso.
Por lo tanto, el consumo de grillos no solo es una solución sostenible, sino una oportunidad para diversificar nuestra dieta y reducir el impacto ambiental de la producción alimentaria. En México, aprovechar esta tradición ancestral puede marcar un precedente en la transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles. Es fundamental promover la educación sobre los beneficios de los insectos comestibles, desarrollar regulaciones estrictas de inocuidad y fomentar la innovación en productos que faciliten su aceptación. Así, el grillo no solo será un alimento del futuro, sino un puente entre nuestra historia gastronómica y un futuro más sostenible.
Bibliografía:
1. Siddiqui, S. A., Zannou, O., Karim, I., Kasmiati, N., Awad, N. M. H., Gołaszewski, J., Heinz, V., & Smetana, S. (2022). Avoiding Food Neophobia and Increasing Consumer Acceptance of New Food Trends—A Decade of Research. Sustainability, 14(16), 10391. https://doi.org/10.3390/su141610391
2.Nellemann C, MacDevette M, Manders T, Eickhout B, Svihus B, Gerdien Prins A. The environmental food crisis: The environment’s role in averting future food crises: a UNEP rapid response assessment. Arendal; 2009
3. Verneau, F.; La Barbera, F.; Kolle, S.; Amato, M.; Del Giudice, T.; Grunert, K. The effect of communication and implicit associationson consuming insects: An experiment in Denmark and Italy. Appetite 2016, 106, 30–36
4.FAO. The future of food and agriculture–Trends and challenges. Rome; 2017
5. Shockley, M.; Dossey, AT Insectos para consumo humano. En Producción masiva de organismos beneficiosos; Morales-Ramos, JA, Rojas, MG, Shapiro-Ilan, DI, Eds.; Elsevier Inc.: Ámsterdam, Países Bajos, 2014; págs. 617–652. ISBN 9780123914538
6. EFSA Panel on Nutrition, Novel Foods and Food Allergens (NDA). (2024). Safety of Acheta domesticus powder as a Novel food pursuant to Regulation (EU) 2015/2283. EFSA Journal, 22(7), Article e8919. https://doi.org/10.2903/j.efsa.2024.8919
7. Ververis, E., Boue, G., Poulsen, M., Pires, S. M., Niforou, A., Thomsen, S. T., … & Naska, A. (2022). A systematic review of the nutrient composition, microbiological and toxicological profile of Acheta domesticus (house cricket). Journal of Food Composition and Analysis, 114, 104859.
8. Lahteenmäki-Uutela, A., Grmelová N., Hénault-Ethier L., Deschamps M.-H., Vandenberg G.W., Zhao A., Zhang Y., Yang B., and Nemane V… 2017. Insects as food and feed: laws of the European Union, United States, Canada, Mexico, Australia, and China. Eur. Food Feed Law Rev. 12:22–36.