Alimentos que favorecen la lactancia

Dra. Mónica A. Robles Arias

Dra. Alma E. Cruz Guerrero

Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa

Existe una creencia muy extendida sobre que ciertos alimentos y bebidas tienen la capacidad de aumentar la producción de leche materna y cada uno difiere de acuerdo con la zona geográfica y cultural. Por ejemplo, en América se tiene la creencia de que la avena, la cerveza negra y la malta aumentan la producción de leche materna, mientras que en Europa son populares la leche de almendra y la horchata, así como las verduras de hoja verde, ajo, calabaza, etc.  

Varios factores influyen en la producción de leche materna, siendo los hormonales los que más influyen, principalmente, las hormonas prolactina y oxitocina. La prolactina está relacionada con el estado nutricional de la madre durante la lactancia e influye en la cantidad de leche producida; mientras que la oxitocina está relacionada a la estimulación del pezón durante la succión, lo que facilita la expulsión de la leche materna. 

Está ampliamente comprobado que para aumentar la producción de leche materna es necesario la estimulación del pezón y el vaciado de la mama; a un mayor estímulo, mayor producción. Además, existen algunos medicamentos para aumentar la producción de leche materna, sin embargo, su consumo puede tener efectos secundarios importantes, debido a esto, un trabajador de la salud debe valorar su prescripción.

No obstante, existe un grupo reducido de alimentos comprobados científicamente que pueden aumentar la producción de leche materna, los cuales reciben el nombre de galactogogos. Entre estos alimentos se encuentra la papaya, que contiene lactogoma, sustancia que incrementa y mejora la producción de leche materna. Adicionalmente, un estudio demostró que las madres que consumieron un extracto herbal compuesto por jengibre, fenogreco y cúrcuma aumentaron la producción de leche materna en comparación con el grupo que no consumió el extracto herbal. Estos alimentos presentan la ventaja de aumentar la producción de leche sin los efectos secundarios que podrían provocar los medicamentos.  

Adicional al consumo de los alimentos antes mencionados, es necesario tener una dieta saludable y equilibrada, lo cual es fundamental para sostener buenas condiciones en el cuerpo y la mente, ya que es importante poner especial atención en los alimentos que se ingieren debido a que durante este proceso se consume mucha energía y se pueden agotar las reservas de nutrimentos del cuerpo. Para evitarlo existen alimentos altamente recomendados, los cuales citaremos a continuación.

• Líquidos abundantes: se recomienda beber agua y otros líquidos que puedan ayudar a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo y apoyar la producción de leche. Una buena opción es el agua de coco debido a la cantidad de electrolitos que pueden reabastecer los nutrimentos y minerales perdidos durante lactancia.
• Cereales y legumbres: los carbohidratos ayudan a obtener energía, sin embargo, es importante consumir granos enteros, ya que estos tardan más en digerirse y ayudan al equilibrio de los niveles glucémicos. Además, brindan vitaminas esenciales y fibra. Se recomienda el consumo de pan integral, arroz y lentejas.
• Nueces y semillas: estos alimentos tienen un contenido considerable de grasas saludables, siendo un excelente aporte de ácidos grasos omega-3 y omega-6, los cuales son fundamentales para el desarrollo neuronal del bebé, además, son excelente fuente de vitaminas A y D. Las nueces y semillas aportan minerales como calcio, magnesio, hierro, manganeso, fósforo y cobre. Adicionalmente, son una fuente considerable de hierro, mineral importante para las madres en periodo de lactancia. Las semillas tienen composiciones nutricionales diferentes entre ellas, por lo que su ingesta debe ser variada. Por ejemplo, el ajonjolí es rico en calcio, mientras que la almendra, además de ser una buena fuente de calcio, proporciona un buen aporte de magnesio. 
• Productos lácteos: es fundamental aumentar el consumo de lácteos durante la lactancia. Si la ingesta de calcio es deficiente, la reserva de éste disminuye y se tomará de sus reservas en los huesos, lo cual puede derivar en osteoporosis. Una opción de consumo es el yogur griego, el cual además de calcio contiene probióticos y un bajo contenido de azúcar. No obstante, si el bebé presenta síntomas como diarrea aguda, dolor abdominal e inflamación intestinal, es probable que sea una intolerancia a los lácteos, por lo que se debe evitar el consumo de estos productos hasta que termine la lactancia.
• Pescados: como el salmón y las sardinas son una fuente abundante de ácidos grasos esenciales como el omega-3, además contienen vitaminas D y B12. Se ha demostrado que la deficiencia de estos compuestos está relacionada con la depresión postparto, debido a la disminución de dopamina (hormona implicada en el aumento de energía y emociones como la alegría) y de serotonina (hormona relacionada con la relajación, concentración y autoestima). Por ello, se recomienda su ingesta de dos a tres raciones a la semana. Además, el salmón también contiene una cantidad sustancial de ácido docosahexaenoico (mejor conocido como DHA), un tipo de ácido graso omega-3 que ha demostrado contribuir en la mejora del desarrollo del sistema nervioso del lactante.

Es necesario que la madre tome decisiones saludables sobre su alimentación mientras amamanta, lo cual le ayudará a ella y a su bebé a obtener los nutrimentos necesarios. En caso de presentar dudas acerca de cómo obtener la mayoría de los nutrimentos que necesitan, pueden acercarse a un profesional de la salud para recibir orientación sobre una rutina de alimentación adecuada.

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